José Luis Roberto, líder de España 2000, incita a sus seguidores a «tirar al Gobierno a hostias» y crear un «estado fascista»
El pasado sábado 17 de julio, el conocido líder ultraderechista valenciano José Luis Roberto Navarro, apodado «El Cojo», organizó una cena en un local de la capital del Turia para rendir homenaje al golpe de estado de Francisco Franco que, un 18 de julio de 1936, desencadenó la Guerra Civil y la posterior dictadura. Durante la misma, animó a todos los presentes a utilizar la violencia para acabar con el actual Gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos para implantar un «estado fascista».
El discurso de José Luis Roberto
«Mi nombre es José Luis Roberto y soy fascista», fueron las palabras con las que inició el encuentro, como se puede ver en un vídeo difundido por España 2000, partido neofascista de su creación, lo que fue respondido con un «olé» por parte de sus seguidores. «Seguro que hoy en ningún sitio de toda España, con las restricciones que hay […] se ha juntado tanta gente con tantos cojones y con tanto corazón como se han juntado en estos momentos en València», afirmó poco después.
En otro momento de su intervención, José Luis Roberto citó a Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo por Unidas Podemos. «La vicepresidenta segunda decía esta mañana que no tenemos que llamar patria, porque está mal dicho, tendremos que llamar matria». «Puta roja», gritó uno de los comensales.
«Cuando un país está gobernado como subnormales, es necesario que el pueblo llano se revele y, con la revolución y con la revuelta, los tire aunque sea a hostias y a patadas», continuó el líder ultraderechista. Los presentes se levantaron entonces y respondieron con un espontáneo Cara al sol, el himno de la Falange Española, haciendo el saludo fascista.
A continuación, retomó el discurso: «vivimos momentos peligrosos, vivimos momentos cruciales para hombres y mujeres con valor», continuó, «España está, y estará, al borde del caos». Después de atacar al globalismo, a las personas extranjeras, a las minorías y a los movimientos independentistas, el líder ultraderechista argumentó que la solución era instar a las «fuerzas nacionales a que se pongan en pie para defender su nación, para defender su patria y para tirar a esta gente» e instalar «el corporativismo nacional, lo que se llamaba antiguamente el estado fascista». «¡Viva España!», se oye gritar a una mujer en ese momento durante un aplauso.
«Por eso nosotros seremos las víctimas o los elegidos del mañana», dijo poco después, «en función» de ser «como un ejército regular y hacer lo que tengamos que hacer», con «los mayores colaborando para que las cosas funcionen y los jóvenes siendo el bastión frontal o la vanguardia para que las cosas cambien».
José Luis Roberto, líder de la ultraderecha valenciana
José Luis Roberto Navarro es un dirigente histórico del movimiento neofascista en Valencia. Fundó España 2000 en el año 2002, pero este empresario ya estaba involucrado en los movimientos y grupos neonazis y ultraderechistas de los años 80 y 90 en Valencia. Aunque ya no dirige la organización y aunque nunca llegó a ocupar ningún cargo, sus escritos en prensa y sus acciones tuvieron repercusión en la escena política y social valenciana.
A esta conclusión se ha llegado en un estudio sobre la ultraderecha en España publicado por la Fundación Rosa Luxemburgo y coordinado por el periodista Miquel Ramos y donde Al Descubierto participó. La investigadora Nora Rodríguez reflejó en su informe numerosa información sobre España 2000 y José Luis Roberto.
“Nunca ocupó ningún cargo más allá de la presidencia del partido, pero es un personaje muy popular por su actividad empresarial al mando de una de las empresas de seguridad más conocidas de España (Levantina de Seguridad) y sus estrechos vínculos con el poder político y empresarial, sobre todo en el País Valenciano”, subraya. También son conocidos sus vínculos con el negocio de la prostitución.
Hace poco volvió a salir en los medios porque la Audiencia Provincial de València lo imputó como presunto autor de un delito de odio en el marco de una concentración contra el islam que dicha formación celebró en diciembre pasado. «Libertad de expresión no es odio. El odio lo profesan ellos», afirmó desde las redes sociales tras conocerse esta noticia.
También se supo que ofrece a su militancia “cursos prácticos” donde enseña técnicas de lucha para actuar como una “guerrilla urbana” y así poder hacer frente a los “enemigos” en lo que llaman una “guerra en las calles”.
España 2000, que se caracteriza por un ideario xenófobo, racista, ultraconservador y ultranacionalista, impartió los pasados 24 y 25 de abril su primer curso sobre “defensa urbana” en un gimnasio de la capital del Turia, cuya localización únicamente fue comunicada a las personas seleccionadas de entre los aspirantes del partido. Por su lado, la organización del curso estuvo a cargo de la Dirección de Protección y Seguridad (DPS) de España 2000.
Hoy en día, José Luis Roberto Navarro sigue muy presente en las concentraciones neofascistas que se dan en la capital del Turia, así como en prácticamente todas las protestas que se dirigen contra el gobierno. Por ejemplo, estuvo presente en las concentraciones del sector de la hostelería o en la manifestación fascista del barrio de Benimaclet de principios de abril.
En las elecciones generales de 2019 pidieron su voto para Vox.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.
Disfruten de la democracia burguesa. Toda idea merece respeto, auqneu no se esté de acuerdo con ella. ¿No era algo así?
Pero luego Stalin, cuando metió a toda esta gente y sus seguidores en el gulag, era un tirano. Ya…
En fin, todos estos energúmenos en el fondo son el fruto de lo que el PP y el PSOE + Podemos han sembrado. Ciscarse en España, llenar el país de extranjeros sin oficio ni beneficio que trabajan más barato que los nativos, gastarse el dinero público en rescates a bancos y otras empresas, dar a extranjeros los mismos derechos de accesos a prestaciones sociales que a los «indígenas», proteger al okupa más que al obrero hipotecado, al pandillero y al que abre cabezas a pedradas para robar móviles que al trabajador que ha pagado medio salario para comprarse el móvil, fomentar que al pueblo le digan que en ciertas regiones de su país tiene que ser extranjero, no ciudadano, que le digan a una mujer maltratada que va a tener que compartir la ayuda estatal con un travesti, o ni eso, que se siente mujer, etc, etc… Todas esas cosas, han alimentado a la bestia.
Vox no existiría y los fascistas no estarían tan envalentonados si la izquierda estuviese haciendo políticas de izquierdas (que el internacionalismo obrero es ayudar a los obreros del mundo a hacer la revolución, no traerse a los analfabetos del mundo a España) y el voto obrero no se estuviese escorando hacia la derecha más extrema, como ha pasado en Francia.
En conclusión: esta gentuza son el fruto que las políticas estúpidas, corruptas, progres y liberales, han producido. O gana peso la izquierda real materialista, racionalista y de corte jacobino que empieza a ganar adeptos sobre todo entre gente joven con cierta formación teórica política y filosófica, o esto irá a más y más, y no tiene pinta de que vaya a acabar bien la cosa…
Roberto, quien hace unas semanas se viralizaba por la Audiencia Provincial de Valencia imputarlo como presunto autor de un delito de odio en el marco de una concentracion contra el islam en diciembre, se dirigio a sus seguidores en el ultimo homenaje a la dictadura franquista: Mi nombre es Jose Luis Roberto y soy fascista , dijo para empezar. Tuvo tiempo para llamar puta roja a Yolanda Diaz, a los gobernantes del pais subnormales , y llamo a las armas a sus seguidores. Es necesario que el pueblo llano se revele y, con la revolucion y con la revuelta, los tire aunque sea a hostias y a patadas , afirmo. La respuesta de sus seguidores fue cantar el Cara al sol con el brazo en alto.