Un grupo neonazi ucraniano reivindica la tortura y ejecución de Maxim Ryndovskiy, luchador de MMA, por ‘equidistante’
A lo largo del domingo de ayer, periodistas y algunos medios de comunicación se hicieron eco de unas imágenes que circularon a través de redes sociales extraídas de canales de Telegram donde aparecía Maxim Ryndovskiy, un conocido luchador de MMA de Ucrania, siendo torturado y retenido por varias personas.
Al tenor de los mensajes compartidos, un grupo neonazi ucraniano habría reivindicado el secuestro, la tortura y el asesinato del deportista de élite por una supuesta «equidistancia» en su postura en cuanto a la invasión de Rusia a Ucrania. Medios como Marca dan por sentado el terrible crimen: «fue fusilado un atleta e ídolo de la juventud, un judío».
Maxim Ryndovskiy es un luchador de artes marciales mixtas nacido en 1993, de la categoría de pesos medios. Su ficha de deportista puede encontrarse en la red, lo que permite identificarle rápidamente, especialmente por los tatuajes. Por desgracia, a fecha de publicado este reporte, todavía no hay noticias, ni comunicación oficial al respecto, más allá de la propia reivindicación del grupo neonazi, por lo que no se puede saber si realmente fue asesinado o no.
También circula el rumor que el luchador había entrenado en un club checheno MMA Ahmat, bastante conocido, pues alcanza casi el medio millón de seguidores en diferentes redes sociales y promociona grandes luchadores venidos desde Rusia, lo que se especula que podría haber motivado también al grupo neonazi.
El problema del neonazismo en Ucrania
Ucrania ha sido señalado durante años por investigadores, periodistas, expertos y varias organizaciones sociales y políticas por la presencia de varios grupos de corte neonazi y neofascista, como son Sector Derecho, C14 o Batallón Azov, que desde el mal llamado Euromaidán en 2014, han sido progresivamente integrados en las fuerzas de seguridad, como el ejército o la policía, además de ser colocados en puestos de poder político.
Estos grupos, a los que se responsabiliza de varios crímenes y abusos de poder, fueron utilizados como fuerza de choque en la guerra del Donbass, y siguen actualmente presentes en el choque de trenes con Rusia. De hecho, se ha reportado que militantes de Sector Derecho y Azov estarían combatiendo en el sureste, en Mauripol, frente al que se habrían unido neonazis españoles.
Recientemente, además, bajo la decisión política de Volodimyr Zelenski, el presidente de Ucrania, varios presos han salido en libertad con la condición de combatir contra Rusia, incluyendo la Unidad Tornado, un grupo neonazi cuyos miembros fueron apresados en 2016 por crímenes tan terribles como violación a menores de edad, a bebés, secuestro y tortura.
Desde que Zelenski accedió al poder en 2019, si bien el poder político de estos grupos había disminuido progresivamente y tanto Estados Unidos como otros países habían advertido del peligro que suponía que estos grupos se aprovecharan de los recursos económicos donados para el entrenamiento y rearme del ejército ucraniano, el estallido del conflicto con Rusia los ha puesto de nuevo en el foco.
Un problema que, de hecho, no se detiene solo en Ucrania: la extrema derecha rusa tanto institucional como extraparlamentaria, está apoyando con fuerza la guerra. Varios grupos neonazis, como el Movimiento Imperial Ruso o la Unidad Nacional Rusa, han estado enviando voluntarios para luchar junto a las milicias del Donbass, y ahora reivindican la completa anexión de Ucrania.
Sin duda, un crimen más a la pila de abusos y delitos cometidos por la extrema derecha que advierten del gran peligro de permitir que campe a sus anchas.
Enlaces y fuentes:
– Foto de portada: Maxim Ryndovskiy, luchador de MMA ucraniano. Autor: Desconocido. Fuente: Telegram
– Marca: marca.com/otros-deportes/2022/03/06/62249a5422601d561a8b459e.html
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.