Informe advierte de amenazas antidemocráticas que podrían desencadenar el caos electoral en Estados Unidos

Un nuevo informe de United Democracy Center y de Protect Democracy, asociaciones dedicadas a la defensa de la democracia en Estados Unidos, han advertido de que el Partido Republicano está apoyando reformas electorales que ponen en peligro los procesos electorales.

Este informe asegura que en 2021 se aprobaron al menos 32 leyes en 17 estados que quitan al funcionariado técnico encargado de la supervisión electoral para que se encarguen de ello las legislaturas controladas por el partido. Pero es que, en los primeros siete meses del año 2022, se han presentado al menos 244 proyectos de ley similares, de los cuales 24 se han aprobado ya.

Los expertos de estas asociaciones, entre ellos, Victoria Basseti, la asesora principal de United Democracy Center, aseguran que estas leyes, implementadas especialmente por políticos del Partido Republicano cercanos al ex presidente Donald Trump y que sostienen la teoría de la conspiración de que hubo fraude en las elecciones de 2020 en las que ganó Joe Biden, da herramientas legales para facilitar la anulación de futuros procesos electorales. Es decir, a su juicio, facilita la «subversión electoral».

Y es que, las mid-term o «elecciones parciales» que se celebran en noviembre están catapultando a multitud de candidatos de extrema derecha, negacionistas y conspiracionistas. Las primarias que están celebrando los partidos entre agosto y septiembre para postular candidaturas están revelando el vuelco del Partido Republicano hacia este punto, lo que podría traducirse en una pérdida de la calidad democrática y en un perjuicio para el votante estadounidense. De momento, uno de cada cuatro candidaturas de este tipo venció en las primarias.

Algunos ejemplos son Mark Finchem, de Arizona, quien dijo que no habría certificado la victoria de Joe Biden en el estado; o Kristina Karamo, de Michigan, afirmó haber sido testigo de fraude electoral en las elecciones de ese estado en 2020. Finchem y Karamo son candidatos a la secretaría de Estado por el Partido Republicano. También está el caso de Doug Mastriano, candidato de extrema derecha a gobernador de Pensilvania, y que ha destacado por su apoyo a Trump en su intento de subvertir las elecciones de 2020. Ejemplos de todo lo que está por venir

Amenazas a funcionariado público de Estados Unidos

Junto a esta peligrosa tendencia, otro informe de Brennan Center for Justice revelaba que al menos 1 de cada 6 trabajadores públicos encargados de los procesos electorales ha recibido amenazas y ataques, y más de la mitad reportaron acoso a través de las redes sociales, por teléfono o incluso en el propio puesto de trabajo.

Esto se ha traducido en un aluvión de dimisiones y peticiones de jubilación anticipada ante la llegada de las elecciones parciales en noviembre, como ha sucedido con los tres principales funcionarios del estado de Texas, que ya han renunciado por amenazas y acoso.

Así, la criminalización de los trabajadores públicos, que siempre han sido considerados como los más imparciales, objetivos y no partidistas en los procesos electorales, se suma a la aprobación de una serie de leyes que les quita competencias, dificulta su labor y resta fondos para el buen desarrollo de los mismos, lleva inevitablemente a una degradación de la calidad democrática.

Además, declaraciones de Olivia Troye, ex asesora de Seguridad Nacional y Contraterrorismo durante la administración de Trump, aseguró que esto además podría facilitar la interferencia de agentes extranjeros, campañas de desinformación, bulos, «fake news» y otro tipo de injerencias.

Varias personalidades de hecho han señalado este intento de seguidores de Trump y elementos ultraderechistas como una forma de socavar la democracia y retorcerla hacia intereses ajenos a los de la mayoría de la población, utilizando al Partido Republicano y la manipulación mediática. Un caos electoral que se avecina con las elecciones parciales a la vuelta de la esquina.