Las personas conservadoras están más desinformadas y sesgadas ideológicamente según un estudio

Este jueves, las revistas científicas Nature y Science han realizado una serie de publicaciones en torno a unas investigaciones sobre el papel que juegan las redes sociales en la vida política y democracia estadounidense donde han concluido que las personas conservadoras o de derechas presentan más grado de desinformación que otras vinculadas a otros lados del espectro ideológico.

En el artículo US.2020 Facebook and Instagram Election Study , estudio en el que han participado hasta dieciséis académicos de universidades del país en asociación con Meta, empresa matriz de Facebook, ha llegado a la siguiente conclusión: los usuarios de redes políticamente conservadores están más segregados y desinformados, al parecer como consecuencia de los bulos y las fake news, que el resto.

Para la serie de cuatro estudios que se han realizado simultáneamente, se ha analizado las actividades de 208 millones de personas en Estados Unidos en el año 2020, concretamente durante el proceso de elecciones presidenciales que terminó con la derrota del ultraderechista Donald Trump. Además, para garantizar la independencia del estudio y de los investigadores, los experimentos se han registrado previamente y Meta ha sido imposibilitada a restringir o censurar los hallazgos.

El sesgo de las personas conservadoras

La conclusión es contundente y ha sorprendido incluso a los propios investigadores. Y es que los usuarios políticamente de derechas consumieron y compartieron hasta el 97% de las informaciones engañosas, etiquetadas así por los propios trabajadores de Meta. Esto significaría que los usuarios políticamente conservadores están “mucho más segregados y encuentran muchas más desinformaciones en la plataforma”, exponen en el texto.

En relación con la red social de Facebook, afirman que “está sustancialmente segregada ideológicamente, mucho más de lo que han revelado anteriores investigaciones sobre el consumo de noticias en Internet basadas en el comportamiento de navegación”. Con relación a los algoritmos, el estudio confirma que sus modificaciones también favorecen el contenido ubicado más a la derecha del espectro político, lo que coincide con otros estudios realizados en YouTube o Twitter, este último confirmado por la dirección anterior a Elon Musk.

El estudio también lanza conclusiones interesantes en lo referente al contraste ideológico. Así, con respecto a las personas de ideología liberal (teniendo en cuenta que, en EEUU, la dicotomía izquierda – derecha se traduce en la dicotomía liberales – conservadores) los investigadores señalan una asimetría: con “un rincón sustancial del ecosistema de noticias consumido exclusivamente por los conservadores; y la mayor parte de la desinformación existe dentro de este rincón, que no tiene equivalente en el lado liberal”.

Por lo tanto, se puede afirmar sin rigor a equivocarse, que en el contexto estadounidense los bulos, desinformaciones y fakes news, son un fenómeno primordialmente conservador, sin equivalencia estadística en otros espectros políticos.

Es probable que esta conclusión pueda extrapolarse a otras realidades políticas, como la europea o la sudamericana, donde las fuerzas, partidos e ideas ultraconservadoras o de extrema derecha están sustancialmente vinculados al fenómeno de la desinformación y el pensamiento conspiracionista y negacionista, por lo que el empleo de bulos se termina convirtiendo en un pilar esencial de su discurso político.