Comunicado de Al Descubierto sobre la deriva homófoba de Rusia

Desde la asociación Al Descubierto, queremos emitir una condena firme a la reciente sentencia del Tribunal Supremo de Rusia de calificar el «movimiento internacional LGBT» de «organización extremista».

Concretamente, la sentencia, emitida el pasado jueves 30 de noviembre, leída por el juez Oleg Nefédo, establece el reconocimiento del «movimiento internacional cívico LGBT como una organización extremista y prohibir sus actividades en territorio de Rusia”.  Este fue el resultado de una demanda solicitada por el Ministerio de Justicia el pasado 17 de noviembre, donde alegaba «indicios y manifestaciones de orientación extremista, incluida la incitación a la discordia social y religiosa», si bien medios como Associated Press (AP) aseguran que no se presentó ninguna prueba.

Asimismo, condenamos las actuaciones represoras de las autoridades policiales rusas cometidas durante las horas siguientes a diferentes locales y saunas gays de la ciudad de Moscú, capital de Rusia, y que se saldó con el registro y la fotografía del pasaporte de decenas de personas bajo el argumento de hacer «redadas antidrogas», según los medios independientes Sota y Ostorozhno Novosti.

Desde Al Descubierto, denunciamos que esta sentencia no es más que otro paso hacia la completa vulneración de los derechos y las libertades de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales de Rusia y, por extensión, de los fundamentos y los pilares básicos de los derechos humanos.

Un paso que comenzó a verse de manera clara con la aprobación el 11 de junio de 2013 del proyecto de ley «para el propósito de proteger a los niños de la información que aboga por la negación de los valores familiares tradicionales», también conocida como «ley contra la propaganda homosexual», una la ley que prohibía difundir información sobre las relaciones homosexuales y que fue aprobada por 436 votos de los 450 de la Duma estatal rusa, con diferentes sanciones administrativas. Esto incluye las manifestaciones públicas. De hecho, el desfile del Orgullo Gay en 2014 fue duramente reprimido. No obstante, desde 2006 hasta 2013 se aprobaron en hasta diez regiones en Rusia legislaciones similares, varias de ellas investigadas por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

El 27 de octubre de 2022, la Duma estatal extendió esta ley a todas las edades, lo que implica de facto devolver las relaciones homosexuales al ámbito privado. Así, la ley prohíbe la «propaganda de relaciones sexuales no tradicionales«, la pedofilia y la reasignación de género en los medios de comunicación, Internet, la publicidad, la literatura y el cine, lo que implica, además, una censura del derecho fundamental a la libertad de expresión y a la información. La norma fue aprobada por la unanimidad de la Cámara Baja.

Paralelamente, el 23 de junio comenzó a tramitarse una nueva legislación que prohibirá el cambio de sexo a las personas trans. Además, el Gobierno anuncia la creación de un instituto psiquiátrico para analizar el comportamiento de los homosexuales.

Vladimir Putin, presidente del gobierno del país, se ha manifestado en contra de las relaciones entre personas del mismo sexo. Así, en febrero de 2020, dijo que, mientras él gobernara, no se legalizaría el matrimonio igualitario.

Desde Al Descubierto, condenamos estos ataques constantes a los derechos de las personas LGBT, que han reforzado la discriminación estructural hacia estas personas. De hecho, los asesinatos y crímenes de odio están a la orden del día. Además, una encuesta del Centro Ruso para la Investigación de la Opinión Pública en 2018 desveló que el 63% de la ciudadanía rusa afirmaba que existía una conspiración para destruir los valores espirituales rusos a través de propaganda homosexual. En 2013, el 90% de los rusos apoyaban la legislación contra la propaganda homosexual.

Una situación que ha llevado a las personas LGBT en Rusia a una situación insostenible, llegando al punto de peligrar sus vidas y de verse obligadas a marcharse del país bajo el argumento de que su estilo de vida responde a la «decadencia de los valores occidentales», como lo describen diversos políticos y líderes de Rusia.

Nos sumamos así a las condenas de la Comisión de Venecia del Consejo de Europa, por el Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas y por grupos de derechos humanos, como Human Rights Watch y Amnistía Internacional, así como otras muchas asociaciones y activistas pro derechos LGBT, y exigimos la derogación de estas leyes y el desarrollo de un marco legislativo que proteja y ampare los derechos de las personas LGBT en Rusia para que puedan desarrollar una vida plena en igualdad.