Atentado terrorista en Brasil: excandidato bolsonarista se inmola con un coche bomba en la Plaza de los Tres Poderes

Atentado terrorista en Brasil. Esta parece ser la principal conclusión del incidente mortal a pocos días de la cumbre del G-20 en Río de Janeiro ocurrido en La Plaza de los Tres Poderes, sede de las instituciones centrales de Brasil y escenario del intento de golpe de Estado bolsonalista de 2023.

Dos explosiones en la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, el centro político de Brasil, sacudieron al país en la noche de este miércoles causando la muerte de una persona. La Policía Militar brasileña ha calificado el incidente como un autoexterminio con explosivo y no ha confirmado oficialmente la identidad ni las motivaciones de la víctima. La primera explosión ocurrió cerca de la sede del Tribunal Supremo, seguido de una segunda detonación en un automóvil estacionado en las inmediaciones del Congreso, en el aparcamiento de uno de sus anexos. 

Este incidente, calificado de “atentado fallido” por medios locales provocó una respuesta de emergencia por parte de las fuerzas de seguridad, que evacuaron rápidamente las instalaciones del Tribunal Supremo y la Cámara de Diputados, donde se debatía una propuesta para ampliar las exenciones tributarias a las iglesias. Equipos de desactivación de explosivos y unidades de bomberos se desplegaron en el área, acordonando también el palacio de Planalto (sede del poder ejecutivo). Aunque las explosiones causaron alarma, las estructuras de vidrio de los edificios icónicos diseñados por el arquitecto Óscar Niemeyer no sufrieron daños significativos según las primeras evaluaciones.

Vinculación con el bolsonarismo

Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, fue identificado como el responsable de la explosión. Luiz, un ex candidato a concejal por el Partido Liberal, liderado por Jair Bolsonaro, detonó su propio vehículo en el estacionamiento cercano a la Cámara de Diputados. La Policía Civil del Distrito Federal (PCDF) confirmó que Luiz lanzó artefactos explosivos en dirección al Supremo Tribunal Federal (STF), aunque ninguno alcanzó el edificio.

Se destaca el perfil extremista y conflictivo de Luiz, quien había sido acusado previamente de organizar eventos masivos en plena pandemia, desatendiendo normas sanitarias en su ciudad natal, Rio do Sul. La fiscal Caroline Sartori lo describió como «negligente y temerario«, poniendo en riesgo la salud pública para obtener beneficios económicos.

En redes sociales, Luiz utilizaba el pseudónimo “Tiu França” y solía publicar mensajes cargados de odio, con amenazas explícitas hacia figuras públicas, a quienes tildaba de “viejos asquerosos”. En sus últimos mensajes, advirtió de un “ataque” e incluso mencionó que el “juego terminaría el 16/11/2024”.

El Supremo Tribunal evacuó a sus ministros tras el incidente, mientras la Explanada de los Ministerios fue cerrada por la Policía Militar. La investigación sigue en curso, y las autoridades aún no han vinculado el acto con una organización mayor, pero el perfil extremista de Luiz y su retórica violenta evidencian un patrón de radicalización individual. La escena, marcada por una vestimenta llamativa con símbolos de naipes, reflejó la gravedad del suceso y generó preguntas sobre la prevención de la violencia motivada por ideologías políticas.

Atentado terrorista en Brasil y la preocupación ante la cumbre del G-20

El atentado terrorista en Brasil, fallido, ocurre solo cinco días antes de la cumbre del G-20, que se celebrará en Río de Janeiro los próximos lunes y martes. El evento reunirá a líderes de las principales economías del mundo, incluyendo a los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, quienes han confirmado su asistencia. También se espera que la cumbre sea el escenario del primer encuentro oficial entre Lula y Javier Milei, el nuevo presidente de Argentina, en un contexto de incertidumbre y de posibles tensiones diplomáticas en torno a los extraditables brasileños refugiados en ese país.

El contexto político de Brasil ha estado marcado por la polarización desde el intento de golpe de estado del 7 de enero de 2023, cuando miles de simpatizantes bolsonaristas intentaron tomar por la fuerza las sedes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial en dicha plaza. Los incidentes de este miércoles refuerzan la preocupación por la seguridad en la capital y la posibilidad de nuevos ataques vinculados a extremistas de derecha. Más de 200 personas han sido juzgadas y sentenciadas por su participación en los ataques de 2023 y parte de los responsables han buscado refugio en Argentina, con la esperanza de que Javier Milei se niegue a extraditarlos, como ha solicitado la justicia brasileña.

Las explosiones en la plaza de los Tres Poderes no solo reavivan los temores de posibles ataques durante la cumbre y el peligro que representa la ultraderecha en América Latina sino que también plantean interrogantes sobre las medidas de seguridad en un momento en que Brasil busca mostrar estabilidad política ante la comunidad internacional.