La voluntaria de Cruz Roja que consoló a un migrante en Ceuta cierra sus redes tras la avalancha de amenazas y ataques
Estos días ha ocupado las portadas de diferentes medios y las publicaciones en redes sociales el conflicto en Ceuta, donde la llegada masiva de personas migrantes, que ha superado los 8.000, ha dejado imágenes y vídeos impactantes. Como es habitual, también ha supuesto un debate cruzado entre quienes optan por criminalizar a las personas procedentes de Marruecos, entre las cuales hay un alto porcentaje de menores de edad, o entre quienes intentan abordar el conflicto intentando comprender ambas partes.
De entre todas las imágenes que se viralizaron a raíz de lo sucedido en Ceuta, además de una cantidad muy importante de bulos y de noticias falsas, destacó la de una chica joven, voluntaria de la Cruz Roja, que salía abrazando y consolando a una de las personas que habían atravesado el paso fronterizo.
La fotografía fue publicada por el periódico El Mundo y, rápidamente, otros medios se hicieron eco de la misma, destacando el gesto humanitario que reflejaba en medio de un conflicto que había supuesto, de nuevo, una guerra entre dos bandos y una nueva ola de exabruptos por parte de Vox y afines.
Sin embargo, y aunque en general la fotografía tuvo buena acogida y se viralizó por su emotividad, también provocó una oleada de insultos y ataques xenófobos y racistas, acusaciones de falsedad e incluso amenazas por parte de la extrema derecha, tal y como publicaron desde elDiario.es y Público.
«Te lo querías follar», «lo vas a pagar caro» o «Europa no es una ONG» son algunos de los comentarios con los que varios usuarios respondían a la joven que, después de ayudar como voluntaria en Cruz Roja, declaraba en Twitter que la «ayuda humanitaria no es quitarse a las personas de encima, es atender sus necesidades y más en estas condiciones«.
Una prueba más de que el discurso de odio de la extrema derecha y su aceptación por parte de los medios e incluso por rivales políticos, está enraizando en la sociedad con consecuencias funestas en el día a día, que a la postre suponen un serio retroceso de derechos y libertades.
Tras esta oleada de insultos, Luna, que así se llama la joven, decidió cerrar sus cuentas personas de Instagram y de Twitter. Afortunadamente, estos hechos provocaron también una reacción positiva por parte de la comunidad de la conocida red social, que promovieron el hastag #GraciasLuna y dedicaron mensajes de ánimo y de apoyo.
También hay quien, por supuesto, aunque adopta un discurso contrario a la inmigración y se posiciona a favor de medidas duras al respecto en Ceuta, no ha caído en el insulto, la amenaza y la vejación para con quien piensa diferente.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.