Empieza la campaña electoral brasileña con Lula como claro ganador frente a Bolsonaro
Este martes 16 a las 00:00 empezaba oficialmente la campaña electoral brasileña. Esta enfrentará al actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro. contra el izquierdista Luiz Ignacio Lula Da Silva como principales contendientes. Otros 10 candidatos están inscritos, aunque sus posibilidades de pasar a segunda vuelta son prácticamente inexistentes en el polarizado Brasil. Desde entonces, los carteles, anuncios y peticiones de voto han recorrido el país.
Por ahora Lula Da Silva se presenta como el claro favorito para esta campaña electoral brasileña en todas las encuestas, con un 44%-45% de intención de voto en primera vuelta frente a un 30%-32% de Bolsonaro. En segunda vuelta, Lula ganaría con una cómoda ventaja del 51% frente al 35% de Bolsonaro.
Este resultado lleva estando presente en las encuestas desde prácticamente hace dos años, si bien ha caído como un jarro de agua fría entre los sectores bolsonaristas.
La política económica de Bolsonaro de los últimos meses ha servido en cierta manera para limitar algo el daño de la inflación y a la economía. Además ha aprobado multitud de medidas electoralistas de rebajas de impuestos y subsidios para los más pobres hasta que termine el año.
Si bien esto ha servido para que su aprobación aumente en varios puntos, no se ha reflejado claramente en las encuestas.
Y es que Bolsonaro sigue marcado por una desastrosa gestión del Covid19, que ha convertido al país americano en el tercero con más muertes del mundo, con 682.000 fallecidos.
Además, su gestión ha estado marcada por intentos de autoritarismo, constantes choques con la justicia, tratos de favor investigados por la policía e incluso casos de corrupción relacionados con sus grandes aliados de la Iglesia Evangélica. Un legado que no se olvida en una semanas de campaña electoral brasileña.
La campaña de Bolsonaro: religión, fraude electoral y…
Bolsonaro ha decidido empezar su campaña en con un mitin en Juiz de Fora, donde fue apuñalado en 2017. Ha lanzado una invitación desde las redes del Partido Liberal, su actual formación, bajo el elma “Dios, patria, familia y libertad”. Un lema sospechosamente parecido al lema popularizado por el fascismo “Dios, patria y familia” que la posfascista Giorgia Meloni ha rescatado para su campaña.
Para enfrentarse a la campaña electoral brasileña, ha decidido enrocarse en sus aliados más fieles. Así ha reforzado sus posiciones con los grupos religiosos, muy en especial el evangelismo y los sectores del ejército.
Durante estas semanas ha participado en distintas “Marchas por Jesús” con grupos evangélicos por todo el país, que se han convertido en mítines improvisados.
Los pastores evangélicos están haciendo horas extras en las iglesias atacando a Lula Da Silva y orientando el voto hacia Bolsonaro.
Un tema nada baladí en esta campaña electoral brasileña, ya que un tercio de la población se considera evangélica.
…el ejército
Por otro lado, su pareja en esta contienda será el general y ex ministro de defensa, Walter Braga Nietto.
Todo un guiño al ejército que ha sido protagonista de grandes desfiles frente al congreso cuando la voluntad de Bolsonaro no se ha cumplido en la cámara y para el que va a celebrar una gran marcha el 7 de septiembre.
La participación del ejército es también un tema crucial, ya que Bolsonaro ha estado desde los dos últimos años insistiendo sobre la posibilidad de un fraude electoral y la inconsistencia del sistema de votación brasileño.
Unas dudas que carecen de credibilidad ya que ganó en 2017, el sistema de voto electrónico cumple dos décadas sin incidentes y Bolsonaro ha sido incapaz de mostrar pruebas de este supuesto sabotaje pese a la insistencia del Tribunal Superior de Justicia de Brasil, que ha pedido al presidente que muestre pruebas o deje de usar esta retórica.
Está es una táctica polarizante para intentar mantenerse en el poder y sortear una derrota como auguran todas las encuestas, copiada de Donald Trump.
El expresidente de EEUU intentó cambiar el resultado de las urnas, poniendo en duda el sistema electoral y llevando una contienda electoral que fue derrotada en todo el sistema judicial norteamericano y finalmente en el Tribunal Supremo donde sus afines tenían mayoría.
Tras esto pensó en métodos violentos para mantenerse. Uno de los hechos cruciales por el cual Trump no pudo hacerlo fue porque no contaba con el apoyo del ejército, que declaró que no participaría en política interna.
Esto no lo paró y acabó en los oscuro eventos del Asalto al Capitolio, el momento más oscuro de la democracia interna estadounidense desde la guerra civil.
Algo diferente podría pasar en Brasil, con un gobierno que ha estado conformado en su mitad por militares e incluso por llamados desde el ejército a vigilar el fraude electoral.
Todo un ejercicio que podría acabar en un intento de golpe de Estado si Bolsonaro pierde las elecciones.
La campaña electoral brasileña orquestada por Lula
Lula ha pedido el voto para iniciar un cambio y devolver la “felicidad” a la población, recordando sus grandes éxitos en el gobierno entre 2002 y 2010. El candidato ha iniciado su campaña en una fábrica de automóviles en Sao Paulo, donde empezó su carrera como sindicalista. Si la campaña electoral de Bolsonaro consiste en enrocarse sobre sus aliados, la de Lula va casi en la dirección contraria.
El líder izquierdista ha creado una gran coalición de 10 partidos en la que participan candidatos netamente centristas como el tándem de Lula, Geraldo Alckmin.
De hecho, el centro derecha brasileño se ha mostrado favorable a la colaboración con Lula Da Silva. Este ha prometido recoger sus demandas sin dejar de escuchar nunca a sus bases sociales.
Por este motivo y hace unos días, se presentó un manifiesto a favor de la democracia movido por sectores cercanos a Lula. La gran sorpresa fue que también estuvo firmado por grandes empresarios y miembros de la patronal.
Una señal de hasta qué punto la candidatura de Lula ha sido acogida por amplios sectores en esta campaña electoral brasileña. De todas maneras, aun es pronto para declarar un ganador. Quedan 48 días para las elecciones del 2 de octubre de 2022. Y en política actualmente esto es un mundo. Los candidatos recorrerán Brasil ampliamente protegidos por policía y escolta, ya que los inicios de la campaña electoral brasileña empezaron con ataques de seguidores de Bolsonaro que ya han dejado un fallecido.
Una tormentosa campaña, muy polarizada, que puede convertirse en la más violenta de Brasil e incluso acabar de manera no democrática si Bolsonaro como Trump, intenta mantener en el poder a toda costa.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.