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Vox incumple la ley al no desvelar si un banco cercano a Viktor Orbán le ha prestado 9,2 millones de euros

Vox no revela qué entidad bancaria le ha prestado aproximadamente 9,2 millones de euros para la financiación de sus campañas electorales, lo que va en contra de la legislación en materia de financiación de partidos políticos, tal y como ha revelado en exclusiva el medio El Pais. El partido liderado por Santiago Abascal argumenta que no publica esta información “para no contribuir a la demonización de bancos concretos por haber prestado dinero a Vox”.

Pero la Ley Orgánica 8/2007, de 4 de julio, sobre financiación de partidos políticos es muy clara al respecto: exige la publicación de los datos de los préstamos, lo que incluye importe, interés, plazo de amortización y, por supuesto, el nombre del banco. Esto puede leerse en el artículo 14.8, párrafo tres, relativo a las obligaciones financieras de los partidos políticos, para los cuales tiene un mes de tiempo desde el envío de los datos financieros al Tribunal de Cuentas.

Extracto de la ley de financiación de partidos políticos.

Las cuentas publicadas por Vox en su web para el ejercicio 2023 (página 26 y 27) revelan que, por primera vez en su historia, el partido ultraconservador recurrió a préstamos bancarios: uno de 6,5 millones de euros, ampliado posteriormente con 400.000 euros más, para las elecciones generales, y otro de unos 2,6 millones para las municipales, sumando un total de 9.229.444,35 de euros. Aunque Vox ha devuelto parte de los créditos, aún quedan pendientes más de 7 millones de euros.

La falta de transparencia de Vox podría acarrearle sanciones, ya que la ley califica como infracción grave el incumplimiento de las obligaciones contables, lo que podría traducirse en una sanción de entre 10.000 y 50.000 euros. En contraste, tal y como apunta también El País, tanto PP como PSOE detallan perfectamente con qué entidades bancarias mantienen préstamos y todos los datos de estas.

Cuentas de Vox en 2023

La ley también prohíbe que los bancos subsidien a los partidos mediante la condonación de deudas o la concesión de préstamos con intereses por debajo del mercado, cuestiones que tampoco pueden comprobarse debido a la falta de transparencia de Vox.

Vox y sus vínculos con Viktor Orbán

Al parecer, fuentes cercanas de Vox apuntarían a un banco de origen húngaro del entorno de Viktor Orbán, una información que, por el momento, no puede ser contrastada.

Tal y como apuntan varios diarios y analistas, este hecho coincide con el abandono de Vox del Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) tras las pasadas elecciones europeas, a pesar de que estaba liderado por la primera ministra Giorgia Meloni y que Vox tenía la vicepresidencia del mismo y, por ende, bastante influencia. Lo interesante de este punto es que lo abandonó para unirse a Patriotas por Europa, el grupo liderado por Orbán y al que se unió Marine Le Pen. Como sucede con Europa de las Naciones Soberanas, el grupo parlamentario reúne a formaciones de ultraderecha extremistas y cercanas a la esfera de Rusia y el gobierno de Vladimir Putin. Sobre esto, Vox no parece haber dado ninguna explicación.

Por otro lado, no es la primera vez que Vox contraviene el reglamento del Tribunal de Cuentas. En enero, el órgano fiscalizador abrió expediente a Vox y propuso una multa de 233.324 euros por financiación irregular al haber cometido, presuntamente, dos delitos muy graves por aceptar «miles de donaciones finalistas», lo que supondría una vulneración del artículo 4 de la Ley de Financiación de Partidos. Finalmente, esta sanción se hizo firme en julio de este mismo año.

Vox: menos ingresos y sobresueldos en 2023

Las cuentas de Vox no auguran un gran futuro para el partido. Además de ingresar 2 millones de euros menos, lo cual es esperable debido a su bajada en escaños, el partido tiene registrados cerca de 67.000 de los cuales solo 35.000 están al corriente de pago. Por este concepto, el partido ingresó unos 4.500.000 euros, 500.000 euros menos que en el ejercicio anterior. Dato interesante porque, según los Estatutos del partido (artículo 9.6), los afiliados que no paguen su cuota deberían haber sido dados ya de baja. Esto implica que la formación estaría, presuntamente, ocultando los datos reales de afiliación.

Además de esto, en las propias cuentas Vox reconoce que «las retribuciones de los doce miembros de dirección en el ejercicio 2023 asciende a 646.522,9 euros». Esto supone unos 54.000 euros anuales por miembro de la dirección. Incluiría a Jorge Buxadé, vicepresidente del partido, quien además percibe su sueldo como eurodiputado.

Otros datos interesantes de las cuentas de Vox es que se mantiene, de nuevo, la donación anual de 2,5 millones de euros a la Fundación Disenso, la fundación del partido que tiene a Santiago Abascal como presidente vitalicio y por el cual cobra un salario. Así, ya serían unos 11,4 millones de euros los que Vox habría traspasado a dicha fundación desde 2019.

Cada dato confirma que Vox es, al contrario de lo que suele pregonar, una estructura poco transparente diseñada para enriquecer a sus líderes y que se alinea con quien más favorece su propia financiación. Mientras tanto, el partido enfrenta a marchas forzadas una grave pérdida de apoyo popular y numerosos conflictos internos.

Vox incumple la ley al no desvelar si un banco cercano a Viktor Orbán le ha prestado 9,2 millones de euros

Adrián Juste

Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.

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