El Yunque, la secta ultracatólica y secreta que triunfa en España
El primer gran error de Ignacio Arsuaga lo cometió hace casi una década. El presidente de Hazte Oír quiso atajar las informaciones que vinculaban a esa organización con El Yunque, una secta que, con el cambio de siglo, estaba entrando sin hacer ruido en la vida de los cristianos, captando jóvenes a espaldas de sus familias, copando sus organizaciones de referencia y vampirizando el trabajo de las campañas contra la asignatura de Educación para la Ciudadanía o contra el aborto.
Hazte Oír interpuso una querella criminal contra Fernando López Luengos, filósofo y profesor de secundaria, que había investigado a partir de 2010 la influencia de El Yunque en la Iglesia Católica y en esas organizaciones. Su informe El Transparente de la catedral de Toledo es, desde entonces, la referencia inevitable para hablar de esta sociedad secreta.
La incursión de El Yunque en España
En el informe, entregado a la Conferencia Episcopal en 2011 y que poco después apareció en medios como El País y El Confidencial, se señala la pertenencia a El Yunque de prominentes cargos de Hazte Oír, Profesionales por la Ética y otros chiringuitos de la ultraderecha. También señalaba que el cardenal Rouco Varela conocía de la existencia en España de El Yunque. El propio Rouco sugirió, cuando le preguntaron por “el Transparente”, que sus impulsores habrían estado más guapos callados. Jaime Urcelay, presidente de Profesionales por la Ética, miembro del patronato de Abogados Cristianos, es tesorero y secretario de la asociación Organización por el Bien Común, identificada como la rama española de El Yunque.
Los testigos del juicio de 2014, que habían participado en el informe de López Luengos, quien tuvo la previsión de proteger sus nombres en las versiones más difundidas del texto, explicaron en sede judicial cómo trabajaba la organización, algunas de sus formas de financiación y cómo captaba a posibles miembros entre jóvenes “idealistas” que pasan a hacer un juramento secreto de obediencia que se superpone a cualquier otro vínculo, incluido el familiar o el social.
En resumen, denunciaron que El Yunque era una sociedad dentro de la sociedad, con un mandato de obediencia incompatible con los derechos fundamentales del individuo y con la democracia, y por tanto ilegal según la Constitución Española en su artículo 22. El juicio terminó con una sentencia que proclamaba la veracidad del informe y aquellos testimonios sirvieron, asimismo, para acreditar la pertenencia a El Yunque de al menos siete personas.
Una serie de documentos filtrados este verano por Wikileaks han añadido información sobre los manejos de Arsuaga y Hazte Oír para librarse de la sospecha de que la organización se trata de una tapadera para la actividad de El Yunque en España. Un trabajo que llevaban realizando desde, al menos, 2006, cuando dos prominentes miembros de la organización descubrieron que la junta directiva de Hazte Oír estaba copada por miembros de la sociedad (o el “lobby”, como lo llamaba a nivel interno Arsuaga). Desde entonces se sabe que El Yunque funciona en España, pero otro escrito judicial (que cerraba la denuncia de Pedro Leblic contra El Yunque) dictaminó que los ciudadanos no tienen potestad para denunciar la presencia de las asociaciones secretas en España.
Aquel primer error de Arsuaga vino provocado por el celo de conservadores católicos, de algunos obispos y de personalidades del Foro por la Familia, alarmados ante la presencia de El Yunque en sus espacios. “Es importante que en España hayan sido los obispos, católicos y padres de familia los que hayan impulsado el esclarecimiento de las redes de El Yunque en España”, subraya Álvaro Delgado, periodista mexicano.
Delgado es una de las personas que lleva más tiempo investigando a la organización secreta El Yunque, casi 20 años. Explica que no fue consciente del poder que esta organización había tejido fuera de las fronteras mexicanas hasta que conoció el informe elaborado por López Luengos. Fue entonces cuando decidió retomar la investigación para conocer las actividades internacionales de El Yunque, que, según afirma, tiene delegaciones en Estados Unidos, buena parte de América Latina y también en Europa y Asia.
La presencia de esta organización secreta en España no es reciente. Según explica Delgado, se remonta a los años 70. “Hablé con militantes de El Yunque, como Eduardo García Suárez, y me dio información sobre cómo incluso Ramón Plata Moreno, el fundador de El Yunque, llegó a ir a España. También otros personajes, como Federico Müggenburg y el actual jefe general de El Yunque, Bernardo Ardavín Migoni, acudían a España en la década de los 70, todavía con el franquismo vigente”, explica el periodista.
Y es que, según destaca este periodista mexicano, el régimen franquista constituía para El Yunque un modelo a seguir. Lo era por su subordinación a la iglesia católica, por su rabioso anticomunismo y por su hispanidad’. “Muchos de los miembros de El Yunque ven a España como la civilización que vino a México a aplastar a pueblos originarios que creían en ídolos, la que nos trajo la cristiandad”, señala Delgado.
Aunque no hay información sobre con quién se reunían los dirigentes mexicanos de El Yunque durante sus visitas a España en esos primeros años, Delgado cuenta que otro prominente líder de esta organización en Puebla, Manuel Cid, también le habló de la presencia de esta organización secreta en España y aludía a una organización española, Ciudad Católica. “Él advertía que El Yunque corría el riesgo de volverse marginal como Ciudad Católica en España”.
Integrada en la Fundación Speiro, Ciudad Católica existe como un grupo intelectual que organiza reuniones anuales desde 1961. Desde 1977, en varias de ellas se contó con una ponencia de Javier Urcelay (hermano de Jaime Urcelay), y en 1985 invitaron como ponente a Federico Müggenburg (y de nuevo en 1991) y a Agustín Losada Pescador, hermano de Luis Losada, subdirector del diario La Gaceta, del Grupo Intereconomía y colaborador de 13TV. Aparece como coordinador en España del Phoenix Institute, financiador de las primeras campañas de Hazte Oír y que incluso dio nombre a la asociación que después se convertiría en Hazte Oír, en donde ocupa el cargo de vicepresidente y tesorero.
Pero, según explica Delgado, quien instauró El Yunque en España fue Miguel Ángel López Zabaleta, actual responsable de atención a socios de Hazte Oír. Distintas informaciones han referido que la familia Ruiz Mateos, a través de Rumasa, fue una de los sostenes financieros del desembarco de la secta en España.
En 2011, año de la publicación del informe, nació otra asociación, la Organización del Bien Común, que el obispo Antonio Cañizares, en declaraciones a El País, apuntó como la sucesora de El Yunque en España, mostrándole simpatía. En el informe De los neocon a los neonazis. La derecha radical en el Estado español, coordinado por el periodista Miquel Ramos y editado por la Fundación Rosa Luxemburgo, se apunta a los miembros de su directiva: Liberto Senderos —Vox Barcelona e integrante de listas electorales de Fuerza Nueva en 1980—, Ignacio Arsuaga —fundador de Hazte Oír—, Jaime Urcelay —Profesionales por la Ética y Abogados Cristianos— y Eduardo Hertfelder —Instituto de Política Familiar—.
La iglesia “sabe de sobra que la Organización del Bien común no es más que una tapadera”, explica Román Cuesta, autor del capítulo sobre fundamentalismo religioso del informe De los neocon a los neonazis. Cuesta aventura una hipótesis para explicar por qué se han detenido las investigaciones en el seno de la iglesia de las actividades de El Yunque: “En este momento, y con este Gobierno, el Yunque es un activo dentro de una batalla”.
El segundo error de Hazte Oír
Ignacio Arsuaga cometió su segundo gran error en 2019. Un reportero encubierto en un acto de Vox previo a las primeras elecciones en las que consiguieron representación en el Congreso de los Diputados consiguió que Arsuaga hablara más de la cuenta. El presidente de Hazte Oír e impulsor de CitizenGo, una extensión internacional de esa organización ultraconservadora, explicó con detalle cómo se estaban burlando de la Ley electoral para canalizar fondos desde las asociaciones y fundaciones a Vox, saltándose las normas de financiación de partidos. El resultado, en forma de artículo en Open Democracy (no es extraño el encono que la infoesfera yunquista tiene contra George Soros) muestra la vinculación que Hazte Oír y Vox tuvieron desde un comienzo.
Si en el periodo de Zapatero las redes en torno a El Yunque buscaban la influencia sobre el Partido Popular por medio de la entrada en, entre otros, el Foro Español de la Familia o mediante la concesión de los premios Hazte Oír, durante la etapa del Gobierno de coalición, la apuesta por Vox es clara, pese a que las fuentes refieren que siguen manteniendo vínculos con electrones sueltos en otros partidos, el PP e incluso el PSOE.
El partido de Abascal empleó para sus primeros pasos la infraestructura formada a comienzos de siglo por la organización de Arsuaga, que vio en Vox la culminación de un trabajo de años.
Santiago Mata es un hombre de fuertes creencias católicas. También es autor de Vox y El Yunque: la sociedad secreta que hizo grande a Santiago Abascal, un libro en el que desarrolla la idea de que el líder de Vox fue seducido mientras pertenecía al Partido Popular por el entorno de El Yunque, organización a la que no pertenece pero que influye en el partido que dirige desde 2014.
“El Yunque no influye en Vox en el sentido de que dé órdenes para que las cosas sean de una forma u otra, pero sí ha influido en el ascenso de Abascal”, defiende Mata, quien denuncia que El Yunque corrompe todo lo que toca y que ha terminado por convertir a Vox en un partido que funciona como “una sociedad secreta”.
El nombre de Mata es uno de los que aparecen en los documentos filtrados este verano por Wikileaks. Pero si el autor de Vox y El Yunque figura en el directorio de “Crisis”, en el que aparecen algunos episodios en los que Hazte Oír se defendió de las acusaciones de actuar como tapadera de la secta, otros nombres como los de Juan Miguel Villar Mir, Esther Koplowitz o Isidoro Álvarez aparecen en el capítulo de grandes donantes para el Congreso Mundial de las Familias que tuvo lugar en Madrid en 2012.
Aquel congreso fue clave para la inclusión de Hazte Oír y el entorno generado en torno a El Yunque en un ecosistema internacional generado para la agitación y propaganda anticomunista. Hoy destaca The Atlas Network, una red de origen estadounidense que ha llevado el manual de la intoxicación digital mediante granjas de bots y fake news a sus cotas más altas.
Julián Macías, creador del canal Pandemia Digital, desde el que se investiga la intoxicación en redes, pone un ejemplo. Cuando se ha entrevistado en los medios de Atresmedia a Arsuaga por el polémico autobús de Hazte Oír contra los menores trans, nunca se le ha preguntado por su pertenencia a la secta, pese a que la evidencia quedó demostrada en el proceso de 2014.
Un reportaje de Equipo de Investigación que ese mismo grupo mediático realizó y que se trata de uno de los documentos más importantes sobre El Yunque no está hoy disponible para el público general. Una carta de agradecimiento a Mauricio Casals, hombre fuerte de Atresmedia y editor de La Razón, que fue premiado en 2009 por Hazte Oír, brilla con luz propia en la serie de documentos divulgados por Wikileaks.
Para Julián Macías, hay una “sinergia comunicativa” entre los distintos polos del fundamentalismo católico. Es habitual la presencia de miembros de El Yunque, o de algunos de las organizaciones en las que participan, en Estado de Alarma, el programa presentado por Javier Negre y es fácil rastrear la colusión de intereses en el “trabajo” de las granjas de bots puestas a disposición de etiquetas reaccionarias.
En octubre, distintos periodistas y agitadores de la extrema derecha han comenzado las emisiones de 7NN, “la alternativa”, un proyecto televisivo para el que deben aportar 25 millones de euros (el coste de la licencia de TDT para emitir en una canal) y que está presidido por Marcial Cuquerella, hermano de Sol Cuquerella, identificada en el juicio de Luengos como miembro de El Yunque, y a su vez responsable del canal de Telegram Conquista Digital, donde comenzó a orquestarse el acoso a Pablo Iglesias e Irene Montero.
En el proyecto también está el periodista Luis Losada, identificado como miembro de El Yunque en el juicio de 2014 por la que fuera su esposa, Victoria Uroz. Losada será el encargado del matinal de la nueva cadena de TV. En el proyecto están también el ultraderechista Javier Villamor, que ha ejercido como portavoz de Hazte Oír, Elena Berberana, excolaboradora de Federico Jiménez Losantos en Libertad Digital, o Fernando Paz, historiador que fue limpiado de las listas de Vox al Congreso por Albacete después de que salieran a la luz algunos comentarios que hizo durante una conferencia en la sede de Falange en 2019 que negaban el holocausto durante la II Guerra Mundial.
Situados en el centro de una serie de batallas culturales que han conseguido revitalizar una agenda que parecía superada )respecto al aborto o a los derechos LGTBIQ) y abrir un frente racista con una virulencia que no se producía desde los años 20 del siglo pasado, los representantes del fundamentalismo viven un momento dulce, obtienen más atención del espacio político que representan y aspiran a entrar en el Gobierno en una coalición con el Partido Popular.
Para quienes han visto crecer ese espacio queda el consuelo de que, una vez cometidos dos errores, es más fácil que se cometa un tercero.
Artículo original de Pablo Elorduy y Ter García para El Salto Diario: El momento dulce de El Yunque en España
Enlaces, fuentes y bibliografía:
– Foto de portada: Marcha contra el aborto de Hazte Oír. Autor: David F. Sabadell, 07/03/2010. Fuente: El Salto Diario (CC BY-SA 4.0)
Bien por el Yunque… azote contra el mal, satanás y toda la masonería globalista.