Bulos y "Fake News"

La ola de desinformación que agrava la DANA en València: estos fueron los bulos más difundidos

La reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó el País Valenciano y Castilla-La Mancha no solo dejó un rastro de devastación natural, sino también una proliferación de desinformación que ha complicado los esfuerzos de emergencia y aumentado la incertidumbre entre los afectados.

Una desinformación que ha venido muy especialmente desde perfiles y cuentas habituales de ultraderecha. A continuación, se desglosan los principales bulos que han circulado durante este temporal y su impacto en la sociedad.

Las muertes del centro comercial de Bonaire

La tragedia inexistente en el parking del centro comercial Bonaire, tras la DANA en Valencia, desató una ola de desinformación promovida por perfiles afines a la ultraderecha que se retroalimentó con una desinformación establecida de medios de comunicación que, sin mucho rigor, especularon durante días sobre la posibilidad de encontrar una gran cifra de muertes.

Circularon muchos bulos relacionados con esta cuestión, siendo el más conocido el bulo de que, supuestamente, se habían encontrado unos 700 tickets del parking de Bonaire sin sellar, lo que implicaba que habría un número similar de personas fallecidas bajo las aguas. Un hecho que no podía ser cierto, ya que el citado aparcamiento no utiliza ese tipo de sistema.

Personalidades como Íker Jiménez, Rubén Gisbert y Bertrand Ndongo difundieron rumores infundados sobre cientos de cadáveres encontrados en el lugar. Estos relatos, basados en especulaciones y falsedades, se apoyaron en afirmaciones como el supuesto sistema de tickets inexistente o en testimonios no verificables de buzos. Aunque las inspecciones confirmaron la ausencia de víctimas, los bulos lograron sembrar el pánico y alimentar teorías conspirativas entre sus audiencias, incluso siendo difundidos por importantes creadores de contenido como The Grefg.

Desde Maldita.es encontraron hasta 20 bulos relacionados con el parking de Bonaire: que buzos habían bajado a comprobarlo, que salían camiones frigoríficos del lugar portando cadáveres, audios de WhatsApp confirmándolo… todo mentira. Incluso se explicó por qué es completamente insostenible e ilógico ocultar cifras de fallecimientos tan elevadas.

El intento de desmentir estas narrativas también incurrió en errores por parte de algunos medios y verificadores de información, al negar rotundamente la posibilidad de víctimas antes de concluir las inspecciones o, como sucedió con La Sexta el 2 de noviembre, que en una retransmisión en directo dijeron que un miembro de la UME (Unidad Militar de Emergencias) les había dicho que, en el parking, podría haber «un número indeterminado» de cadáveres.

Estos enfoques prematuros reforzaron la percepción de manipulación informativa y debilitó la confianza en las fuentes oficiales, que además habían estado alimentando también el bulo en primer lugar, si bien es cierto que, de lo que reportaron los principales medios a los bulos que luego circularon, no existe punto de comparación.

Perfiles del espacio ultraconservador se apoyaron en estos fallos, consciente o inconscientemente, para confirmar sus propios sesgos acerca de que el gobierno estaba ocultando cifras reales, demostrando la importancia de un periodismo riguroso que priorice datos verificados frente al sensacionalismo.

Finalmente, el fenómeno Bonaire evidencia los riesgos del alarmismo mediático y la desinformación en situaciones de crisis. La narrativa de una «masacre» en el centro comercial careció de sustento desde el principio y el sensacionalismo de los medios de masas únicamente sirvió para amplificar el caos. En contextos como este, la precisión y la responsabilidad informativa son esenciales para contrarrestar eficazmente los bulos y preservar la credibilidad de los medios.

Los muertos del túnel Alfafar-Benetússer 

El presunto hallazgo de cadáveres en el túnel de Alfafar-Benetússer tras las inundaciones provocadas por la DANA resultó ser un malentendido que desembocó en un bulo masivo. La confusión comenzó cuando un bombero del Consorcio Provincial de Málaga mencionó en un vídeo la posible presencia de víctimas mortales basado en especulaciones iniciales y antes de que los vehículos atrapados fueran inspeccionados. Aunque la información fue recogida por varios medios y amplificada en redes sociales, finalmente se confirmó que no hubo fallecidos en el túnel, salvo una mujer rescatada con vida tras tres días atrapada.

Sin embargo, esta confusión alimentó teorías conspirativas, principalmente desde sectores de ultraderecha, que acusaron a las autoridades de encubrir la magnitud de la tragedia. Estas narrativas, que incluían testimonios falsos y referencias a coches fúnebres, buscaron explotar la falta de claridad en las cifras oficiales de desaparecidos y fallecidos. Aunque estas teorías carecían de fundamento, su impacto evidenció la facilidad con la que las contradicciones informativas pueden ser manipuladas para generar desconfianza.

El agricultor Fernando Durà y los propios bomberos desmintieron las acusaciones, explicando que los trabajos de rescate nunca encontraron cadáveres en el túnel tal y como demostró la investigación realizada por Al Descubierto. Este caso ilustra cómo la desinformación puede escalar desde un error comunicativo hasta alimentar agendas conspirativas, dificultando tanto las labores de emergencia como la comunicación oficial.

Los ecologistas, la renaturalización del curso de los ríos y las cañas

Uno de los bulos más recurrentes y bien integrados en la sociedad, que ya tomó fuerza durante la DANA de 2019 que azotó a la Vega Baja, es que los ecologistas prohíben limpiar las cañas de los cauces de los ríos”.

Se trata de un bulo de un daño reputacional importante a las entidades ecologistas, puesto que estas cañas son grandes culpables de la destrucción en las riadas. Además de dificultar el paso del agua, al ser arrastradas por la potencia de la riada generan tapones en los estrechamientos de los cauces, que al acumularse revientan generando un chorro explosivo de agua, residuos, sedimentos, rocas y vegetación. 

La caña común es una especie invasora. La renaturalización de ríos no consiste en dejarlos crecer en estado silvestre, sino en reintroducir fauna y flora autóctona. Eliminar las cañas de los cauces de los ríos es una tarea inabarcable por el ser humano debido a su rápido crecimiento y proliferación, ya que no solo se trata de los propios ríos, sino, especialmente en casos como el Mediterráneo, de prácticamente todos los barrancos de todas las localidades.

Además, es una tarea inútil, ya que su remoción contribuye a su propia reproducción en otros barrancos. Simplemente eliminarlas físicamente es una tarea hercúlea y eterna. No obstante, los propios procesos naturales nos pueden ayudar en esta tarea. Existen especies autóctonas adaptadas a cada terreno que pueden contribuir a que no nazcan estas especies invasoras como la caña silvestre y otras hierbas y plantas que incrementan el peligro de las riadas y aparecen específicamente en entornos naturales degradados.

Las entidades ecologistas son el primer vector de cambio para luchar contra especies invasoras como esta caña. Si la caña común está considerada una especie invasora, gran parte de este esfuerzo se debe a la comunidad científica y a las organizaciones ambientalistas que han creado y luchado por estos registros.

También se ha dicho que los ecologistas impiden la limpieza de los cauces de los ríos y de los barrancos, cuando precisamente esta limpieza está asociada, por un lado, a un mayor riesgo de inundación y, por otro lado, a una mayor proliferación de las cañas.

Por otro lado, la eliminación de las cañas evitaría los efectos destructivos de una DANA como la que ha vivido València.

Bulos que saturan el Sistema de Emergencias

Uno de los rumores más perjudiciales durante la DANA ha sido la supuesta caída del sistema de emergencias 112. Mensajes virales en redes sociales afirmaban que el número de emergencias había sido desactivado y que existía un teléfono alternativo. Estas afirmaciones provocaron una ola de pánico y una inundación de llamadas, aunque las autoridades rápidamente desmintieron la noticia.

El presidente valenciano, Carlos Mazón, y otros funcionarios han declarado en múltiples ocasiones que el sistema 112 continúa operativo, atendiendo más de 30.000 llamadas desde el inicio del temporal.

La saturación de líneas, que ocurrió especialmente durante las primeras horas, se debió a una combinación fatal del aumento natural de solicitudes de ayuda en situaciones de emergencia y la completa descoordinación de recursos (como las policías locales), no a una falla técnica del sistema. Sin embargo, la persistencia del bulo generó confusión y desconfianza entre la población.

Sobre la ropa tirada a la basura: Pedro Sánchez y el Ayuntamiento de Alfafar

Circularon contenidos que afirman que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habría ordenado desechar 40 toneladas de ropa y ayudas para las víctimas de la DANA en València. Este bulo se basa en un vídeo donde se muestra ropa siendo tirada a la basura en Alfafar, un municipio de la Comunidad Valenciana.

Sin embargo, la información es desmentida por la Generalitat Valenciana, que aclara que cada ayuntamiento decide sobre las ayudas, no el Gobierno central. Además, el Ayuntamiento de Alfafar (PP) explicó que la ropa desechada estaba en malas condiciones tras quedar expuesta al barro y la humedad, y que los equipos sanitarios indicaron que debía ser tratada como cualquier otro residuo.

El vídeo citado en estos contenidos no menciona en ningún momento a Pedro Sánchez, ni hace referencia a una orden del presidente. La acusación aparece por primera vez en una publicación de La Derecha Diario, la cual ha sido difundida erróneamente por varios usuarios.

No obstante, fue compartida por agitadores como Vito Quiles. Éste último, además, difundió un polémico vídeo donde se veía ropa y enseres siendo arrojados a un vertedero diciendo que se estaba tirando «toda la ropa» donada para la DANA, provocando un enfrentamiento con el Ayuntamiento de Alfafar, que lo desmintió a través de redes sociales e incluso por televisión.

Por lo tanto, esta información es completamente falsa: en primer lugar, la responsabilidad de gestionar las ayudas corresponde a los ayuntamientos y no al Gobierno central; y, en segundo lugar, la ropa en cuestión fue descartada debido a su mal estado y no como parte de una decisión política de Pedro Sánchez, ni tampoco se estaba tirando a la basura por ningún otro motivo.

Francisco Franco, azudes y bulos hídricos

La gota fría ha reavivado una serie de bulos que acusan al Gobierno de Pedro Sánchez de demoler presas y azudes históricos construidos durante el franquismo, responsabilizándolo de las inundaciones. Líderes como Santiago Abascal, de Vox, han propagado desinformación sobre una supuesta “ley criminal” europea para destruir infraestructuras hidráulicas, intentando culpar a las políticas medioambientales.

Es decir, que, por un lado, durante la dictadura de Francisco Franco se habrían construido presas y otras obras públicas que habrían evitado inundaciones y desastres mayores, pero que tanto el Gobierno de Pedro Sánchez, como anteriores gobiernos valencianos, como desde Europa, se ha promovido su destrucción, empeorando el desastre.

Sin embargo, expertos en este tema, y también desde el Ministerio para la Transición Ecológica, han desmentido estas acusaciones, aclarando que las demoliciones se limitan a pequeños azudes en desuso, cuyo retiro busca restaurar los cauces y mejorar precisamente la seguridad fluvial.

Lejos de afectar la gestión hídrica, estas medidas forman parte de una estrategia nacional iniciada en 2005, que sigue prácticas comunes en Europa. Los grandes embalses como el de Forata han demostrado ser efectivos en mitigar inundaciones, mientras que los azudes, al estar obsoletos, representan un riesgo en lluvias extremas, ya que generan taponamientos del curso del agua que incrementan la potencia de la riada al romperse. No obstante, la narrativa agitada por Vox y perfiles afines apela a una visión nostálgica del pasado, exaltando las obras del Plan Sur de Franco como solución, aunque estas ya no son adecuadas ante el impacto del cambio climático.

Estos bulos no solo distorsionan la realidad, sino que dificultan la adopción de medidas necesarias frente a fenómenos climáticos cada vez más extremos. Al centrarse en un discurso negacionista y parcial, ignoran las verdaderas causas de las tragedias, como el cambio climático, y buscan deslegitimar estrategias de gestión hídrica basadas en datos y ciencia.

Desabastecimiento de agua: miedo y realidad

Otro bulo significativo ha sido la afirmación de que no habría agua potable en varias localidades de la Comunidad Valenciana, lo que llevó a muchos ciudadanos a realizar compras masivas de agua embotellada.

Aunque en algunas áreas específicamente dañadas se han registrado interrupciones en el suministro debido a daños en las infraestructuras, como en Albal o Paiporta, no existió un desabastecimiento generalizado como se difundió en las redes sociales. Las autoridades locales aclararon que las interrupciones eran localizadas y que el suministro de agua potable no se vería afectado de manera significativa. No obstante, la difusión del rumor causó pánico innecesario y comportamientos impulsivos que complicaron la gestión de recursos durante la emergencia.

La realidad es que en la zona más afectada, donde se encuentran los municipios de Torrent, Picanya, Paiporta, Massanassa, Catarroja, Albal, Alfafar, Sedaví, Benetússer y las pedanías valencianas, el president Mazón desrecomendó el uso de agua para cocinar o beber a excepción del agua embotellada durante algunos días.

Desembalses homicidas físicamente imposibles

Surgieron contenidos en redes sociales acusando al embalse de Contreras, ubicado en la frontera entre Cuenca y Valencia, de liberar grandes cantidades de agua de manera intencionada, lo que habría agravado las inundaciones. Gabriel Araújo, cercano a la asociación ultracatólica Hazte Oír, de la mano del coronel Pedro Baños, quien también difundió mentiras sobre la DANA, difundieron también una entrevista donde Pilar Esquinas defendían que «el daño de la DANA fue premeditado».

Sin embargo, no hay evidencias que respalden estas afirmaciones. Según los datos oficiales del Servicio Automático de Información Hidrológica (SAIH) y la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el volumen de agua almacenada en Contreras permaneció estable en torno al 45% de su capacidad en las semanas previas a la DANA, y solo se liberó el caudal ecológico necesario para mantener los ecosistemas del río Cabriel. Las precipitaciones cercanas al embalse entre el 25 y el 29 de octubre, aunque significativas, fueron mucho menores que las registradas en las zonas más afectadas por la tormenta.

Tras las lluvias, el embalse aumentó sus reservas, pasando del 45% al 56,6% de su capacidad en dos semanas. La ganancia de agua durante la semana de la DANA fue de 37 hectómetros cúbicos, lo que confirma que no se produjo un desembalse masivo.

Comparativamente, otros embalses más pequeños, como el de Forata, también aumentaron sus niveles, pero con menores incrementos absolutos debido a su tamaño. Las imágenes que circulan en redes mostrando un flujo de agua liberado desde Contreras corresponden al caudal ecológico de 1,8 metros cúbicos por segundo, un volumen mínimo diseñado para preservar la biodiversidad del río y que no puede causar inundaciones significativas.

El río Cabriel donde desembalsa Contreras, además, conecta directamente con el Xúquer dibujando orográficamente la frontera entre la Mancha y el País Valenciano desde dicho embalse hacia el sur, hasta desembocar en el embalse de Cortes de Pallás, donde el Xúquer, cuya crecida fue totalmente controlada y no dañó a las poblaciones a su paso hasta confluir con el río Magro, también alimenta a una central nuclear. 

Otros embalses de la demarcación del Júcar también registraron aumentos significativos en su capacidad, aunque estos fueron proporcionales a su tamaño. Por ejemplo, el embalse de Forata, con una capacidad máxima mucho menor que la de Contreras (37 hectómetros cúbicos frente a 361), incrementó su volumen en 22,3 hectómetros cúbicos durante la semana de la DANA, alcanzando el 73,9% de su capacidad que llegó al 100% la madrugada del día 31.

En contraste, Contreras, al ser considerablemente más grande, ganó 37 hectómetros cúbicos en el mismo periodo, situándose en el 55,8%.

Estos datos demuestran que las lluvias intensas afectaron a diferentes embalses, pero sin evidencias de manipulaciones indebidas en la gestión del agua. Además, las precipitaciones más intensas se concentraron en zonas específicas como Chiva y su sierra, Turís, Real y Siete Aguas, que recibieron acumulaciones de agua muy superiores a las registradas en el entorno de Contreras, lo que explica las variaciones en los niveles de los embalses sin necesidad de recurrir a teorías conspirativas.

Las únicas crecidas fatales relacionadas con desembalses fueron las de Buseo, en la que en un primer momento el agua llegó a desbordar el embalse matando a un vecino menor de 10 años en el acto y haciendo desaparecer a otro adulto en Sot de Chera. Tras volver a un punto crítico Buseo, se desembalsó de forma controlada otra gran crecida que no generó daños personales ni materiales importantes al hacerse de forma planificada.

Además, parte del embalse de Buseo en su zona posterior (no la presa) tiene riesgo de fuga hídrica hacia el barranco de la hoz, que sí que está conectado con Chiva y el barranco del Poyo, y de no haber sido desembalsado podría haber empeorado las condiciones en la zona cero. Gracias a este embalse que sufrió enormemente, la tragedia en el área de Paiporta fue menor de lo que podría haber sido.

De la misma manera, el desembalse practicado por Forata el día 29, para evitar una ruptura de la presa que hubiese arrasado la ribera del Magre y podido llegar a inundar Valencia enviando 37 mil millones de litros a las zonas afectadas, sólo provocó daños personales importantes en Algemesí, donde el alcalde asegura que no estaba prevenido de la crecida, mientras otros pueblos como Carlet en el mismo curso, pudieron evitar daños personales gracias al aviso de la CHJ.

Por último, la idea de que las personas técnicas responsables del control de los embalses, los organismos públicos implicados, de la mano de responsables políticos y cargos de confianza, junto al personal auxiliar y las autoridades policiales y periciales, van a ponerse de acuerdo y conspirar para acabar con decenas de vidas humanas e incontables pérdidas materiales para favorecer a algún tipo de interés empresarial, económico o político, es absurda y ridícula. Y, de llevarse a cabo, sería imposible de ocultar.

Teorías conspirativas y discurso de odio

Entre los bulos más extravagantes, se destaca la teoría conspirativa que vincula la DANA con un supuesto «ataque meteorológico» orquestado por Marruecos a través del proyecto HAARP. Esta afirmación, desacreditada por expertos meteorológicos y científicos, sugiere que señales de radio emitidas a la estratosfera por HAARP podrían manipular el clima, lo cual carece de todo fundamento.

Además, figuras de extrema derecha y negacionistas del cambio climático han aprovechado la situación para difundir mensajes xenófobos y culpabilizar al Gobierno de Pedro Sánchez por la gestión del temporal. Estos discursos han exacerbado las tensiones sociales y desviado la atención de los problemas reales, contribuyendo a un ambiente de polarización y desconfianza.

El proyecto HAARP consiste en unas antenas situadas en el estado de Alaska, que estudian las propiedades de la ionosfera a fin de desarrollar y mejorar la tecnología que utiliza sus propiedades para transmitir las radiocomunicaciones y su uso en los sistemas de vigilancia estratégica, como por ejemplo, los sistemas de detección de misiles. Su ubicación en el Estado que hace frontera con Rusia ha generado suspicacias en el gobierno ruso, que trabaja con un proyecto similar, incluso de mayor envergadura. 

Durante años diversas agencias de contrainformación rusa han acusado sin fundamento a Estados Unidos de utilizar esta instalación para generar desastres climáticos de toda índole de manera artificial. Esto ha alimentado a su vez a autores independientes de teorías conspirativas más allá de la influencia rusa. Si en la versión original del bulo, las antenas HAARP se situaban en ese punto del mundo por ser único para lograr el propósito de la alteración climática deliberada, versiones más modernas apuntan a instalaciones en varios puntos del mundo. En las versiones relativas a la DANA de València se ha llegado a hablar de ataque desde un barco a altitud normal. Como es obvio, Marruecos no cuenta con ningunas instalaciones similares a las de HAARP. 

Casi todos los eventos catastróficos de la historia reciente de Internet han contado con su propia conspiración de HAARP, como el reciente terremoto de Marruecos o el Tsunami de Japón.

Un vídeo difundido en redes sociales vinculaba un barco con antenas al «proyecto HAARP» y lo acusaba de ser responsable de las inundaciones en Valencia. Este es otro claro ejemplo de desinformación. El vídeo muestra un barco con características muy específicas, que no tiene relación alguna con el proyecto HAARP, sino que corresponde a una central de energía flotante en Las Palmas de Gran Canaria. El uso de este vídeo para desinformar sobre las causas de la DANA es un intento de desviar la atención del cambio climático y de los fenómenos meteorológicos naturales.

Algunas explicaciones someras o incluso incorrectas a estos fenómenos (por ejemplo atribuyendo fenómenos sísmicos como estos dos al cambio climático) en redes sociales pueden ejercer como bulo en el sentido opuesto que dañe la credibilidad de escenarios que sí tienen que ver con el cambio climático como la intensidad de las gotas frías.

El nivel de calor del agua del Mediterráneo ayuda a embalsar corrientes frías de aire que quedan aisladas por masas de aire cálido. Por eso, el litoral valenciano (en llanura) es idóneo para esta clase de fenómeno, y de hecho tiene una toponimia característica que se relaciona directamente con el comportamiento del agua en cada zona, igual que el “Tsunami” recoge su nombre del japonés (ola gigante) porque el tipo de maremoto que genera estas mareas es un fenómeno relativamente recurrente en esas aguas.

Bulos de origen presidencial: la CHJ y su falta de aviso

En las últimas semanas, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, ha acusado a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) de no haber alertado a tiempo sobre el riesgo de inundaciones durante la DANA del 29 de octubre. Según sus declaraciones, la CHJ poseía datos cruciales que no compartió hasta que los barrancos ya estaban desbordados, lo que, según él, justificaría la tardía respuesta de su administración. Este relato ha sido amplificado por sectores afines al Partido Popular, buscando trasladar responsabilidades al gobierno central y a la Confederación del Júcar.

Sin embargo, las comunicaciones entre la CHJ y los ayuntamientos desmienten estas acusaciones. Varios alcaldes de municipios afectados, como Carlet, Alzira y Fortaleny, han confirmado que mantuvieron contacto constante con Miguel Polo, presidente de la CHJ, antes y durante las lluvias. Estos intercambios permitieron tomar decisiones preventivas, como el alivio controlado del embalse de Forata. Además, la CHJ advirtió a la Generalitat del riesgo de desbordamiento del barranco del Poyo a las 12:07 horas, facilitando la emisión de la alerta hidrológica minutos después. Por el contrario, Mazón no respondió a estas advertencias, llegando tarde a las reuniones de coordinación y retrasando la activación de medidas clave.

El President hizo también varias afirmaciones cuestionables durante su discurso en Les Corts sobre la gestión de la DANA, las cuales no se corresponden con los hechos reales. Primero, en relación con la AEMET, Mazón afirmó que el aviso rojo de tormentas terminaba a las 18:00 horas, insinuando que la situación estaría controlada para ese momento. Sin embargo, aunque la AEMET inicialmente había previsto que el aviso rojo terminara a esa hora, este fue prorrogado a las 17:54. Además, incluso si hubiera terminado a las 18:00, el aviso naranja seguía en vigor, lo cual también implica un riesgo considerable que requiere precauciones. Esta información pone en duda la minimización que Mazón hizo de la gravedad de la situación.

En cuanto a su supuesta plena consciencia de la emergencia, Mazón afirmó que no hubo necesidad de actualizar durante la reunión del CECOPI, algo que fue refutado por fuentes cercanas que aseguran que la reunión tuvo que ser detenida temporalmente para ponerle al tanto de la evolución del desastre. Además, Mazón llegó tarde a la reunión debido a una comida con la periodista Maribel Vilaplana, lo cual retrasa su intervención en una crisis que ya se estaba desbordando. Tampoco es cierto que el sistema ES-Alert fuera inédito en la Comunitat Valenciana, ya que está activado desde 2024 para alertar a la población en situaciones de emergencia, como lo demuestra una circular reciente sobre prevención de inundaciones.

Por último, Mazón ha insistido en la existencia de un «apagón informativo» por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), afirmando que esta institución no alertó a tiempo sobre la creciente amenaza en el barranco del Poyo. Sin embargo, los datos disponibles demuestran lo contrario: la CHJ envió casi 200 correos electrónicos a lo largo del día, dos de ellos en el período en que Mazón afirma que no hubo información, alertando sobre el peligro inminente del caudal acumulado. Esto pone de manifiesto las contradicciones en la narrativa presentada por el presidente de la Generalitat.

Las evidencias apuntan a una gestión deficiente por parte de Mazón, quien, además, no contaba con un equipo técnico adecuado para enfrentar la emergencia. La estrategia del president de culpar a la CHJ y al gobierno central pierde fuerza frente a los datos proporcionados por los alcaldes y la propia Confederación, que muestran una coordinación activa en contraste con la respuesta tardía de la Generalitat.

Bulos sobre la socialdemocracia, instituciones liberales y ONGs: minuto de silencio en Bruselas, buses desde Madrid, terremoto de Lorca, salarios de Cruz Roja

En las redes sociales se ha viralizado una imagen que, supuestamente, muestra los autobuses que el PSOE fletó desde Madrid para que en la manifestación contra la gestión de la Generalitat de la catástrofe hubiera más gente. Realmente son fotografías de otros años y manifestaciones, que nada tienen que ver con la manifestación de València, sino que son autobuses turísticos con los que Telemadrid ilustró una noticia sobre plazas de aparcamiento y fotografías de otros autobuses del PSOE antiguas.

Que el Gobierno central  asumió directamente la gestión del mando único durante la catástrofe en el terremoto de Lorca es también un bulo que amplificó el propio Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, en el programa Espejo Público: «en el terremoto de Lorca, una localidad parecida a Torrent en número de habitantes. ¿Quién asumió el mando? El Gobierno de España». Se actuó prácticamente igual que ahora: la Región de Murcia mantuvo el mando y el Gobierno central participó en los equipos que gestionaron la tragedia. Si bien se puede argumentar que esta catástrofe es de una magnitud muy superior. 

Es lícito preguntarse si esta mayor magnitud necesita de un “escenario 3” o la declaración de un Estado de Alarma, sin embargo es falso que en España se haya relevado del mando a ningún presidente autonómico en ninguna catástrofe similar. El precedente más cercano y parecido, con el cual se podría criticar si se desea al gobierno central fue la intervención en octubre de 2020 del Gobierno de Madrid mediante el Estado de Alarma por parte del gobierno de Pedro Sánchez. En este caso sí que se relevó del mando a Isabel Díaz Ayuso frente a una catástrofe como algunas voces exigen al Gobierno que haga con Carlos Mazón. 

Uno de los bulos más extendidos en redes sociales afirmaba que el Parlamento Europeo se negó a guardar un minuto de silencio por las víctimas de la DANA. Este mensaje, que acompañaba un video de 14 segundos de una sesión parlamentaria, aseguraba que el eurodiputado Diego Solier había abandonado el Parlamento tras ser prohibido el minuto de silencio. Sin embargo, es completamente falso. En la misma grabación, se puede ver cómo, al inicio de la sesión, el presidente del Parlamento, Borys Budka, anuncia el minuto de silencio a petición de Solier. La confusión proviene de un fragmento de otro momento de la sesión donde Solier se retira, pero esto ocurrió después del minuto de silencio, no debido a la negativa de realizarlo.

Otro bulo, en este caso contra la Cruz Roja, es que la ONG especializada en catástrofes humanitarias dedica el 92% de sus ingresos a pagar sueldos o que no ha aparecido en la catástrofe. La realidad es que la carga salarial sólo es un tercio de su presupuesto total, según se puede consultar en las cuentas de Cruz Roja, que hace públicas anualmente. Además, sí que se encuentran en enorme cantidad en el área.

Circuló también un mensaje que difundía la falsa información de que Cruz Roja no estaba ayudando a los afectados por las inundaciones en Valencia. Este mensaje citaba un supuesto titular de noticia que en realidad correspondía a una información del mes de mayo de 2024 sobre la ayuda humanitaria enviada a Gaza. Al presentar esta imagen como actual, se intentaba dar a entender que Cruz Roja estaba priorizando otros conflictos. No obstante, la realidad es que la organización ha estado activamente presente en la Comunidad Valenciana, ofreciendo apoyo médico, alimentos y suministros a los damnificados por la DANA.

La proliferación de bulos durante la DANA en València subraya la importancia de la educación mediática y científica en la sociedad actual. La rápida difusión de información falsa a través de redes sociales y plataformas de mensajería instantánea puede tener consecuencias graves, especialmente en situaciones de emergencia. En un mundo cada vez más interconectado, la lucha contra los bulos y la desinformación debe ser una prioridad para garantizar la seguridad y el bienestar de todos, especialmente en momentos de crisis como la DANA que ha afectado a la Comunidad Valenciana.

La ola de desinformación que agrava la DANA en València: estos fueron los bulos más difundidos

Denis Allso

Articulista. Estudiante de Ciencias Políticas. Activista y cofundador en varias organizaciones sociales y sindicales de izquierda valencianista. Primer coordinador de BEA en la UMH y ex-rider sindicado. Analizar al adversario es la única forma de no perder la perspectiva de lo que se hace y es un deber moral cuando de ello dependen las vidas de las personas más vulnerables.

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