Dani Alves condenado a 4 años y medios de cárcel por agresión sexual

Dani Alves condenado por agresión sexual. Esta ha sido la contundente sentencia de este caso que fue centro de la polémica durante semanas. Tras varios días de juicio en la Audiencia de Barcelona, el tribunal de la sección 12 ha condenado al exfutbolista brasileño a cuatro años y seis meses de prisión por agresión sexual. Este fallo marca el final de un proceso legal que ha durado meses y que ha mantenido en vilo a la sociedad.

Durante el juicio, que se llevó a cabo entre el 5 y el 7 de febrero, se escucharon testimonios desgarradores por parte de la víctima y su prima. La joven de 21 años relató cómo Alves la agredió sexualmente en el baño de la discoteca Sutton de Barcelona la noche del 30 de diciembre de 2022. Las declaraciones, con profundo peso emocional, revelaron la angustia vivida por la víctima durante aquel fatídico encuentro.

La sentencia, dictada por un tribunal compuesto por tres magistrados, ha sido meridianamente clara. Se considera probado que Alves agredió sexualmente a la joven, causándole lesiones físicas y psicológicas significativas. El tribunal ha destacado la gravedad de los hechos y ha subrayado la ausencia de consentimiento por parte de la víctima, haciendo hincapié en el uso de la violencia por parte del acusado.

Además de la pena de prisión, Alves deberá cumplir cinco años de libertad vigilada una vez finalice su condena. También se le ha impuesto una orden de alejamiento de la víctima durante nueve años y seis meses, así como el pago de una indemnización de 150.000 euros por daños morales y físicos. Esta sentencia marca un hito sobre la impunidad de las grandes estrellas, máxime en un caso como este, donde la víctima fue puesta en duda durante todo el proceso.

El infierno de la víctima: secuelas y lucha por la Justicia

La joven agredida por Dani Alves ha enfrentado un auténtico calvario desde la noche en la discoteca Sutton. Su vida se ha visto trastornada por el trauma y el sufrimiento causados por la agresión sexual. Desde el momento en que denunció los hechos, además de tener que soportar la carga de una violación, ha sido puesta en duda por una parte de la sociedad, especialmente hombres jóvenes y grupos de extrema derecha, especialmente de la conocida como “manosfera”.

El ataque ha dejado huellas profundas en su salud mental y emocional. Los informes psiquiátricos revelan un diagnóstico de estrés postraumático, ansiedad y depresión. Ha experimentado episodios de angustia y terror, y su capacidad para llevar una vida normal se ha visto severamente afectada.

A nivel físico, las lesiones sufridas durante la agresión han requerido tratamiento médico y han dejado marcas visibles en su cuerpo. Un dolor físico que se suma al trauma emocional de lo vivido.

Además de enfrentarse a sus propios demonios, la joven ha tenido que lidiar con la presión mediática y el escrutinio público. La exposición constante en los medios ha añadido una capa adicional de estrés a su ya difícil situación, dificultando aún más su proceso de recuperación.

La “manosfera” en apoyo a Dani Alves

Esto es especialmente llamativo con el caso de ciertos individuos que no han dudado un momento en defender a Alves y poner en duda a la víctima pese a que el futbolista cambio de versión una y otra vez desde su inicio.

Como en el caso de Jenni Hermoso, este apoyo se ha concentrado en grupos de la “manosfera”:  hombres, de jóvenes a mediana edad, tendencia derechista o ultraderechista y con una profunda misoginia hacia las mujeres. A estos se han sumado distintos comunicadores e influencers ultras, que desde el minuto uno, utilizaron su visibilidad para atacar a la víctima, al feminismo y utilizando el falso relato de que “el hombre es la víctima y no puede defenderse”, pese a ser un caso evidente de violación donde el condenado no tardó de dar bandazos en sus declaraciones.

Un proceso que ha podido ser llevado a cabo gracias a valentía y la determinación de la víctima pese a la importancia de su agresor y el ruido mediático en contra. Como en el caso Jenni Hermoso, las mujeres han demostrado que no volverán a callarse antes los comportamientos ausentes de consentimiento, sea un beso o una violación y por más ruido que ciertos sectores lancen contra la víctima.