La extrema derecha gana las elecciones en Austria

El Partido de la Libertad de Austria (FPO) ha ganado este domingo por primera vez las elecciones parlamentarias en Austria con el 29,1% de los sufragios en función de los sondeos a pie de urna, superando al Partido Popular de Austria (OVP), el principal partido de derecha conservadora el cual obtuvo el 26,2%.

Así, la formación de ultraderecha consigue el mejor resultado de su historia pasando del 16% al 29% aproximadamente y dando el mejor resultado para un partido de este tipo desde la Segunda Guerra Mundial, cuando el país pasó a formar parte del Tercer Reich bajo el dominio de Adolf Hitler y el partido nazi. Por su parte, la derecha tradicional, que lleva gobernando el país desde los últimos comicios, se ha llevado un buen batacazo al perder unos 11 punto.

Además, el FPO ha conseguido su mejor resultado en unas elecciones generales, superando incluso al de 1999 con Jörg Haider, fallecido en el 2008 en un accidente de tráfico. En aquella ocasión, consiguió el 26,9% de los votos y ser la segunda fuerza más votada, si bien no pudieron gobernar, apoyando a la derecha conservadora.

En tercer lugar ha quedado el Partido Socialdemócrata de Austria (SPO) al obtener el 20,4% de los votos, un resultado muy similar al de 2019, seguido de la formación de centro derecha liberal Neos con un 8,8% y Los Verdes con un 8,6%, que han perdido más de un 5%. El partido ecologista, que había apoyado al gobierno conservador, ha sido sin lugar a dudas el mayor perdedor de la jornada.

¿Cordón sanitario en Austria?

A pesar de estos resultados, el líder del FPO, Herbert Kickl, ha pedido prudencia y esperar a los resultados finales. Y es que la ultraderecha, que ha ganado las elecciones con un duro mensaje antiinmigración y por sus posiciones ultranacionalistas y populistas, va a necesitar de al menos otro partido para poder formar gobierno, ya que las proyecciones de los resultados provisionales le darían entre 55 y 60 escaños de los 183 del parlamento austríaco, bastante lejos de la mayoría absoluta.

En este sentido, todos los partidos políticos han mostrado su negativa a pactar con la formación de ultraderecha. Karl Nehammer, el actual canciller federal, y Alexander van der Bellen, el presidente federal, ambos del OVP, tampoco parecen dispuestos a darle la llave de gobierno al FPO. Este último siempre ha mostrado amplias reticencias a mandarles formar gobierno, mientras que Nehammer ha vuelto a repetir tras los resultados provisionales que rechazará abiertamente un pacto con la ultraderecha, señalando que el OVP busca una política moderada y que apueste por la estabilidad del país.

La alternativa podría ser una práctica habitual en países como Alemania y también en Austria: una coalición entre la derecha conservadora y la centro izquierda, que sumarían alrededor de 90 escaños. Así, con el apoyo de cualquiera del resto de los partidos, tanto de Neos como los ecologistas, podrían evitar que la ultraderecha encabezase el gobierno. Una alternativa que Andreas Babler, líder del SPO, pareció dispuesto a abordar. No en vano, ambas formaciones soportan una larga tradición de colaboración, muy especialmente tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial.

Tanto Neos como Los Verdes también mostraron voluntad de hacer realidad esta posibilidad, lo que abre una puerta a que la ultraderecha no alcance el poder en Austria.

La presión para que devuelva el dinero y para que se esclarezcan las irregularidades continúa creciendo. Paradójicamente Alvise Pérez es el único “cliente” beneficiado por este negocio y ha ofrecido su imagen pública llegando a promocionar el chiringuito ayudando con esto a que Romillo, a quien hoy el mismo Pérez califica como “delincuente”, extienda sus tentáculos entre los propios seguidores de Alvise. En un contexto donde la credibilidad de Madeira Invest Club se desploma, su capacidad para operar se ve amenazada por las revelaciones y el escrutinio público.

El origen del FPO: antiguos nazis del Tercer Reich

El FPO tiene su origen en la Federación de Independientes (VdU), una alianza de diferentes formaciones nacida en 1949 que reunía diversas sensibilidades entre conservadores y liberales y donde antiguos nazis tenían una importante participación ya que, tras la derrota de Adolf Hitler en 1945 y la posterior ilegalización de los partidos nacionalsocialistas, no tenían cómo participar en procesos electorales. La principal reivindicación en aquel momento era volver a participar del concepto de la Gran Alemania, esto decir, volver a unirse a este país.

Sin embargo, este experimento no saldría bien y la alianza se disolvió en 1956. Miembros del VdU fundarían el Partido de la Libertad, eligiendo como líder a Anton Reinthaller, antiguo miembro de las SS, la élite del partido nazi y que cometió durante el totalitarismo de Hitler las mayores atrocidades del régimen nazi. De hecho, en 1938 había sido ministro de Agricultura del gobierno títere de Hitler en Austria y sido diputado del Reichstag, el parlamento alemán, durante la Segunda Guerra Mundial.

Hasta los años 80, los resultados del FPO fueron testimoniales, oscilando entre el 5 y el 6%, menor incluso que la antigua Federación de Independientes. Pese a esto, su presencia en el parlamento austríaco hizo que tanto socialdemócratas como conservadores contaran con ellos en más de una ocasión. En 1970, bajo el liderazgo de Friedrich Peter (otro antiguo miembro de las SS), el FPO apoyó un gobierno del SPO a cambio de que se cambiara la ley electoral más proporcional. para permitir el acceso de partidos más pequeños al parlamento.

En 1983, después de que se impusiera dentro del partido la corriente más moderada, entraron en el gobierno de la mano de los socialdemócratas. Norbert Steger, el entonces líder de la formación ultraderechista, ocuparía el cargo de vicecanciller.

No obstante, en 1986, se impondría de nuevo la corriente más extremista de la mano de Jörg Haider. Con un discurso obrerista y coqueteos con las ideas nacionalsocialistas, el SPO rompió su alianza con el partido. La sección liberal del FPO terminaría saliéndose del partido, creando en 1993 el Foro Liberal. Esto marcaría el futuro del Partido Liberal, ya anclado para siempre de nuevo en posiciones radicales y alejándolo de la Internacional Liberal.