Supremacistas blancos de EEUU elogian las actuaciones de los talibanes: «una lección de amor por la patria, la libertad y la religión»
Los Talibán, el grupo fundamentalista islámico que ha tomado el poder en Afganistán y ha instaurado un régimen dictatorial teocrático con serias restricciones en materia de igualdad y de libertades civiles básicas, han recibido un inesperado apoyo por parte de ciertos grupos de Estados Unidos: los supremacistas blancos, en especial de grupos «aceleracionistas» (personas de ideología neonazi que confían en una caída de la sociedad y una guerra racial) y los activistas antigubernamentales.
Estos grupos de la extrema derecha norteamericana han brindado elogios a la lucha de los Talibán, por su éxito siendo una milicia pequeña y armada que ha conseguido tomar un país y vencer a EEUU, lo que ha sido celebrado como un ejemplo a seguir.
El sitio SITE especializado en extrema derecha ha seguido este fenómeno, recogiendo testimonios como los del canal Proud Boy to Fascist Pipeline de Telegram:
«Estos agricultores y hombres mínimamente entrenados lucharon para recuperar su nación del globohomo. Recuperaron su gobierno, instalaron su religión nacional como ley, y ejecutaron a los disidentes… Si los hombres blancos de Occidente tuvieran el mismo valor que los talibanes, actualmente no nos gobernarían los judíos».
Posteriormente tras la publicación de CNN de estas declaraciones, el canal fascista se reafirmaba: “Sí, celebramos ver a los hombres de una nación unirse para desmantelar el globalismo, el igualitarismo, la agenda LGBT, la producción de heroína y la inestabilidad económica.»
Y es que si bien ambas corrientes parecen enfrentadas, realmente forman parte del mismo espectro ideológico con sus diferencias regionales y culturales.
Así, estos grupos estadounidenses están de acuerdo con eliminar los derechos LGTB, los derechos de las mujeres y traer una agenda profundamente reaccionaria a sus naciones, entre otros nexos en común con el integrismo islámico que defienden los Talibán.
Temor de las instituciones ante los supremacistas blancos
Los servicios de inteligencia y agentes de la policía ya han empezado a seguir este fenómeno.
Los radicales de extrema derecha hablaban de aprender del modelo de combate de los Talibán para aplicar su lucha en EEUU, un país con una gran facilidad para obtener armas de fuego debido a que la Constitución ampara el derecho a la legítima defensa.
Al fin y al cabo el ejemplo es que un grupo miliciano que no superaba los 100.000 miembros ha derrotado a un ejercito que los triplicaba en número y que se encontraba bien pertrechado.
Estas intenciones violentas no son ninguna sorpresa, ya que los servicios de inteligencia llevan avisando que el terrorismo supremacista es a día de hoy la mayor amenaza interna para EEUU, al igual que han advertido otros países como Alemania, Londres o Australia, una violencia que ha ido en aumento al amparo del discurso de odio de la ultraderecha, que en los últimos años ha ganado aceptación entre las sociedades occidentales.
Un funcionario policial para CNN, advirtió de la sorprendente la agresividad de estas declaraciones y que podría suponer un nuevo plus en el uso de la violencia por parte de estos grupos.
No hay que olvidar que Estados Unidos sigue viviendo los coletazos de la polarización de la época Trump. Al final del mandato del presidente, se estimaba que más de 200 milicias de extrema derecha fuertemente armadas recorrían EEUU, quintuplicando al siguiente grupo ideológico con más milicianos.
Estas milicias no se han disuelto tras la derrota de Donald Trump el pasado mes de diciembre frente al demócrata Joe Biden, sino que han pasado a un segundo plano, aunque siguen con fuertes enfrentamientos en algunas ciudades contra grupos antifascistas y contra los afines al movimiento antirracista Black Lives Matter.
Xenofobia, antisemitismo y conspiración
Este relato no es el único que ha corrido por los foros de supremacistas blancos y otros ultraderechistas, sino también otro bastante diferente.
Desde parte de estos grupos se teme que EEUU vaya a ser invadido por inmigrantes afganos o directamente talibanes. La islamofobia y xenofobia de la extrema derecha vuelve a teñir parte del discurso.
Con una retórica antiinmigración se advierte de que estas personas no podrán adaptarse al estilo de vida occidental y que muchos se radicalizarán. Las autoridades e instituciones que siguen el fenómeno terrorista temen posibles ataques a centros de acogida de refugiados.
Junto a la islamofobia hay otro elemento que también ha participado, que es el antisemitismo y la conspiración. Desde la cosmovisión de la extrema derecha, los judíos están relacionados con varias conspiraciones.
Una de ellas es “Ell Gran Reemplazo”, una teoría de la conspiración que bebe del “Plan Kalergui” y el resto de teorías neonazis del “genocidio de la raza blanca”, y que en este caso teoriza que existe un hipotético plan para efectuar un total remplazo de la “raza blanca” europea por etnias africanas, lo cual no deja de ser absurdo. Esta teoría conspirativa fue inventada por el francés Renaud Camus y ha sido adaptada por la extrema derecha de otras regiones, en este caso la estadounidense, que ve tras este plan la acción de los judíos.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.