La Generalitat de Catalunya dio un premio a una neonazi cabeza de lista de Vox en las elecciones del 28M

El pasado mes de octubre, Jennifer González Leyva, militante neonazi y cabeza de lista de Vox para las elecciones locales del 28 de mayo por el municipio catalán de Castellar del Vallés, fue premiada con una mención especial en la octava edición de los Premios DonaTIC en reconocimiento por su trabajo de fin de máster sobre el ciberbullying a menores, según ha podido informar el medio La Directa.

Estos premios, según su propia web, se convocan con el objetivo de “distinguir el papel de la mujer en el mundo profesional, empresarial y académico del ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).» Por lo tanto, pueden presentarse mujeres vinculadas profesional o académicamente a este ámbito.

En este contexto, González Leyva fue premiada por el desarrollo de una aplicación móvil dedicada a la prevención del ciberbullying en menores de edad a través de la concienciación de la huella digital que dejan sus hijos e hijas en Internet. Una noticia que no sería tal si no fuera por el pasado neonazi de la misma y por su vinculación al partido de extrema derecha liderado por Santiago Abascal.

El pasado neonazi de la candidata de Vox

Desde el salto de Vox a las instituciones, han sido muchos quienes han criticado y señalado al partido como un partido de ultraderecha, incluso comparándolo y calificándolo ser una organización afines a ideas nazis, calificaciones que han llegado incluso por ex miembros de su partido que han asegurado que Vox incluía en el partido a conocidos nazis.

A su vez el propio partido se ha quejado en reiteradas ocasiones durante los debates parlamentarios en el hemiciclo e incluso ha denunciado dichas acusaciones, llevándolas hasta el Tribunal Supremo mediante una querella por delito de odio que realizó contra la ministra Irene Montero y que fue archivada.

Sin embargo la realidad, une al partido tanto a discursos políticos e ideológicos, como a personas que han militado o militan en organizaciones o partidos de ideología fascista y/o nazi.

Así es como Vox presenta en estos comicios electorales como líder en la lista para Castellar del Valles a Jennifer Gonzales Leyva quien, según La Directa, habría operado a través de redes sociales bajo el pseudónimo de Brunilda Izan desde donde afirmaba su pasado dentro del ejercito español y realizaba proclamas y comentarios de carácter xenófobo.

El propio pseudónimo podría ser ligado a simbología nazi si lo entendemos como un código, pues Brunilda podría referenciar a Brunnhilde, una valquiria que se menciona dentro de la obra Cantos de los Nibelungos que podríamos ligar a la ópera de Wagner, compositor al que muchos neonazis usan como referente e inspiracion bajo la mitología nórdica da la que cogen la idea de la supremacía de la raza aria.

Además, la CEDADE o Círculo Español de Amigos de Europa, el que fuera la organización neonazi más importante de Europa durante los años 60 y 70, que fue disuelta en los 1993 y que fue la cuna que vio nacer a muy buena parte del neofascismo español de la Transición, se hacía pasar por una asociación de amigos del compositor Richard Wagner.

Pero el pasado neonazi de González no se queda en tímidas referencias y mensajes en redes. También estuvo la número 27 en las listas en 2010 para las elecciones autonómicas catalanas en el Movimiento Social Republicano (MSR), un partido político que es categorizado como neonazi por expertos en extrema derecha y politólogos como Xavier Rius o Frauke Buttner.

La Directa también señala que en 2011 fue denunciada por delitos de amenaza y lesiones en un establecimiento regentado por migrantes junto con otra persona. Aunque el caso fue archivado en 2016 con el argumento de que las versiones de ambas partes eran contradictorias y no se podía atribuir mayor credibilidad a unas que a otras, testigos presenciales señalan que los atacantes habrían escondido un cuchillo de grandes dimensiones que presuntamente habrían podido utilizar para amenazar a los dueños tras lanzar objetos contra el escaparate del establecimiento. Pero los hechos no se pudieron dar por probados.

Por último, se ha señalado que existe en su candidatura a estos premios cierta irregularidad, ya que en las bases supuestamente en necesaria haber cursado una carrera de ingeniería que la propia Jennifer nunca cursó. A fecha de publicación de este artículo de actualidad, una entrevista que había sido colgada en redes a Jennifer ha sido borrada.

Así pues, un caso más y una prueba más de que Vox se ha convertido en un partido político en el que personas de ideología nazi se esconden y que utilizan como paraguas de su discurso supremacista y de odio.