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Vox se desmorona: Espinosa de los Monteros y expulsados de Vox impulsan un nuevo partido

El partido de Santiago Abascal, antes dividido en varias familias, experimenta nuevas dificultades internas que pueden hacer minar su base electoral. A sus nulas expectativas en el ciclo de 2024 con un CIS que le otorga un exiguo 8.3% de intención de voto, sus conflictos territoriales que parecen no tener fin, su incapacidad para ser útil a una mayoría conservadora y su falta de referentes en importantes sectores de la sociedad se ha unido ahora la intención de Iván Espinosa de los Monteros de plantarles cara en el terreno electoral.

La crisis de Vox se hace cada vez mas intensa y aguda. Si en 2023 el partido de ultraderecha perdió importantes activos en la llamada «ala liberal» como Macarena Olona o el propio Espinosa de los Monteros, sirvió a una izquierda en retroceso electoral para mantener el poder ante un campo de juego político favorable a la derecha por el miedo generalizado a que este partido tuviese responsabilidades de gobierno y vio sus apoyos desvanecerse totalmente en las urnas, 2024 no parece que vaya a mejorar las expectativas de los años anteriores.

En primer lugar, el movimiento impulsado por las juventudes de Vox Noviembre Nacional” fue rápidamente copado por una almagama de movimientos de carácter neonazi, franquista y de la extrema derecha más radical en general, con lo que han ido quedando cada vez mas reducidos a un grupúsculo de extraños agitadores criticados por la misma derecha por su puesta en escena poco seria. Por si fuera poco, todas las encuestas coinciden en vaticinar que volverán a ser incapaces de obtener representación en las elecciones de Galicia, lo que les podría hacer incapaces de revalidar su acta en País Vasco.

Además ahora, Iván Espinosa de los Monteros, antiguo portavoz de Vox en el Congreso, ha iniciado movimientos para establecer un nuevo partido político con miras a participar en las elecciones europeas programadas para el 9 de junio, tal y como ha adelantado en exclusiva el medio Voz Pópuli. Esta propuesta, en la que participan ex miembros excluidos de Vox, tiene como objetivo principal reunir a dirigentes descontentos del Partido Popular (PP) y Ciudadanos, buscando formar una unión que represente una alternativa al actual liderazgo de Santiago Abascal, cada vez más cuestionado.

La crisis interna de Vox

El proceso de gestación de este proyecto político lleva varios meses, durante los cuales Espinosa de los Monteros ha sostenido reuniones con figuras de confianza para presentar la iniciativa a potenciales integrantes. Aunque desde su círculo cercano se insiste en que se encuentra enfocado en su «vida privada» y desvinculado de la política, fuentes señaladas por Voz Pópuli reflejan que incluso ha manejado encuestas privadas que sugieren un posible éxito electoral para su nuevo partido. Dichos sondeos sugieren que su partido podría obtener entre tres y cuatro escaños, superando a Vox, que se proyecta con entre dos y tres asientos en las elecciones europeas.

Este nuevo movimiento político busca expandir su espectro ideológico, tomando como referencia el caso del presidente argentino, Javier Milei, quien ha conformado un gobierno incluyendo ministros de la derecha conservadora tradicional y adoptando políticas económicas marcadamente liberales.

La salida de Espinosa de los Monteros de Vox y su renuncia al acta han sido eventos decisivos en la agitación interna del partido liderado por Santiago Abascal. Esta situación ha generado una nueva crisis interna en Vox, materializada en la convocatoria apresurada de una Asamblea General Extraordinaria para el 27 de enero. Este cambio abrupto ha sorprendido a posibles candidaturas alternativas, evidenciando la actual debilidad interna en el partido ultraderechista y el cada vez más cuestionado liderazgo de Abascal.

El entorno de Espinosa sostiene que varios dirigentes afines a él, como Rubén Manso, Víctor Sánchez del Real, Víctor González y Coello de Portugal, así como el médico Juan Luis Steegmann, han sido purgados o degradados por la dirección de Vox. La convocatoria de la Asamblea General ha llevado a algunos a sugerir que Espinosa de los Monteros podría presentarse para liderar el partido, aunque la ausencia de opositores sólidos confirma la continuidad de Abascal en la presidencia.

En este contexto, la creación del nuevo partido por su parte podría redefinir el escenario político del derecha en España, especialmente en el contexto de las elecciones europeas y autonómicas. La incertidumbre reside en cómo reaccionarán tanto Vox como los posibles aliados de Espinosa de los Monteros en el PP y Ciudadanos ante este desafío político que amenaza con atomizar aún más la ya compleja dinámica del espectro político español.

Por el momento, la proyección publicada por el citado medio no ha trascendido más allá. Hay que tener en cuenta que, hasta la fecha, Vox ha sufrido múltiples escisiones: Valores, España Suma, Tú Patria, Juntos por España o Caminando Juntos, la formación de Macarena Olona. Todos estos partidos son totalmente marginales y no han conseguido capitalizar el voto.

También hay otras formaciones que pugnan por el votante atraído por elementos de la ultraderecha, como la unidad de España, el antifeminismo o el discurso antiinmigración, como Izquierda Española, el brazo político de El Jacobino liderado por el antiguo militante de Unión, Progreso y Democracia (UPyD) Guillermo del Valle; o el Frente Obrero, ambos referentes del llamado rojipardismo.

Con varias elecciones importantes al frente, como las gallegas, las vascas o las europeas, está por ver cómo estas crisis y estos nuevos partidos pueden afectar a una formación que, desde 2021, no ha parado de desangrarse en medio de críticas graves tanto de antiguos militantes como de ex cargos políticos.

Vox se desmorona: Espinosa de los Monteros y expulsados de Vox impulsan un nuevo partido

Denis Allso

Articulista. Estudiante de Ciencias Políticas. Activista y cofundador en varias organizaciones sociales y sindicales de izquierda valencianista. Primer coordinador de BEA en la UMH y ex-rider sindicado. Analizar al adversario es la única forma de no perder la perspectiva de lo que se hace y es un deber moral cuando de ello dependen las vidas de las personas más vulnerables.

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