Grupos neonazis intentan reventar una manifestación por la sanidad, siendo el único detenido un miembro de CGT
El sábado 27 de febrero estaba convocada una manifestación en defensa de la sanidad pública, organizada por la Coordinadora Anti Privatización de la Sanidad. Las concentraciones se habían convocado en toda España.
El único conflicto surgió en una de las 4 concentraciones convocadas en Madrid (las otras de Alcalá de Henares, Aranjuez y Cienpozuelos ocurrieron sin altercados), donde casi 300 personas se habían reunido ante la Consejería de Sanidad, en la calle Aduana, para ir hasta el Ministerio de Sanidad, en el Paseo del Prado.
La manifestación había desplegado pancartas en defensa de la sanidad pública mientras coreaban gritos como “la sanidad pública no se vende, se defiende”.
Todo iba bien y la manifestación se preparaba para recorrer el camino hasta el Ministerio cuando de repente aparecieron los problemas.
El grupo neonazi Bastión Frontal
Un grupo de una docena de neonazis pertenecientes al grupo Bastión Frontal, un grupo formado por jóvenes radicalizados ubicados en la extrema derecha identitaria, se quiso unir a la manifestación.
Este grupo ha sido señalado por la policía por su especial violencia y su entrenamiento en artes marciales, que usan para acosar y amedrentar a personas migrantes. Con ellos se encontraba Isabel Peralta, la joven falangista del acto de la División Azul que pronunció el discurso “el judío es el culpable”.
Aunque la policía se encontraba en medio, separando al grupo principal de la pequeña comitiva neofascista, no impidió que estos siguieran a la manifestación, invocando el derecho de los neonazis a manifestarse.
Los gritos de los manifestantes de la Coordinadora Anti Privatización de la Sanidad chocaban a veces con los mensajes contradictorios del grupo Bastión Frontal, ya que mientras los primeros pedían una sanidad universal para todos, los segundos la pedían solo para españoles.
Finalmente, cuando el grupo neonazi se puso solo a uno metros de la cola de la manifestación, los manifestantes de la Coordinadora pararon y coreando gritos como “fuera fascistas de nuestros barrios”, crearon un cordón humano de resistencia pasiva para impedir el paso del grupo neonazi.
Lo sorprendente de la situación en la manifestación por la sanidad, es que la policía creó otro cordón, pero empujando a los manifestantes de la Coordinadora y abriendo el paso a la comitiva neonazi.
La situación se tensó entre ambos grupos y en ese momento la policía detuvo a uno de los hombres del cordón.
Represión policial, siempre escorada a la izquierda
El detenido era Santiago de la Iglesia, representante de la Confederación General de Trabajadores (CGT).
Tanto CGT como la Coordinadora Anti Privatización de la Sanidad han denunciado el hecho, tildándolo de represión y alegando la extrema permisividad de la policía con los manifestantes neonazis a la vez que su implacabilidad con los manifestantes de izquierda.
Y esto nos lleva a pensar que existe un marcado sesgo ultraderechista en las fuerzas de seguridad del Estado. En el caso del Ejército Español y de la Guardia Civil, esto está más claro solo analizando su historia. En el de la moderna policía es más difícil de seguir. Pero hay evidencias.
Jusapol, el sindicato policial afín a Vox es primera fuerza entre los sindicatos policiales. También se puede recordar casos donde se han descubierto conversaciones privadas de agentes, siempre escorándose a la derecha o la extrema derecha, como el caso del chat de policía con insultos a Carmena y alabanzas a Hitler.
En el caso de otros países de nuestro entorno, como en Grecia o Alemania, la participación de distintos cuerpos de seguridad con la ultraderecha ha sido motivo de preocupación. En el caso de Grecia, con el ultraderechista Amanecer Dorado, se estimaba que de un 40% a un 50% de la policía votaba a este partido.
En el caso Alemán, el país germano se encuentra en constantes investigaciones sobre sus cuerpos por su participación con la extrema derecha. Esto les ha llevado a eliminar parte de una de sus secciones de élite y a suspender a decenas de agentes, como el caso de 29 policías alemanes suspendidos por participar en chats de contenidos ultraderechista.
En el caso español, todo induce a pensar que existe un buen número de agentes afines a las ideas ultraderechistas, lo que explicaría la permisividad de estos cuerpos con la extrema derecha.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.