Gran revés electoral para la ultraderecha en Italia: victoria de la izquierda en Cerdeña

La coalición ultraderechista, liderada al máximo nivel por Giorgia Meloni, líder del partido Fratelli d’Italia, sufrió una sorprendente derrota en las elecciones regionales de Cerdeña, marcando así un hito en su racha de victorias. La coalición, compuesta además por la Lega de Matteo Salvini y Forza Italia del ya fallecido Silvio Berlusconi, perdió ante una coalición de izquierda liderada por Alessandra Todde del Movimiento 5 Estrellas (M5S) y apoyada por el Partido Democrático, Izquierda-Verdes y otros grupos progresistas. Con un estrecho margen del 0.4%, Todde se convirtió en la primera presidenta mujer de la isla.

El resultado sorprendió a muchos, ya que se esperaba que Meloni mantuviera su dominio político en la región, especialmente después de su éxito en las elecciones generales. Sin embargo, la elección de Paolo Truzzu como candidato de Meloni puede haber sido un factor decisivo en la derrota, ya que Truzzu perdió por más de 20 puntos frente a Todde en la capital de la isla, a pesar de ser el alcalde en ejercicio.

Tensiones entre las fuerzas derechistas

La derrota de la derecha en Cerdeña no solo sorprendió al escenario político italiano, sino que también desencadenó tensiones internas y acusaciones mutuas dentro de la coalición derechista.

La imposición de Paolo Truzzu como candidato por parte de Giorgia Meloni, sobre el preferido de la Lega, Christian Solinas, ha suscitado fuertes debates y reproches. Meloni culpó a la Lega de desmovilizar el voto en Cerdeña, argumentando que sus estrategias no fueron lo suficientemente efectivas para movilizar a la base electoral. Además, los resultados revelaron diferencias significativas entre los votos obtenidos por Truzzu y los de la coalición derechista en su conjunto, lo que ha llevado a especulaciones sobre posibles divisiones internas y la elección del candidato.

Por su parte Truzzu, en un gesto de responsabilidad, reconoció errores en su campaña y trató de calmar las aguas, señalando la necesidad de una reflexión profunda dentro de la coalición para abordar las lecciones aprendidas de esta derrota. Esta situación podría alterar el equilibrio y la cohesión interna de la coalición derechista para futuras elecciones, generando incertidumbre sobre su futuro político y planteando interrogantes sobre la dirección que tomará el liderazgo de Meloni y Salvini frente a los próximos desafíos electorales.

También se ha señalado la campaña publicitaria de las elecciones, centrada en la propia figura de Meloni con en el eslogan «Forte e fiera» (fuerte y orgullosa), lo que también podría haber jugado un papel en su derrota. Algunos críticos políticos de la coalición consideran que esta estrategia de centralizar el poder en torno a Meloni pudo haber alienado a algunos votantes y restado atención a la gestión y propuestas locales.

La izquierda recupera el aliento en Cerdeña

Por otro lado, la victoria de Todde representa un impulso significativo para la coalición de izquierda, especialmente para el M5S y el Partido Democrático. La alianza entre estas dos fuerzas políticas, liderada por Elly Schlein, demostró su efectividad al lograr un triunfo en una región históricamente dominada por la derecha. Este éxito podría tanto fortalecer la posición de Schlein como fomentar una mayor cooperación entre los partidos de izquierda de cara a futuras elecciones.

Una fórmula de coalición que hasta ahora se había rechazado por haber fracasado en el pasado pero que esta vez funcionó, dando un mensaje claro sobre la importancia de la unidad y el uso de estrategias efectivas conociendo el sistema legislativo italiano. De hecho, el ignorar este sistema fue lo que propició una holgada victoria de la coalición ultraderechista las pasadas elecciones generales, al concurrir una multitud de coaliciones y partidos de izquierda frente a una única coalición de signo contrario.

Así, en un lado, Giuseppe Conte, líder del M5S, celebró la victoria como un triunfo el futuro de Italia y la coalición. En el otro lado, esta derrota plantea dudas sobre la capacidad de Meloni para mantener su liderazgo en la coalición y la aceptación de la acción de su gobierno.