Sindicatos de la Policía y Guardia Civil acuerdan manifestarse contra el gobierno tras reunirse con el PP

Nuevos movimientos de la Policía y la Guardia Civil para preparar un “invierno caliente” antes de las elecciones municipales. Representantes de la Policía y la Guardia Civil se reunieron con el Partido Popular en su sede de la calle Génova, tal y como recoge elDiario.es. Una reunión que fue tratada con el máximo de los secretos por parte de la formación conservadora.

La reunión fue convocada esta pasada semana, en plena crisis de legitimidad del Tribunal Constitucional y antes del secuestro de la votación en el Senado.

En principio, la reunión fue para que los 9 representantes de los sindicatos de la Policía y Guardia Civil (5 y 4 respectivamente) se presentaran ante Feijóo. Pero se habló de mucho más. Los representantes (que fueron finalmente 8 ante la enfermedad de uno de ellos) fueron recibidos por Esteban González Pons y llevados a las entrañas de Génova.

Poco después se les unió el líder del PP. Este habló con los policías y les transmitió sus apoyos. Además de presentarse, los policías estuvieron bastante interesados en hablar sobre los cambios de la conocida como “Ley Mordaza” (Ley de Seguridad Ciudadana) que, según los agentes, les impedirá realizar sus labores y restará autoridad.

Tras esta reunión, algunos representantes de la Policía y Guardia Civil dijeron sentirse motivados por Feijóo para movilizarse.

Así y según las informaciones de elDiario.es, pidieron una sala aparte sin políticos para poder deliberar.

Policía y Guardia Civil consideran vital mantener la ley mordaza

Los representantes de la policía y la Guardia Civil se reunieron durante horas. Allí hablaron de la importancia de recuperar la unidad de acción contra el gobierno para conseguir sus objetivos.

Según los agentes, son tres puntos los más relevantes. El primero de ellos es evitar la reforma de la Ley Mordaza. Esta ley ha sido polémica desde su nacimiento por autoritaria, además de condenada por diversas organizaciones de derechos humanos e instancias europeas.

Por su parte, Policía y Guardia Civil la consideran necesaria. Además, dicen que no podrían realizar su trabajo sin ella y que su reforma les restaría autoridad, algo dudable sabiendo que el texto entró en vigor el 30 de marzo de 2015 en sustitución de la Ley Orgánica sobre protección de la seguridad ciudadana de 1992.

Otros de los puntos calientes es la llamada “equiparación salarial”. Los agentes consideran que es injusto que algunos cuerpos autonómicos cobren más que otros cuerpos de escala estatal. La realidad es que los sueldos de los funcionarios varían en gran medida según el lugar donde ejerzan sus labores, pudiendo cobrar sueldos relativamente distintos por el mismo trabajo en distintas zonas.

La última queja viene por la promesa de transferir las funciones de Tráfico a la Policía Foral de Navarra antes del 31 de marzo de 2023. Un acto que fue tildado de “traición” por parte de la derecha y de “expulsión de la Guardia Civil”. Esto último es totalmente falso, ya que el resto de competencias de la Guardia Civil se mantienen.

Además, esta petición es una reivindicación histórica de los partidos de Navarra que lleva negociándose desde al menos 2018. Pero los intentos son bastante anteriores. Por ejemplo, en el año 2002, el entonces presidente del Gobierno José María Aznar se reunió con el presidente de UPN. Este luego habló con la prensa del resultado de la reunión, sintiéndose contento por las promesas de desarrollo estatutario y que Navarra recibiría las competencias de tráfico.

Agitación callejera en año electoral

Una marca de este año antes de las elecciones municipales está siendo la agitación callejera promovida por las derechas.

El principal agitador de estas manifestaciones ha sido Vox, que ha lanzado iniciativas con escaso éxito. Un de estas primera iniciativas fue el paro patronal de los camioneros convocado por Manuel Hernández, el ex empresario afín a Vox. Este “paro patronal indefinido” duro 36 horas antes de ser desconvocado.

Vox también convocó una manifestación en Barcelona contra el gobierno de Pedro Sánchez. Esta fue un fracaso con apenas 300 asistentes.

Por último, Vox convocó una gran manifestación en Colón y en todas las capitales de provincia también contra el gobierno. Finalmente fue un fracaso en la mayoría de capitales y solo salvó los muebles en la Plaza de Colón.

Pese a eso, el resultado fue de lo más discreto, con unos 25.000 asistentes cuando en años anteriores la derecha había conseguido convocar a más de 200.000 personas.

Aunque el PP decía no secundar la estrategia de agitación callejera, si está empujando a sus terminales mediáticas más radicales a hacerlo.

Por esta razón, el lobby de Jaime Mayor Oreja, Hazte Oír y la plataforma de Rosa Díez (entre otros) se manifestarán el 21 de enero contra el gobierno de Pedro Sánchez. Una estrategia de agitación a la que se unen ahora sectores de la policía y Guardia Civil como medida de presión para conseguir un cambio electoral.