Tirador de extrema derecha deja 18 muertos y decenas de heridos en Maine

Una nueva tragedia ha conmocionado Estados Unidos con un tirador de extrema derecha que ha matado al menos a 18 personas.

El tirador de extrema derecha es Robert Card, quién en la noche del miércoles abrió fuego en el restaurante Schemengees Bar and Grille y en la bolera Sparetime Recreation en Lewiston, Maine. Ambos lugares están separados uno de otro unos 6,5 kilómetros aproximadamente. Robert Card entro en los locales y abrió fuego, matando indiscrimidamente un elevado número de víctimas, 18 confirmadas (aunque se cree que pueden alcanzar las 22) y entre a 50-60 heridos. Tras este ataque masivo huyó.

Card sigue libre, habiéndose desplegado un enorme operativo policial en la zona con cientos de agentes. La policía mantiene como muy peligroso a Card y ha pedido a los residentes que se queden sus casas y se pongan en contacto si conocen su paradero.

“Las autoridades del condado de Androscoggin están investigando dos incidentes con tiradores activos. Alentamos a todas las empresas a cerrar o cerrar mientras investigamos. El sospechoso sigue prófugo”.

La última vez que se le vio conducía un Subaru Outback Blanco de 2013 con matrícula de Maine 9246PD, con un reconocible parachoques negro.

La policía ha revelado el perfil de Card: un ex militar e instructor de armas de fuego, designado a la Reserva de Estados Unidos y a la instalación de entrenamiento de Saco, Maine. También estudio ingeniería entre 2001 a 2004.

Tirador de extrema derecha seguidor de Trump, Tucker Carlson y preocupado por los “tiradores trans”

Los perfiles de Robert Card siguieron disponibles en redes sociales horas después del ataque, hasta que fueron eliminados por orden de Twitter y Meta. Aunque el ataque parecía el típico de la extrema derecha, los perfiles de redes de Card confirmaron su ideología.

El perfil de Twitter “@RobertC20041800” tenía una gran afición por las figuras de la derecha política y mediática estadounidense. Le había dado me gusta a publicaciones de Donald Trump Jr, el famosos presentador ultra Tucker Carlson, el expresidente de la Cámara de Representantes Kevin McCarthy o Jim Jordán, entre otros.

Card parecía preocupado por el relato de los “tiradores masivos trans” en referencia a la historia que hilo Carlson sobre este hecho cuando estos tiroteos han representado menos de un 3% los últimos años. De hecho le dio me gusta al siguiente tweet: “Dado el increíble aumento de tiradores masivos trans/no binarios en los últimos años… con diferencia, el grupo más grande que se compromete como porcentaje de la población… tal vez, en lugar de hablar de armas, deberíamos hablar de lunáticos que impulsan sus tonterías de afirmación de género. en nuestros hijos?»

Robert Card parecía muy preocupado con el tema y le dio “me gusta” a otro tweet de Carlson sobre estos tiradores: «Resulta que el movimiento trans es el reflejo opuesto del cristianismo y por lo tanto, su enemigo natural. Las personas que creen que son Dios no soportan que les recuerden que no lo son».

Card también apoyo un comentario del ultraconservador Dinesh D’Souza sobre su oposición a ilegalizar las armas de asalto, justificando que Souza que “los coches matan a más personas que las armas”.

Este tirador de extrema derecha apenas comentó en Twitter (solo publicó dos veces). En uno de estos comentarios deseaba el asesinato de la jugadora afroamericana Brittney Griner, quién cometió un delito y acabó en la peor prisión de Rusia para luego acabar jugando en la WNBA de EEUU.

Además de esto, seguí a la famosa página ultraderechista End Wokeness (Poner fin al despertar, en castellano) o la página Proud Patriots (Patriotas Orgullosos, en castellano) de los seguidores Donald Trump MAGA (acrónimo de “hacer América grande otra vez). Un perfil que muestra a este peligro tirador de extrema derecha , un problema que ha convertido al terrorismo de extrema derecha como el principal peligro terrorista en Occidente.

También ha trascendido que padecía problemas mentales. Según el Centro de Información y Análisis de Maine, el sospechoso atravesó «problemas de salud mental, tales como escuchar voces«, y que realizó «amenazas con disparar contra la base de la Guardia Nacional en Saco». También estuvo internado en un centro de salud mental durante dos semanas en verano de este mismo año.