Steve Bannon, estratega de Donald Trump, detrás del informe que denuncia que el coronavirus se creó en laboratorio
El nuevo informe de la viróloga china que lleva meses denunciando la creación del coronavirus en un laboratorio de su país refleja sus conexiones con la extrema derecha estadounidense. Dicho estudio, titulado “Características inusuales del genoma del SARS-CoV-2 que sugieren una sofisticada modificación en laboratorio en lugar de una evolución natural”, ha sido financiado por la Rule of Law Society. A su vez, esta organización está presidida por Steve Bannon, quien dirigiera parte de la campaña electoral del presidente estadounidense Donald Trump en 2016 y está considerado como el responsable de su estrategia para virar desde el conservadurismo tradicionalista de los republicanos hacia las consignas ultraderechistas de la alt-right.
Lavado de cara para la reelección
Steve Bannon, quien fundó la entidad en 2018 junto al multimillonario chino Guo Wengui, fue detenido durante el pasado mes de agosto por defraudar, presuntamente, el dinero de donantes que, supuestamente, estaba destinado a la construcción del muro en la frontera entre Estados Unidos y México. Por su parte, el promotor inmobiliario Guo Wengui colaboró con la suma de 100 millones de dólares para que la organización pudiera arrancar, tras haber abandonado China en 2015 al ser acusado de múltiples delitos entre los que se encontraban la violación, el secuestro, el lavado de dinero, el soborno y fraude.
Según sus inversores, el objetivo de la fundación de la Rule of Law Society es “recibir y exponer información sobre la corrupción, la brutalidad, las detenciones ilegales, las condenas excesivas, el hostigamiento y la falta de humanidad omnipresentes en los sistemas políticos, jurídicos, comerciales y financieros de China”. Un propósito muy conveniente para la campaña política de Donald Trump, quien se enfrenta a la reelección presidencial en noviembre. De hecho, desde el inicio de la pandemia, el mandatario estadounidense ha sido partidario de las teorías de la conspiración y ha repetido sin cesar que el coronavirus fue creado en un laboratorio chino y liberado como arma biológica para desviar la atención. Actualmente, Estados Unidos es el país del mundo que mayor tasa de contagios y presenta y más muertos acumula por la COVID-19. Frente a las acusaciones de mala gestión por parte de la administración Trump durante la pandemia, esta organización afín al estilo de gobierno del presidente encuentra una alianza en el informe de la científica Li-Meng Yan, en la que es su primera incursión en el campo de la virología.
Los argumentos científicos
Aunque, tras la revisión del mismo por parte de varios expertos, se descarta que ofrezca ninguna prueba que respalde las afirmaciones de su autora. En declaraciones a Maldita Ciencia, la investigadora de coronavirus en el Centro Nacional de Biotecnología, Sonia Zuñiga, advierte de que “el artículo no tiene ninguna evidencia científica sólida”. Así lo auguraban hechos como que el informe no haya sido publicado en ninguna revista científica acreditada (paso esencial para la revisión de este tipo de trabajo), ni haya sido replicado por equipos de investigadores externos para contrastar los resultados. “La mayor parte de las referencias que citan son o artículos que aún están en preprint (no revisados por pares) o fuentes similares, no publicaciones científicas; y cuando citan muchas publicaciones científicas es para decir que no se creen lo que dicen”, remarca Zuñiga.
Otros científicos también señalan a nivel internacional las falacias del texto y la falta de evidencias aportadas por sus autores. Este es el caso de un artículo publicado en el foro científico Virologic, según el cual “la evidencia genómica no apoya la posibilidad de que el nuevo coronavirus haya sido creado en un laboratorio”. El presidente de la Sociedad Española de Virología, Albert Bosch Navarro, explica además que es habitual la proliferación de la rumorología seudocientífica ante el descubrimiento de nuevos virus y crisis sanitarias. “Sucedió lo mismo cuando apareció el SARS en 2002 o la conocida como gripe A, la nueva variante de H1N1, en 2009”, declara.
En cuanto al recorrido de Yan, The South China Morning Post, uno de los principales medios de Hong Kong, desmiente que el gobierno chino persiga a la viróloga por difundir la verdad sobre el patógeno y sostiente que la científica abandonó la universidad de la región en enero de 2020, sin haber llegado a documentar ningún resultado en sus investigaciones.