La izquierda triunfa en las elecciones municipales italianas propinando un duro golpe a Meloni

Las recientes elecciones municipales italianas han significado un respiro para la centroizquierda, que ha conseguido importantes victorias en diversas ciudades importantes. La segunda vuelta de estos comicios, celebrada el 8 y 9 de junio, ha resultado en triunfos en varias grandes urbes, incluyendo algunas que llevaban años bajo el control de la derecha. Un resultado que ha proporcionado alivio a los progresistas tras una actuación discreta en las elecciones europeas que se celebraron simultáneamente.

Entre los triunfos más relevantes se encuentra la ciudad de Perugia, gobernada por la derecha durante una década, donde Vittoria Ferdinandi se convirtió en la primera alcaldesa de la ciudad. Asimismo, en Florencia, una de las ciudades más turísticas y culturalmente significativas de Italia, Sara Funaro del Partido Demócrata (PD) venció al reconocido historiador del arte Eike Schmidt, respaldado por la derecha. Además, otras localidades como Bari en Apulia, Vibo Valentia en Calabria y Potenza en Basilicata se sumaron a la lista de victorias de la centroizquierda.

La estrategia que ha llevado a estas victorias ha sido, en muchos casos, la cooperación entre el Partido Demócrata y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), un partido populista que en los últimos años ha adoptado posturas más de izquierda. Esta alianza ha demostrado ser eficaz en múltiples localidades, y en Perugia, por ejemplo, Ferdinandi contó con el apoyo de una coalición que incluía no solo al PD y M5S, sino también a cuatro listas cívicas y la Alianza de los Verdes y la Izquierda.

Las fuerzas de las coaliciones electorales

La unión entre el Partido Demócrata y el Movimiento Cinco Estrellas ha sido clave en estas elecciones municipales. Esta colaboración no es nueva, pero ha demostrado ser especialmente fructífera en esta ocasión. «Los electores de centroizquierda nos han demostrado que lo que quieren es unión», resumió Davide Baruffi, responsable del PD para los territorios. La líder del PD, Elly Schlein, celebró estos resultados como un gran éxito para su partido, subrayando que se trata de una inversión de tendencia que nadie había previsto.

Este enfoque ya había mostrado buenos resultados en Cerdeña, donde Alessandra Todde del M5S ganó en febrero pasado contra el candidato de la derecha, Paolo Truzzu. En esta ocasión, el objetivo principal de la alianza de centroizquierda ha sido frenar el avance de la derecha y de la extrema derecha en las administraciones locales. La fórmula de coaliciones amplias parece ser una receta efectiva para contrarrestar a la derecha, que ha gobernado en muchas de estas localidades durante años.

Sin embargo, la respuesta de la derecha no se ha hecho esperar. En vista de los resultados desfavorables, miembros de la mayoría gubernamental han sugerido la posibilidad de eliminar las segundas vueltas en futuras elecciones municipales. La propuesta sería que los candidatos que alcancen al menos el 40% de los votos en la primera vuelta sean declarados ganadores, con el argumento de que la participación en las segundas vueltas tiende a ser mucho menor. Aunque es una excusa, esta baja participación es un fenómeno preocupante que ha sido evidente también en estas elecciones, donde menos de la mitad de los electores ejercieron su derecho al voto.

Elecciones municipales italianas y un futuro incierto

La victoria de la centroizquierda en las elecciones municipales italianas ha sido un duro golpe para la primera ministra Giorgia Meloni y su coalición de derecha. El resultado en Florencia es particularmente simbólico, ya que la ciudad ha sido un bastión cultural y político significativo para la izquierda italiana. La derrota de Eike Schmidt, quien gozaba de una gran popularidad entre los florentinos, es un indicativo de las dificultades que enfrenta la coalición de la derecha para mantener su influencia en ciertas regiones.

Además de Florencia, la izquierda ha logrado victorias en otras ciudades importantes como Cremona en Lombardia y ha golpeado en feudos de la derecha como Perugia después de una década de gobierno conservador. Estos resultados son un presagio de lo que podría suceder en las próximas elecciones regionales en Umbría, previstas para finales de año. La recuperación de Perugia, en particular, es vista como un indicativo de un cambio de tendencia que podría influir en futuros comicios a nivel regional y nacional.

Sin duda uno de los problemas es la elevada tasa de abstención. Uno de cada dos electores se quedé en casa, resaltando la desafección política que se vive en Italia. Esta apatía electoral es un desafío tanto para la izquierda como para la derecha, ya que refleja una desconfianza generalizada en las instituciones y en el proceso político, lo que abona el terreno para nuevas formaciones de la derecha populistas, que se venden a sí mismas como antisistema, pese a ser parte propia del sistema.

En definitiva, una victoria de la izquierda en las elecciones municipales que ha pateado el tablero político italiano contra una derecha confiada que se veía en el mando por muchos años. Un resultado que puede hacer que los de Meloni utilicen vías antidemocráticas para mantenerse en el poder.