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La extrema derecha se convierte en segunda fuerza tras las elecciones europeas

Las elecciones europeas, que se celebraron entre el pasado 6 y el 9 de junio, han resultado en un parlamento inclinado hacia la derecha, con un notable incremento en la influencia de los partidos de extrema derecha y un Partido Popular Europeo (PPE) fortalecido.

Según los datos preliminares, el PPE gana ocho escaños adicionales y se mantiene como la primera fuerza en el Parlamento Europeo con 184 escaños. Los socialistas europeos les siguen con 139 escaños, los mismos que en 2019. Por su parte, el grupo Identidad y Democracia (ID), liderado por Marine Le Pen, aumenta en nueve asientos consiguiendo 58 representantes, mientras que el grupo de Reformistas y Conservadores Europeos (ECR), liderado por Giorgia Meloni, sube cuatro y se queda en 73.

Los grandes perdedores de las elecciones europeas han sido, sin duda, las formaciones de centro y Los Verdes. Renovar Europa (RE) ha obtenido 80 escaños, dejándose 22 en el e proceso, mientras que Los Verdes/Alianza Libre Europea ha obtenido 52 tras dejarse 19 asientos en el proceso, lo que da lugar al Parlamento Europeo menos ecologista en mucho tiempo.

Finalmente, el grupo de La Izquierda, que reúne a formaciones tanto socialdemócratas como de extrema izquierda, prácticamente se ha mantenido, perdiendo un escaño con respecto a 2019 y quedándose en 36 asientos.

La extrema derecha ocupará casi el 25% del Parlamento Europeo

Así, la suma de todas las formaciones de ultraderecha superarían a los socialistas, ya que a estos 131 escaños habría que añadir los 15 escaños de Alternativa para Alemania (AfD) y los 11 de Fidesz, el partido de Víktor Orbán, primer ministro de Hungría, que se mantendrán en no adscritos. Junto a otros partidos políticos minoritarios ubicados también en este grupo, la ultraderecha anotaría 175 escaños, lo que le valdría la representación del 24,3% del Europarlamento.

Esta victoria de la extrema derecha ha tenido especial resonancia en tres países: Francia, Italia y Austria.

En el país galo, Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen ha obtenido 30 escaños y el 32,4% de los votos, más del doble que la formación del presidente Emmanuel Macron, que ha obtenido el 15,2% de los votos. Aunque no es la primera vez que Le Pen gana las elecciones europeas, pues ya lo logró en 2019 y en 2014, Macron anunció la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones anticipadas.

En Austria, el Partido de la Libertad (FPÖ) de Herbert Kickl ha logrado ser primera fuerza con un 25,7% de los votos, lo que le ha permitido conseguir tres escaños más que en 2019. El FPO, que cayó en las elecciones presidenciales austríacas de 2022 ante el ecologista Alexander Van der Bellen, se impone ahora como principal partido del país a mitad de legislatura.

En cuanto a Italia, Hermanos de Italia (FdI) de Meloni no ha dado ninguna sorpresa. La líder del partido neofascista ha catapultado su partido hasta hacerse con 14 asientos más y el 28,6% de los votos, consiguiendo un total de 24, si bien es cierto que le ha seguido de cerca el Partido Democrático, de centro izquierda, que también ha subido en asientos.

La líder ultraderechista Giorgia Meloni también ha ganado las elecciones en Italia, donde los sondeos apuntan a una holgada victoria con el 28,6% de los votos y 14 escaños más. La también ultraderechista Lega, de Matteo Salvini, ha perdido 14 escaños, aunque sigue captando el 8,8% de los votos.

Otros países dignos de mención donde la extrema derecha ha crecido en estas elecciones europeas son Alemania y Países Bajos.

En el primero, Alternativa para Alemania (AfD), expulsada de Identidad y Democracia por comentarios que fueron considerados de apología al nazismo, se ha hecho con seis escaños más que en 2019 con un total de 15 y el 15,6% de los votos, quedándose en segunda posición pero todavía lejos del partido demócrata cristiano, que ha obtenido el doble de votos.

Por su parte, Países Bajos sigue revalidando el crecimiento del Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders, quien ganara las elecciones del país en 2023. Esta vez, ha obtenido el 17,7% de los votos y seis asientos, lo que supone una bajada al segundo puesto y una pérdida de unos cinco puntos con respecto a dichas elecciones. No obstante, es mucho mejor resultado que en 2019, donde el PVV no obtuvo representación.

En el resto de países, la extrema derecha se ha mantenido, como es el caso de Hungría, Dinamarca o Bélgica, o ha aguantado con pocas pérdidas, como en el caso de Suecia. Sí ha perdido en Polonia, donde Ley y Justicia (PiS) se ha dejado cinco escaños y ha bajado por primera vez en una década de la primera posición, obteniendo 20 asientos, uno menos que Coalición Cívica de Donald Tusk, el primer partido de las últimas elecciones generales.

Las elecciones europeas en España

En España, la extrema derecha también puede presumir de subida, aunque no especialmente relevante. Vox ha pasado del 6,21% al 9,6% de los votos, pasando de 4 a 6 escaños, aunque muy lejos del 12,4% obtenido hace un año en las últimas elecciones generales o incluso del posible sorpasso al PP vaticinado entre 2021 y 2022, lo que certifica la lenta defunción de la formación ultraderechista, que no deja de acumular crisis internas y polémicas.

Sin embargo, el espacio ultraconservador ha visto nacer otra iniciativa. Se trata de la agrupación de electores Se Acabó la Fiesta, liderada por el influencer Luis Pérez, más conocido como Alvise Pérez, que se ha hecho un hueco con unos 800.000 votos (el 4,6% de los sufragios) y tres escaños, que en parte podrían explicar la bajada de Vox con respecto a 2023. Alvise, conocido por sus ideas radicales y la difusión de bulos y fake news a través de sus redes sociales, acumula diferentes condenas y procesos judiciales que serán aparcados tras la obtención de su condición como europarlamentario.

El discurso de la ultraderecha en Europa

El crecimiento de la extrema derecha ha alertado tanto a las formaciones tradicionales de centro izquierda y centro derecha en Europa como también a las fuerzas de izquierda y, en general, a aquellas personas y agrupaciones que sostienen un discurso basado en los derechos humanos, las libertades civiles y el respeto a los valores europeos.

Si bien la unidad de estas formaciones es complicada principalmente a la división existente entre estas por cuestiones como la política exterior o sus posiciones respecto al proyecto europeo, Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ya ha anunciado una alianza entre conservadores y socialdemócratas para aislar a la extrema derecha.

Las razones de este ascenso copan las columnas de opinión y los espacios de debate. Más allá de estrategias políticas y comunicativas, un rápido análisis de los discursos de las principales fuerzas de ultraderecha europeas deja patente que sus temas estrellas son la inmigración, la seguridad y el rechazo a las políticas ecologistas para frenar el cambio climático. En menor medida, se observa también un marcado discurso antipolítico y anti-establishment que ataca directamente las instituciones europeas en defensa de la «soberanía nacional», así como las políticas de igualdad.

Un discurso que ha sido abrazado en parte por el PPE e incluso por el sector socialdemócrata. De hecho, no han sido pocas las personas críticas que han señalado la tibieza con la que Von der Leyen ha afrontado las elecciones europeas, acercándose incluso a Gorgia Meloni, lo que le ha valido señalamientos por blanqueamiento de un discurso que, a juicio de ciertos analistas, requiere de una confrontación más contundente.

Otros temas que han marcado la agenda son la guerra en Ucrania y la invasión de Israel a Palestina, que seguramente han contribuido a polarizar el debate y ha reducir los apoyos de las fuerzas más moderadas.

Lo que parece claro es que la antigua ultraderecha euroescéptica ha optado por construir una nueva Europa en base a sus principios y que cada vez caminan más hacia una alianza efectiva, una alianza que se promueve cada vez más desde formaciones como Vox o Fidesz y que podría tener consecuencias funestas para el proyecto europeo.

La extrema derecha se convierte en segunda fuerza tras las elecciones europeas

Adrián Juste

Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.

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