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Vox veta distintas condenas institucionales a Putin y la guerra en Ucrania

La principal formación ultraderechista de España ha sorprendido vetando en distintos parlamentos propuestas en condena a la guerra de Ucrania presentadas por otras fuerzas políticas, un «no a la guerra» que, como ya sucedió con la Guerra de Irak en 2003, parece que está ganando bastante unanimidad.

El primero de estos vetos ha ocurrido en el parlamento de Aragón, donde se presentaba como declaración institucional, para lo cual se necesita la completa unanimidad de los grupos parlamentarios, es decir, que requiere de la aprobación de todos los partidos para lanzarse como tales y muestran la cohesión de la acción política sobre un tema. Una muestra de cómo se dejan los intereses particulares e incluso ideológicos a un lado ante cuestiones de interés general y/o de especial gravedad.

Allí, el texto, presentado por Ciudadanos y apoyado por el resto de grupos, decía lo siguiente:

“Las Cortes de Aragón condenan el ataque de Rusia a la integridad y la soberanía de Ucrania. Así mismo muestran su solidaridad con el pueblo ucraniano y solicitan una respuesta coordinada en el marco de la Unión Europea y la OTAN».

Vox argumentó que no votaba a favor de esta resolución por la complejidad de la situación y que prefería no pronunciarse. Una acción extraña en un partido político que se jacta de decir lo que piensa y que suele tener opiniones para todo, a menudo muy tajantes y categóricas.

Finalmente, esta declaración de condena, al no poder ser institucional ni siquiera se ha votado, al considerar Ciudadanos que perdía todo el sentido que el apoyo a la propuesta fuera parcial.

Pero no ha sido el único sitio donde ha ocurrido. El segundo lugar ha sido en Cataluña. Allí, la junta de portavoces ha lanzado un comunicado condenando la guerra:

“El Parlamento de Cataluña lamenta y condena las acciones bélicas realizadas por la Federación rusa contra el territorio de la República de Ucrania en la madrugada del 24 de febrero de 2022. Esta agresión supone la violación flagrante del Derecho Internacional, tiene graves consecuencias a escala regional y global, y debe comportar la asunción de responsabilidades por parte de sus promotores”.

Vox tampoco se ha sumado a esta declaración conjunta, lanzando un comunicado propio.

Estas posiciones parecen chocar con la posición refrendada por la dirección nacional de Vox de condenar la guerra. La confusión entre las filas puede tener que ver con la visión positiva que tenía Vox de la Rusia de Putin y con sus múltiples aliados dentro de la ultraderecha europea e internacional. Es muy probable, de hecho, que dentro de Vox convivan posturas muy enfrentadas no solo respecto al conflicto, sino también a las políticas, ideas y discursos de

Putin, aliado de la extrema derecha europea, el mejor amigo de Viktor Orbán

Viktor Orbán y Vladimir Putin. Autor:  Kremlin.ru, 17/06/2016. Fuente: Kremlin.ru (CC BY 4.0)
Viktor Orbán y Vladimir Putin. Autor:  Kremlin.ru, 17/06/2016. Fuente: Kremlin.ru (CC BY 4.0)

Putin es un oligarca de derechas, al mando del partido Rusia Unida, que en sus propios estatutos se declara conservador. Su defensa del tradicionalismo, cristianismo ortodoxo y sus políticas contra las personas LGTB le han hecho ser visto como un ejemplo por parte de la ultraderecha internacional. De hecho, su propio gobierno se asienta sobre fuerzas de extrema derecha, como Rodina o el Partido Liberal-Demócrata de Rusia (LDPR), cuyas banderas se han visto en tanques que atravesaban la frontera ucraniana.

La extrema derecha europea no es una excepción. En el Europarlamento se divide en dos grupos: Identidad y Democracia (ID) por un lado, y los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR).

Una de las principales cuestiones que separa a estos grupos es su visión de la política internacional. Identidad y Democracia siempre ha estado a favor de Putin y de un acercamiento a Rusia, además de por un mayor rechazo al proyecto europeo. Por su lado, el ECR siempre ha sido atlantista y a favor de la OTAN, con un euroescepticismo más suave.

Miembros de ID son La Liga de Mateo Salvini o el Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen. Ambos han sido financiados por el Kremlin, llevándose a cabo investigaciones por financiación ilegal que resultaron en distintos escándalos en sus respectivos países.

Le Pen y Salvini hicieron grandes migas con Vox tras su aparición, felicitando a la formación y tejiendo una amistad más amplia con Salvini. Aunque bien es verdad que durante el paso de los años se han ido distanciado, prefiriendo ahora en Vox a los neofascistas de Hermanos de Italia (FI)

Además de ID, Putin siempre ha contado con un gran apoyo dentro de la UE: Víktor Orbán. El líder ultraderechista ha sido el principal apoyo del Kremlin, realizando negocios y transacciones con él incluso cuando el resto de líderes estaban enfrentados a él. Algunos de estos ejemplos son la adquisición de las vacunas Sputnik o algunos acuerdos en materia de energía.

De hecho, la cumbre de Madrid que reunió a la extrema derecha pasó de ser un gran evento a prácticamente ocultarse en los medios precisamente por el conflicto en Ucrania, cuya escalada coincidió en fechas con la reunión de la internacional ultraderechista. Distintos análisis señalan que fue la presencia de Orbán, con el conflicto ya empezado y las amenazas de una guerra en Ucrania, lo que hizo ocultar a Vox esta gran cumbre a la que en otros momentos dio mucha publicidad.

Finalmente, la ultraderecha consiguió firmar un comunicado conjunto contra Rusia. Al día siguiente de este comunicado, Orbán viajó a Rusia a reunirse con Putin y asegurar el buen estado de las relaciones y la cooperación con el país euroasiático.

En los primeros pasos de la crisis con Ucrania, Hungría declaró que no iba a apoyar al país.

La extrema derecha internacional a favor de Putin incluso en la guerra en Ucrania

Dentro de los grandes referentes de la extrema derecha hay menos duda, incluso en el escenario de guerra en Ucrania. Trump y Bolsonaro son reconocidos admiradores de Putin.

El presidente estadounidense siempre ha jaleado la figura del ruso. Este incluso organizó la famosa trama rusa en EEUU para conseguir que Donald Trump ganase las elecciones. Dicha trama fue investigada por el Congreso de EEUU por el fiscal John S. Müller, y acabó con distintos condenados. Trump está siendo investigado por obstrucción a la justicia por intentar parar estas investigaciones. Incluso destituyó al presidente de la CIA por investigaciones similares.

De hecho, hace dos días el presidente dijo que lo que Putin estaba haciendo en Ucrania era genial, que era un “gran estratega” y que era “el hombre de la paz”. Esto ha suscitado ciertas divisiones en el Partido Republicano, naturalmente.

Por su lado, Bolsonaro es también un admirador de su figura, que ha mostrado su simpatía en innumerables ocasiones. Sin ir más lejos, el pasado 16 de febrero Bolsonaro realizó una breve gira internacional para visitar a Putin y a Orbán con el objetivo de estrechar relaciones con ambos países y crear una alianza conservadora.

Como colofón, ayer Bolsonaro desautorizó al vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourão, quien condenó enérgicamente la guerra y sugirió que quizás Europa necesitase usar la fuerza. Bolsonaro dijo que solo él podía hablar del tema y que preferían no pronunciarse aún, algo extraño en un hombre que es conocido por sus rápidas condenas y por hablar de todo.

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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