Los influencers impulsan la misoginia y la radicalización juvenil, alerta un informe del consejo policial de UK

La policía británica ha lanzado una grave advertencia sobre el impacto nocivo que algunos influencers están teniendo en la sociedad, especialmente en jóvenes, fomentando actitudes misóginas y comportamientos violentos hacia las mujeres, como informa la BBC. El Consejo Nacional de Jefes de Policía del Reino Unido (NPCC, por sus siglas en inglés) ha calificado esta situación como una «emergencia nacional«, destacando la urgente necesidad de abordar el problema de la violencia contra las mujeres y las niñas (VAWG, por sus siglas en inglés). Según un informe reciente, se estima que al menos una de cada doce mujeres en Inglaterra y Gales será víctima de algún tipo de violencia cada año, sumando aproximadamente dos millones de mujeres afectadas.

La subdirectora de policía, Maggie Blyth, ha señalado que existe una conexión preocupante entre la exposición a contenidos en línea y la radicalización de los jóvenes, muchos de los cuales encuentran en figuras como Andrew Tate, un autodenominado «misógino», modelos a seguir. Este tipo de influencia no solo promueve actitudes sexistas, sino que también puede llevar a la perpetuación de la violencia de género.

Los influencers como elementos de radicalización

El informe del NPCC ha subrayado que la violencia contra las mujeres ha alcanzado niveles «epidémicos». Con un aumento del 37% en el número de delitos violentos reportados entre 2018 y 2023, se evidencia un incremento preocupante en la gravedad y la frecuencia de estos crímenes. Además, se estima que uno de cada veinte adultos es responsable de actos de violencia contra mujeres y niñas anualmente, lo que equivale a aproximadamente 2,3 millones de perpetradores.

El caso de Andrew Tate, uno de estos influencers extremistas, ilustra este fenómeno. Tate, conocido por sus comentarios misóginos y su comportamiento controvertido, enfrenta actualmente cargos en Rumania por violación, trata de personas y formación de una banda criminal para explotar sexualmente a mujeres, aunque él niega las acusaciones. A pesar de su historial, Tate ha ganado popularidad entre los jóvenes, especialmente en las escuelas del Reino Unido, donde algunos estudiantes lo consideran un referente.

La policía y los educadores están cada vez más preocupados por el poder de los medios digitales a través de influencers, gurús y pseudomedios para moldear las actitudes de los jóvenes hacia las mujeres, contribuyendo a una cultura de misoginia y violencia. Esta influencia, combinada con la facilidad de acceso a contenido extremista en línea, puede llevar a una radicalización rápida y peligrosa que alimenta a la extrema derecha.

Acciones institucionales contra el odio

Frente a este panorama alarmante, las autoridades policiales han intensificado sus esfuerzos para abordar la VAWG, utilizando un enfoque coordinado que incluye la capacitación de más de 4.500 nuevos agentes en la investigación de delitos sexuales graves y violaciones. Estos esfuerzos buscan no solo mejorar la respuesta inmediata a los crímenes, sino también prevenir futuros incidentes mediante la identificación y detención de potenciales perpetradores.

El gobierno británico ha respaldado estos esfuerzos, destacando la creación de un centro especializado dentro del Colegio de Policía que proporcionará formación y conocimientos avanzados a las fuerzas policiales.

La magnitud del problema exige un enfoque más amplio que la mera aplicación de la ley. La ministra del Interior, Yvette Cooper, ha subrayado la necesidad de un sistema de justicia penal que funcione de manera más eficiente y que esté mejor equipado para manejar casos de violencia contra las mujeres. Además, el gobierno ha propuesto medidas como la incorporación de trabajadores especializados en abuso doméstico en centros de control de emergencia y la creación de unidades especializadas en investigación de violaciones en todas las fuerzas policiales.

Extremismo machista en España: la Manosfera, un fenómeno en crecimiento

La manosfera, una amalgama de «man» (hombre en inglés) y «esfera», se refiere a una colección de espacios digitales que promueven el antifeminismo y el victimismo masculino. De origen anglosajón, este espacio digital se ha movido por todo el ciberespacio. En España, este fenómeno ha crecido considerablemente, extendiéndose por foros como Forocoches y Burbuja.Info, y plataformas como Twitter, Telegram, Twitch y YouTube. Los miembros de la manosfera creen que el avance del feminismo ha convertido a los hombres en víctimas, un discurso que conecta con el malestar de algunos jóvenes que sienten que sus derechos están siendo erosionados.

El contenido misógino y antifeminista de la manosfera varía desde humor ácido hasta comentarios agresivos y resentidos, con algunos usuarios expresando abiertamente deseos de cometer actos violentos.

La manosfera española se divide en cuatro subculturas principales: activistas por los derechos de los hombres, hombres que siguen su propio camino (MGTOW), artistas del ligue (PUA) y célibes involuntarios (incels). Cada grupo tiene sus propias obsesiones y métodos, pero todos comparten un odio común hacia las mujeres y, en algunos casos, hacia los hombres que no comparten su ideología. De estos grupos a su vez surgen auténticos influencers abiertamente extremistas, que dirigen a la comunidad.

Una contrarreacción al feminismo que no es nueva, pero que se ve potenciada por la capacidad de difusión instantánea de internet. Esta difusión se enmascara en una “guerra de memes» que no es tal cosa, siendo una «guerra de ideas», la batalla cultural de la extrema derecha, que está politizando mensajes en adolescentes y adultos jóvenes, viralizando términos como «feminazi» y «planchabragas».

Influencers y el impacto de la Manosfera en los adolescentes

La influencia de la manosfera no se limita ni mucho menos a hombres adultos, sino que está calando profundamente en los adolescentes. Gracias a la difusión de contenidos misóginos a través de redes sociales y plataformas de video, especialmente TikTok y Youtube, muchos jóvenes están adoptando estas ideas sin cuestionarlas. La exposición continua a estos mensajes, facilitada por algoritmos que promueven contenido similar, está creando una generación de jóvenes con actitudes misóginas y antifeministas.

A través de memes y videos cortos, este contenido llega a los más jóvenes, consiguiendo normalizar y trivializar conceptos como la violencia sexual, sugiriendo que la ley del «solo sí es sí» requiere un contrato para tener relaciones sexuales o que el «sexo sorpresa» no es violación. Además se forman fuertes comunidades digitales en estos espacios, donde jóvenes con ideas y preocupaciones similares encuentran apoyo y validación para sus sentimientos de frustración y resentimiento.

La manosfera no es un fenómeno aislado, sino que refleja una reacción contra la igualdad de género. Estos grupos utilizan teorías pseudocientíficas y conspiranoicas para justificar su odio y resentimiento, creando una narrativa en la que los hombres son las verdaderas víctimas de una sociedad dominada por el feminismo y la corrección política.

Así, la influencia de la extrema derecha en la geografía española continúa erosionándose y perdiendo fuelle a pasos agigantados, como ya se ha visto en la orden de salida de Vox de los diferentes gobiernos autonómicos por parte de la dirección central del partido y que se ha saldado con varias dimisiones, negativas y confrontaciones.