Un estudio alerta del aumento del 130% del discurso de odio contra las personas LGTBI en España
La consultora española LLYC ha publicado un estudio de alcance internacional donde alerta que el discurso de odio hacia las personas LGTBI ha aumentado en más de un 130% entre los años 2019 y 2022 en España, además de una reducción del apoyo general a estas personas.
El informe, titulado Discurso de Odio y Orgullo LGTBIQ+ en la conversación digital, analiza, según la propia consultora, más de 12 millones de mensajes y casi 790.000 perfiles de Twitter a través del empleo de la inteligencia artificial y de técnicas de Big Data con el objetivo de analizar cómo ha evolucionado el ataque a las personas LGTBI en entornos digitales. Un estudio que no se limita únicamente a España, sino en el entorno hispanohablante: 10 países de América (Estados Unidos, Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Panamá y República Dominicana) y dos de Europa (España y Portugal).
Entre las conclusiones más relevantes del estudio destaca que los mensajes de odio hacia el colectivo LGTBI en las redes sociales han ganado terreno frente a los que promueven la defensa de sus derechos. Así, mientras que el discurso de odio ha crecido un 9,4%, los mensajes de apoyo han caído más de un 40% en los últimos cuatros años.
En el caso de España, los mensajes de odio constituyeron en 2022 el 46,5% del total frente al 53,3% de apoyo al colectivo. Aunque el apoyo sigue siendo mayoritario, cada año se reduce más: entre 2019 y 2022, era del 20% frente al 60%. En cuanto al resto de países, entre 2019 y 2022, los mensajes de odio superan a los de apoyo en Ecuador (61,33%), Perú (50,13%) y Chile (50,76%), mientras que República Dominicana o Brasil se sitúan como los países con mayor número de mensajes de odio (38,74% y 26,43% respectivamente). Los mensajes positivos, de hecho, se han reducido un 15,85%.
«Si un tío se maquilla es maricón. A la hoguera»
Sin embargo, el estudio de la consultora LLYC no se queda únicamente en la cantidad de mensajes, sino también en el contenido. Así, los mensajes de odio con mayor éxito (que el estudio determina como «narrativas detractoras») son las que hacen referencia a las acusaciones de lo que el espacio ultraconservador denomina «ideología de género», las críticas a los supuestos privilegios de las personas LGTB, a la adopción de parejas de personas LGTBI o a la pura aversión.
Es decir, los mensajes de odio, que han aumentado progresivamente en todos los países analizados, destacan por utilizar la retórica del discurso ultraderechista en su máxima expresión.
En España, se ha destacado que los mensajes de odio se han centrado especialmente en la Ley Trans, las supuestas ayudas y subvenciones al colectivo (lo que la extrema derecha señala como «lobby gay») y los mensajes del sector más ultracatólico y del entorno de la Iglesia Católica, especialmente ante ciertas afirmaciones del Papa Francisco sobre los derechos de las personas LGTB.
«Si un tío se maquilla es maricón. A la hoguera», «una mujer trans es un hombre que no acepta ser varón y que se niega a ir a terapia» o «no estoy de acuerdo con que el Estado legalice el matrimonio gay y mucho menos que parejas homosexuales adopten niños» son algunos de los mensajes que se han analizado en este estudio.
A pesar de todo, España no es el país que lidera el aumento de los mensajes de odio. Portugal lidera este podio con un aumento del 184,85%, dejando a España en segundo lugar con un 131,44% y a Chile en tercera posición con un 85,76%.
No obstante, parece claro que la retórica ultraderechista ha influido en el aumento del discurso de odio. Normalmente, el baremo sobre el rechazo a las personas LGTBI y a sus derechos utiliza como fuente principal los delitos de odio, que también han ido en aumento en España y en Europa. Sin embargo, esta fuente está sesgada, ya que se basa en la cantidad de denuncias y, a pesar de que se hace una estimación de la cantidad de casos que no llegan a denunciarse, es difícil saber la cifra real. Además, cada país cuenta con una legislación diferente para condenar los delitos de odio e incluso hay países que no tienen ninguna.
En este sentido, el informe The Hidden Drug analizó cómo el avance de corrientes conservadoras o ultraconservadoras hace que en la conversación centrada en el colectivo LGTBIQ+ no solo aumente la participación negativa o de odio, sino que sobre todo se retraiga la positiva, lo que en el estudio de la consultora LLYC consideran que es uno de los principales problemas.
Así, Estados Unidos y España lideran la proporción de mensajes positivos en favor de las personas LGTB, con un 69% y un 12% respectivamente con respecto al total, seguido muy de cerca por México con un 5,7%.
El discurso de odio y la extrema derecha
Estudios, informes, asociaciones en defensa de los derechos LGTBI y otras organizaciones y personalidades vienen avisando del peligro del aumento del discurso de odio, en buena medida por el impulso de las fuerzas ultraconservadoras, y de la relación de la amplificación de este mensaje con el aumento de los delitos de odio, lo que a su vez es extensible al racismo, al machismo y a otras formas de discriminación.
De hecho, en España, los delitos de odio han ido en aumento en los últimos años, concretamente las agresiones contra las personas LGTB. Según una encuesta publicada en mayo de este año, en España el 29 % de la población LGTBI ha sufrido acoso; el 27,5 %, discriminación y el 8,6 % ha sido agredido por su orientación sexual, identidad y expresión de género en los últimos cinco años.
Mientras, Vox cuelga una lona donde se puede ver una mano tirando a la basura una bandera LGTBI o dice en el Congreso que hay un alarmante aumento de la homosexualidad y la transexualidad por «adoctrinamiento». Además, la retirada de banderas LGTBI o de ayudas a las personas del colectivo están siendo algunas de las líneas rojas de Vox para sellar pactos de gobierno con el PP en municipios y autonomías.
Así pues, se hace patente la necesidad de políticas activas para defender a las personas LGTBI y aumentar la cantidad de mensajes de apoyo y en defensa de los derechos LGTBI.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.