Encuesta: ¿Qué debería hacer el PP de Castilla y León?
Las elecciones autonómicas de Castilla y León del pasado domingo 13 de febrero resultaron agridulces para el Partido Popular. Su líder, Alfonso Fernández Mañueco, el cual adelantó los comicios en un arriesgado plan de Génova por conformar un gobierno monocolor sin Ciudadanos y sacar músculo frente a posibles conflictos internos, aumentó en dos escaños, perdiendo 60.000 votos y quedando a 10 escaños de la mayoría absoluta. Aunque quedó en primer lugar, la aritmética más probable apuntaba a la extrema derecha. Vox había pasado de 1 a 13 escaños, triplicado sus votos y situado como tercera fuerza.
El líder popular tiene ahora tres opciones: pactar con Vox, repetir las elecciones o llegar a un acuerdo con el PSOE para que se abstengan y poder gobernar en solitario. Y las tres opciones tienen pros y contras.
Un pacto con Vox facilitaría un gobierno estable e ideológicamente próximo, pero daría alas a las ideas antidemocráticas y contraria a los derechos humanos de la extrema derecha, distanciaría al PP de sus homólogos europeos cada vez menos tolerantes con la derecha radical y ofrecería una imagen del partido alejada de la moderación, lo que se ha traducido normalmente en menos votos.
Repetir las elecciones podría dar la oportunidad de concentrar el voto útil y recuperar el voto que se haya ido a otras fuerzas políticas. No obstante, normalmente, las repeticiones electorales se han traducido en un aumento de la abstención y en un castigo al partido que es percibido como mayor responsable, como le pasó al PSOE en las elecciones generales de 2019.
Por último, pactar con el PSOE podría ofrecer un gobierno relativamente estable, alejado de las ideas ultraderechistas y que requiera un diálogo y un consenso continuo. No obstante, las exigencias de Pedro Sánchez incluyen que el PP haga un cordón sanitario a Vox en todas las comunidades autónomas, dinamitando los acuerdos en Andalucía, Madrid y Murcia, lo que parece muy difícil tras el choque entre Casado y Ayuso. Además, un acuerdo entre el bipartidismo contribuiría a reforzar la imagen de que, en el fondo, son lo mismo, produciendo un desencanto del que se aproveche Vox en futuros comicios.
Y tú, ¿qué opinas?