“La casa de Bernarda Alba” censurada por la ultraderecha junto a cientos de libros en las escuelas de Florida
“La casa de Bernarda Alba”, la obra de Federico García Lorca publicada en 1945, ha sido víctima de la censura ultraconservadora en Florida juntos a cientos de libros.
El mítico libro del S.XX ha sido retirado de las bibliotecas municipales en el condado de Orange (EEUU), tal y como recoge El Salto. La obra ha sido acusada de exponer “conductas sexuales” una nueva categorización creada por las leyes ultraconservadores de Ron DeSantis, en este caso la llamada popularmente ley “Don’t Say Gay”, en una cruzada que el mismo gobernador ha llamado contra “la cultura woke”.
Esta ley pretendía inicialmente se publicitó con el objetivo de “proteger a los niños” mediante una mejor distribución del material, que este fuera el adecuado para los menores y aumentar los derechos de los padres. Muchas de estas cosas ya se aplicaban y la realidad es que ha transformado en una maquina de censurar libros y contenido, el objetivo real de la ley según distintos analistas.
Así esta censura por “conductas sexuales” ha sido la causante de la retirada de “La casa de Bernarda Alba”. Y aquí la cuestión es que se considera o no “conductas sexuales”. La administración DeSantis ha formado al personal para que catalogue los libros y los censure si consideran que es apropiado, animándolos a ser “excesivamente precavidos” ya que un error puede causarles graves perjuicios legales. De esta manera, cualquier material donde se atisbe algo sobre sexualidad está siendo víctima de esta censura. Además, cualquier libro que reciba una denuncia es retirado de los estantes de los colegios mientras dura su proceso de revisión, que puede durar hasta un año.
Gracias a este proceso, Florida se ha convertido en el líder nacional de libros retirados según la organización sin ánimo de lucro PEN América. Su último informe, revela que han habido 5.894 instancias para prohibir libros en los últimos 2 años escolares.
Más alla de «La casa de Bernada Alba»: 673 libros censurados
Cientos de autores y libros han sido víctimas de la censura, en coordinación entre entidades ultraconservadores tales como como Mom’s for Liberty o Citizens Defending Freedom. Estas han centrado sus esfuerzos en censurar cualquier contenido donde salgan personajes LGTBI+, minorías raciales, sexualidad o contenidos de igualdad.
Una censura que solo ha sido posible gracias a las leyes de Ron DeSantis, que además se han aumentado y han prohibido las enseñanzas de distintos contenidos de las escuelas, incluyendo referencia al género, la realidad LGTBI+ o la historia de la esclavitud en Estados Unidos siempre bajo la excusa de “proteger a los niños”. Este mismo eslogan de “proteger a los niños” es el que está siendo usado por otras líderes ultraconservadores como Víctor Orbán (del que Ron DeSantis es fiel seguidor) o Vladimir Putin.
De esta manera, junto a la casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca, se han retirado otros 673 títulos. Algunos muy emblemáticos y reconocibles como “La casa de los espíritus” y “Más allá del invierno”, de Isabel Allende, “Ángeles y demonios”, de Dan Brown, “Los pilares de la Tierra”, de Ken Follett o la saga “Juego de Tronos”. Otros autores que han caído ampliamente víctima de la censura ultraconservadora son Stephen King, Philip K.Dick, Margaret Atwood u Ellen Hopkins.
Esta ley es una fase más del “laboratorio de pruebas republicano” que se ha convertido Florida, donde las leyes más ultraconservadoras han sido aprobadas por DeSantis y una vez vistos sus efectos, aplicadas en otros estados republicanos. De esta manera, la censura de la ultraderecha no para de extenderse por los EEUU.
Para “La casa de Bernarda Alba” la censura por parte de la extrema derecha no es desconocida. La obra ya fue censurada en España durante la dictadura franquista.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.