El alcalde de Vox en Náquera toma posesión a gritos de ‘viva España’ y amago de saludo fascista
En las últimas elecciones municipales, se ha producido un notable crecimiento en la representación de partidos de derecha y ultraderecha, lo cual ha resultado en la formación de pactos y acuerdos entre el Partido Popular (PP) y el partido ultraderechista Vox. Uno de estos casos se ha dado en Náquera, un municipio ubicado a unos 29 kilómetros de València, donde un pacto entre estos partidos ha llevado a la alcaldía a Iván Expósito Caballero.
El equipo de gobierno estará conformado por 4 concejales de Vox y 3 concejales del Partido Popular, mientras que la Junta de Gobierno estará compuesta por el alcalde, un concejal de Vox y otros dos concejales del PP. Aunque Vox obtuvo mayoría en las elecciones, ha necesitado el respaldo del PP para formar gobierno.
El pacto ha generado controversia debido a varias medidas, entre ellas, la prohibición de las concentraciones contra la violencia machista, sustituyéndolas por concentraciones contra “cualquier forma de violencia”. Otra medida es la imposición de no colocar banderas del colectivo LGTB en balcones y fachadas de instalaciones municipales.
Iván Expósito expresó su orgullo al representar al partido de los valores desde la Alcaldía de Náquera: “Agradezco la confianza depositada en nuestro proyecto por parte de los naqueranos y quiero decirles a todos los vecinos que los hechos demuestran nuestro compromiso. Trabajaremos incansablemente desde esta institución local para mejorar nuestro pueblo», declaró el alcalde.
En cuanto a las delegaciones y sus competencias, se han establecido los siguientes repartos: el Partido Popular se encargará de Turismo, Empleo, Desarrollo Local, Comercio, Industria y Ferias; Emergencias y Protección Civil; Juventud, Cultura y Fiestas; y Urbanismo, Obras Públicas, Servicios Municipales, Deportes, Parques y Jardines.
Por su parte, la extrema derecha se hará cargo de Bienestar Social, Recursos Humanos, Sanidad, Educación y Atención al Ciudadano; Hacienda, Seguridad Ciudadana y Régimen Interior; Administración Local, Familia, Vida y Tercera Edad, Urbanizaciones y Nuevas Tecnologías; y Tradiciones, Festejos Taurinos, Comunicación Institucional, Redes y Prensa, Protocolo, Patrimonio, Aguas, Agricultura, Caza y Ganadería.
Bochornosa toma de posesión en Náquera
Durante la toma de posesión de la alcaldía por parte de Iván Expósito, se produjeron momentos bochornosos. Tras la proclamación y lectura del discurso del alcalde, se escucharon gritos de «Viva España», lo cual llevó al alcalde a interrumpir la sesión, dejando a los demás representantes algo turbados. Un portavoz solicitó la palabra, señalando que sería apropiado permitir que los demás portavoces expresaran sus agradecimientos, afirmando que no era correcto comenzar de esa manera, interrumpiendo a los demás.
Ante esto, el alcalde comentó: «Si esa decisión depende de mí, se acaba la sesión», mientras recibía aplausos y vítores, llegando incluso a realizar un gesto similar a un saludo fascista. El alcalde alzó el brazo con la forma del típico saludo nazi, bajándolo en el último momento.
Las informaciones de Náquera han llegado hasta Bruselas, donde la UE ha respondido que se da por aludida y que el alcalde carece de competencias para prohibir estas manifestaciones, que son un derecho fundamental de la ciudadanía.
Los vecinos y las reacciones
Las medidas tomadas por el nuevo gobierno ya están teniendo repercusiones en la población. Según un informe de la Cadena Ser, un vecino de Náquera llamado Daniel colocó la bandera del colectivo LGTB en el balcón de su vivienda como muestra de apoyo, tras conocer el acuerdo entre Vox y el PP. En la noticia, Daniel explica los motivos que lo llevaron a exhibir la bandera en su domicilio, argumentando que, al prohibir su colocación en instalaciones municipales como gesto de respaldo al colectivo, decidió manifestarlo de esta manera.
Horas más tarde, alertado por gritos desde la calle, Daniel se asomó y escuchó a dos personas desaprobando la exhibición de la bandera e incluso amenazándolo con lanzar piedras al balcón. Sin embargo, el conductor del vehículo en el que se encontraban los individuos los convenció de desistir, al advertirles que Daniel podría tomar nota de la matrícula y denunciarlos. Estos incidentes llevaron a Daniel a retirar la bandera, aunque afirmó que lo hizo por temor a las amenazas.
Ante esta situación, el gobierno municipal emitió un comunicado donde afirmaba: «Ante la repercusión política y social generada por distintos partidos políticos de izquierdas, no se está prohibiendo el uso de las señas de identidad del colectivo LGTBIQ+ en los distintos espacios públicos del municipio». No obstante, se mantendrá la medida de no colocar la bandera del colectivo LGTBI+ en edificios municipales, argumentando que «apoyan firmemente a todos los vecinos del municipio”.
Otros vecinos han optado por poner banderas LGTBI+ en sus balcones.
Un absurdo sabiendo que los grupos históricamente oprimidos y que aún siguen sufriendo discriminación, merecen cierto apoyo social no para sobresalir por encima del resto, si no para intentar que sus vidas estén igual que el resto, ya que sufren una discriminación social que afecta a casi todas las facetas de su vida, nacida de que mucha gente sigue aún rechazándolos.
Así, el de Vox es el primer paso para perseguir a un grupo que considera enemigo, siendo este la retirada de apoyo social. De hecho el discurso de Vox ya ha hecho que los discursos de odio contra el colectivo LGTBI+ aumente un 130% en España en los últimos años. Un auténtico drama nada casual que la derecha está promoviendo con su guerra cultural.
Licenciado en Ciencias Ambientales y Brew Master Assistant, trabajador en hostelería y bastante tiempo precario. Freak hasta la médula, interesado en política, historia, ciencia… Busco en la divulgación y el activismo una manera de aportar a la sociedad.
