Europa

El FNI-PNSOE: los neonazis que se manifestaron con Vox y sus similitudes

El pasado 6 de diciembre, el Día de la Constitución en España, el partido ultraderechista Vox convocó una manifestación “En defensa de la legalidad constitucional” en la Plaza Sant Jaume en Barcelona. La manifestación no tuvo una gran acogida, contando con unos 250 de participantes. Pero de entre los centenares de personas que asistieron al evento, un grupo que portaba una gran bandera llamó poderosamente la atención. Y no es para menos, ya que el símbolo era el Wolfsangel, utilizado por las SS, un icono común de la simbología ultraderechista, y el partido que representaba era el Frente Nacional Identitario – Partido Nacional Socialista Obrero Español (FNI-PNSOE),una formación de la extrema derecha española.

El partido acudió al evento para apoyar a los “patriotas” de Vox frente a “los ataques” de los antifascistas (que las CUP habían convocado una contramanifestación a unas pocas calles) y junto con otras personas entonaron cánticos y agitaron diferente simbología fascista.

Ante este hecho, que no es algo tan raro allí donde aparece Vox, el partido verde salió a acusar de “chusma al FNI-PNSOE” e incluso a intentar usar la típica mentira de la extrema derecha de relacionar al socialismo con el nacionalsocialismo, cuando el empleo de este término no fue más que una estrategia de los años 20 para atraer obreros y que no guarda una relación ideológica con el socialismo, más que un odio visceral hacia este movimiento.

Y es que es parte de la estrategia de la nueva extrema derecha el desprenderse de cualquier tipo de simbología que les una al fascismo clásico, una estrategia que ha hecho despegar a la alt-righ y a la extrema derecha europea, siendo el único lugar donde no resultó necesario en Grecia, con Amanecer Dorado. Y, por supuesto, elevar a la máxima potencia el principio de transposición de Goebbels: acusar a tu rival político de tus propios defectos.

Pero, lamentablemente para Vox, los parecidos de programa e ideas del FNI-PNSOE y la formación de Abascal son muchos y evidentes.

Anuncio FNI-PNSOE para manifestarse con Vox. Autor: captura de pantalla hecha el
15/12/2020, 08:44. Fuente: Telegram (@FNI_PNSOE)
Anuncio FNI-PNSOE para manifestarse con Vox. Autor: captura de pantalla hecha el
15/12/2020, 08:44. Fuente: Telegram (@FNI_PNSOE)

¿Quiénes son el FNI-PNSOE?

El FNI-PNSOE se funda un viernes 13 de octubre de 2017 con el nombre de RE+FNI Recuperemos España, Frente: Nacional Identitario. Aunque su ámbito de actuación es España, su actividad se concentra en Cataluña.

Posteriormente a esto, hace solo unos meses, el 6 de abril de 2020, el partido absorbió al PNSOE, Partido Nacional Socialista Obrero Español, uniendo su dialéctica al mismo.

El partido es abiertamente fascista y neonazi, defendiendo esta postura y el legado de Adolf Hitler. Curiosamente, en una entrevista en febrero de 2019, el partido negaba cualquier vinculación con el nazismo, antes de absorber al PNSOE. Como siempre, la extrema derecha intenta esconder su identidad.

Los pilares del partido son el identitarismo español en todos los sentidos, que se expresa a través del supremacismo de la “raza” y la cultura españolas; la exaltación del fascismo alemán a través de la reivindicación del nacionalsocialismo; el humanismo cristiano y el ultraconservadurismo en todos los aspectos posibles, incluyendo la defensa de la familia tradicional, el antifeminismo y en contra de la igualdad del colectivo LGTBI; y el ultranacionalismo, que se refleja también en posiciones antiinmigración marcadamente racistas y xenófobas.

La formación está dirigida por José Alberto Pérez Molina, ex militar con cierta relevancia mediática. Como militar, trabajó en operaciones militares para la OTAN. Posteriormente, se dedicó al comercio internacional.

Algunos miembros de la formación que también han acompañado al dirigente son José Vargas González, miembro de la banda de rock fascista “1ª Vanguardia”; y Natalia Sánchez Calderón, otra persona conocida en el mundo de la ultraderecha española.

En el ámbito estatal, el partido mantiene buenas relaciones con otras organizaciones políticas y personalidades de la extrema derecha como Armando Robles de Soluciona o Josep Anglada de la extinta y anteriormente exitosa Plataforma per Cataluña (PxC). Este partido se extinguió cuando la mayoría de sus militantes y cuadros decidieron integrarse en Vox.

El FNI-PNSOE intentó ser parte de una coalición con el resto de la extrema derecha española de corte neofascista, como Coalición ADÑ o España 2000, pero sus múltiples diferencias y enfrentamientos por el liderazgo impidieron esta unidad.

El FNI-PNSOE y su líder han llamado a la unidad de la derecha española, PP, Vox y Ciudadanos, para enfrentarse a la cuestión catalana.

A nivel internacional el partido tiene como referencia al partido ucraniano de extrema derecha Svoboda, antiguamente conocido como Partido Social-Nacional de Ucrania, caracterizado por apoyar posturas supremacistas y ultraconservadoras, destacando su oposición a la inmigración y al aborto, su homofobia y su ultranacionalismo.

Los parecidos programáticos de Vox y el FNI-PNSOE

Ambas formaciones políticas están unidas bajo un mismo ideario común, compartido a su vez por la extrema derecha europea.

Si bien el FNI-PNSOE explica con claridad sus principios y tiene un programa divido en varias partes de su sitio web, Vox no aclara sus principios fundamentales y pone un programa resumido con 100 medidas, lo que hace complicado trazar posibles similitudes o diferencias. De hecho, esa es la intención de la formación liderada por Santiago Abascal: plegarse a una estrategia comunicativa que le aleje del radicalismo clásico de los partidos ultraderechistas tradicionales.

Aun así, se puede identificar los principios de Vox a partir de la lectura de sus programas electorales en otras instancias territoriales, analizando sus acciones y manifestaciones políticas, escuchando sus discursos o averiguando quiénes son sus principales aliados.

Ambos partidos comparten varios puntos en común: identitarismo español, ultracatolicismo, rechazo a la inmigración, euroescepticismo y reducción del sector público. Todos estos puntos son más radicales en el FNI-PNSOE que en Vox, quizás con la diferencia de la defensa de los valores católicos en su postura más radical, muy presente en los cargos y aliados de la formación verde.

Otro aspecto común entre ambos, por otro lado, no es tanto sus posturas ideológicas, sino todo aquello que rechazan. El anticomunismo y el antifeminismo, además del ataque constante a las posturas progresistas, incluso haciendo más énfasis en el discurso crítico a estas posturas que en sus propias propuestas (parte de la llamada antipolítica), son señas de identidad tanto de la extrema derecha tradicional como de la más moderna.

Es común, de hecho, calificar de comunismo o de “ideología de género” toda medida destinada a corregir igualdades estructurales o a conseguir avances sociales para ciertos colectivos discriminados o para los trabajadores, sin aportar más crítica que el puro ataque.

Familia blanca ideal estereotipo para la formación. Autor: captura de pantalla hecha el
15/12/2020, 08:44. Fuente: Telegram (@FNI_PNSOE)
Familia blanca ideal estereotipo para la formación. Autor: captura de pantalla hecha el 15/12/2020, 08:44. Fuente: Telegram (@FNI_PNSOE)

Identitarismo y ultranacionalismo

El identitarismo, junto al ultranacionalismo español, es posiblemente la parte más amplia de ambos programas y muy presente en los discursos de Vox.

En ambas formaciones se encuentran proposiciones para dotar de la máxima protección a los símbolos de “la nación”, proteger la monarquía, ilegalizar organizaciones que vayan contra la unidad nacional, defender el castellano como lengua superior a las demás y de poner en amplio valor la “identidad nacional”.

Ambos programas apuestan por la supresión de la autonomía catalana. Hay que recordar que hasta hace poco Vox defendía la desaparición de las autonomías y recentralizar el Estado, un punto de vista que también recoge el programa del FNI-PNSOE.

También se recoge la necesidad de “defender los intereses nacionales” por encima de cualquier organismo externo, lo que básicamente es rechazar el orden internacional y el globalismo, posturas que, por ejemplo, llevaron a Donald Trump a sacar a Estados Unidos de la OMS y del Acuerdo de París contra el cambio climático.

Se puede entender que la derogación de la ley de Memoria Histórica que persigue Vox sería también una prioridad del FNI-PNSOE, que habla de que los nazis fueron maltratados por la propaganda histórica, poniendo de relieve su negacionismo y revisionismo histórico.

En resumen, uno de los ejes principales sobre el cual giran las propuestas de ambos partidos es el patriotismo en forma de nacionalismo radical, de forma que quien no esté de acuerdo con sus propuestas es tachado de “traidor a la patria” o “antiespañol”.

Inmigración

Cartel elaborado por el partido político Vox de acto en favor a la defensa de las
fronteras de España, 2018. Imagen: Twitter (@Santi_abascal).
Cartel elaborado por el partido político Vox de acto en favor a la defensa de las
fronteras de España, 2018. Imagen: Twitter (@Santi_abascal).

La inmigración es otro de los platos fuertes de ambos programas. En ambos hay una visión muy peyorativa tanto de las personas migrantes como de la inmigración como fenómeno social y cultural.

Básicamente, ambos partidos comparten el principio de limitar la inmigración al máximo, una tónica compartida por la extrema derecha global, para mantener en la medida de lo posible la cohesión étnica y cultural.

En ambos programas se habla de poner medios para evitar la inmigración ilegal, facilitando las deportaciones, incapacitando legalmente a cualquier inmigrante que entre de manera irregular, dificultando la adopción de la nacionalidad española y facilitando la pérdida de la ciudadanía. En definitiva, creando ciudadanos de primera y de segunda en función del nacimiento.

Aunque en el programa de Vox no está incluido (pero sí en las declaraciones de la formación), ambos abogan por eliminar la sanidad universal.

Cristianismo

Los valores y defensa del cristianismo impregnan los programas de las dos formaciones.

Ambas usan el clásico lenguaje ultraderechista como la protección “del derecho a la vida desde la concepción a la muerte natural” que de facto prohíbe el aborto y la eutanasia. Así, la defensa de “la vida y la familia” es algo que ambos programas ponen en gran valor.

En esta misma línea, tanto el FNI-PNSOE como Vox abogan por una igualdad intrafamiliar legal” lo que se presupone como una eliminación de la Ley Integral contra la Violencia de Género y cualquier consideración de que la violencia pueda tener un origen machista.

La restricción de derechos de las personas LGTBI como el intento de reformular el matrimonio homosexual (primero aduciendo a un cambio de nombre que supone una estrategia a largo plazo para convertir a un grupo en ciudadanos de segunda), el derecho de adoptar de estas parejas o la aplicación del PIN parental posiblemente serían también del agrado del FNI-PNSOE, que muestra la homosexualidad como uno de sus enemigos. En esto también coincide con Vox que múltiples veces ha puesto la bandera LGTBI como un enemigo de su partido o un problema para España.

Ambos programas comparten también numerosas medidas para limitar de diferentes maneras otras religiones, en especial en lo referente al Islam.

Critica a la agenda 2030 en el chat del FNI-PNSOE. Autor: captura de pantalla hecha el
14/12/2020, 21:27. Fuente: Telegram (@FNI_PNSOE)
Critica a la agenda 2030 en el chat del FNI-PNSOE. Autor: captura de pantalla hecha el 14/12/2020, 21:27. Fuente: Telegram (@FNI_PNSOE)

Euroescepticismo

Aunque no hay muchas medidas en las propuestas de los dos partidos, las pocas que hay marcan un carácter euroescéptico, esto es, de rechazo al proyecto unitario europeo. Si bien el FNI-PNSOE habla abiertamente de abandonar la Unión Europea (UE), Vox matiza distintas maneras de reducir su influencia, en consonancia con el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos, el grupo parlamentario europeo donde se encuentra Vox.

La formación de Abascal, al igual que el resto de la extrema derecha europea, se ha mostrado euroescéptica con la UE de manera constante. De hecho, Vox apoyó tácitamente el Spexit el año pasado, es decir, la salida de España de la UE de la misma manera que lo hizo Reino Unido.

Como añadido, durante la defensa de la moción de censura al presidente del gobierno Pedro Sánchez, Santiago Abascal dijo que la OMS y la UE promovían la pederastia.

Aunque actualmente el plan de la extrema derecha europea es “transformar Europa” más que abandonar la Unión, no se sabe qué pasará si este tipo de partidos siguen siendo incapaces de modelar la UE.

Orden funcionarial y político

En lo que ambos partidos coinciden también es en la visión sobre el gasto político y el personal funcionario.

Ambas formaciones optan por reducir el tamaño del Estado en estos sectores, reduciendo cargos políticos, “ajustando funcionarios” a la vez que hablan de “eliminar duplicidades en organismos” y “sustituir organismos innecesarios” que se puede traducir como reducir funcionarios y el tamaño del Estado, a la vez que eliminan organismos que van contra su ideología.

Si bien el programa de Vox parece más austero en este sentido ya que no aumenta el tamaño del Estado, el programa del FNI-PNSOE impide a las administraciones endeudarse, lo cual sería una bomba en el funcionamiento actual de la administración.

Además, ambos apuestan por eliminar subvenciones a partidos, fundaciones, sindicatos, patronales, etc…

Las principales diferencias

Por supuesto, ambas formaciones presentan diferencias en algunos campos. Lo primero que se observa es que el programa del FNI-PNSOE es más radical, al abogar directamente por un modelo fascista que aboga por suprimir la democracia, sin tapujos.

La segunda diferencia más relevante por la cuestión económica, ya que el FNI-PNSOE muestra bastantes propuestas que requieren aumentar el tamaño del Estado (aunque a su vez aboga por reducir el gasto y limitar el endeudamiento) y en contra del neoliberalismo, mientras que el de Vox parece que va en la dirección contraria, apoyando el modelo capitalista globalizado defendiendo privatizaciones, reducción de impuestos a clases altas y recortes presupuestarios, con pocas excepciones.

Y se puede decir que parece, ya que Vox ha dado un fuerte giro en su política neoliberal en sintonía con la extrema derecha global. De un capitalismo ultraconservador, la mayoría de formaciones han pasado al proteccionismo, a la defensa de la clase obrera desde un punto de vista no socialista y a la crítica a la globalización económica.

En el caso de Vox, este proceso ha sido muy visible en el último año. La formación ha empezado a introducir con fuerza todo un lenguaje en referencia a la clase trabajadora mientras pedía más medidas proteccionistas y aumentaba su crítica hacia el sistema capitalista global, por ejemplo, criticando la deslocalización de las empresas.

Esto se plasmó claramente con la creación de su sindicato, Solidaridad, que no es de clase, que lucha contra el comunismo y que no quiere ir contra el empresario. Su parecido español lo encontramos no muy lejos en el tiempo: el Sindicato Vertical del franquismo. 

Estos sindicatos unían bajo un mismo techo a empleador y empleados, generalmente a favor de estos primeros. Su funcionamiento tiene bastante que ver con el sistema económico del fascismo: el corporativismo fascista, que también impregna el modelo económico propuesto por el FNI-PNSOE. Es decir, lo que buscan estos modelos es poner fin a los conflictos de clase asignando roles establecidos a cada estrato social donde el Sindicato busca teóricamente una armonización entre ambos en base a los principios de lealtad y servidumbre al Estado, a “la nación”.

Si Vox prosigue en su giro obrero y en su crítica hacia el capitalismo transnacional, quizás las diferencias en materia económica con el FNI-PNSOE no sean tan grandes dentro de un tiempo.

Personalidades y afinidades compartidas

El FNI-PNSOE y Vox no solo comparten un porcentaje importante de su programa político y de sus ideas, sino también espacio y personas afines.

Una muestra de ello fue el día 12 de octubre, Día de la Hispanidad, donde Vox y varias formaciones neofascistas se encontraron en el monumento a Cristóbal Colón. En la manifestación donde estuvieron Ignacio Garriga y Jorge Buxadé, también acudió el FNI-PNSOE, aunque este hecho no haya trascendido a la prensa.

Al final de la manifestación pudieron escucharse canticos como “Viva Hitler” o “Moros no, España no es un zoo”.

Además, durante el acto que encabeza el artículo, el acto de la Plaza Sant Jaume, varios manifestantes se hicieron una foto grupal. En esta foto se ve a una gran mayoría de personas haciendo el saludo fascista y en ella se identificaron al menos 3 miembros de Vox.

Foto de la concentración de Vox, marcando a los identificados como miembros de Vox.
Autor: captura de pantalla hecha el 15/12/2020, 08:45 Fuente: Twitter (@SmAntifeixistes).
Foto de la concentración de Vox, marcando a los identificados como miembros de Vox.
Autor: captura de pantalla hecha el 15/12/2020, 08:45 Fuente: Twitter (@SmAntifeixistes).

El primero de ellos es Marta Carlota Salex Prendes, militante de Vox y apoderada del partido en las elecciones municipales de la Llagostera. Suele participar en actos de la ultraderecha abiertamente fascistas, teniendo multitud de fotos con la bandera franquista.

Otro persona que aparecía en la foto es Francina Vinyals Subirana, con un perfil similar a Marta Carlota y que fue en las listas electorales de Tarragona por Vox en 2019.

La tercera persona en la foto es su hijo, Alejandro de Beneyto Vinyañs, afín al partido ultraderechista Democracia Nacional y que en 2019 ocupó el puesto número 7 en el Vendrell.

Tanto Marta como Francina fueron además propuestas para sanción por hacer apología del franquismo el 12 de octubre en el barrio valenciano de Benimaclet.

También es de señalar otro personaje común, Manuel Murillo, el francotirador sexagenario que tenía un plan para matar a Pedro Sánchez. Este personaje de la ultraderecha simpatizaba tanto con Vox como con el RE-FNI, posiblemente siendo miembro de este último.

Aunque el RE-FNI niega que sea miembro de su partido, se encargó de costear su defensa, a la vez que pedía ayuda económica para ello.

Parece pues que pese a los intentos de Vox de aparentar no saber nada de los partidos fascistas, muchos de sus miembros tienen un pasado (o presente) común con estas formaciones.

Dos partidos no tan diferentes

Comparten enlace a la sección del intelectual de Vox, Fernando Sánchez Dragó. Autor:
captura de pantalla hecha el 14/12/2020, 21:27. Fuente: Telegram (@FNI_PNSOE)
Comparten enlace a la sección del intelectual de Vox, Fernando Sánchez Dragó. Autor: captura de pantalla hecha el 14/12/2020, 21:27. Fuente: Telegram (@FNI_PNSOE)

Así pues, con lo expuesto con anterioridad, se puede observar que ambos partidos comparten una línea ideológica y programática similar que guían sus acciones pese a las diferencias estéticas y comunicativas.

Esto no debería coger a nadie por sorpresa, ya que ambas se encuentran del mismo lado del espectro ideológico, por lo que es natural que existan coincidencias en sus fines, objetivos, propuestas e ideas, muy a pesar para Vox,

Y es que dejar atrás el fascismo y sus símbolos ha sido una estrategia ganadora para la extrema derecha, que pese a eso no puede abandonar el largo historial de nuevos líderes de la ultraderecha con un pasado neofascista ni puede evitar que se tracen líneas comparativas entre organizaciones políticas que, al final, se encuentran en el mismo lado del espectro.

Hasta ahora, una buena parte de la defensa de las nuevas formaciones ultraderechistas era que no eran anticapitalistas, como los antiguos fascismos, rechazando conceptos como el de la economía planificada o la defensa de los servicios públicos. Este argumentario empieza a desmoronarse con el actual cambio de rumbo que está dando la extrema derecha, ya que el discurso ultranacionalista y populista característico de Agrupación Nacional (Francia), Fidesz (Hungría) o Ley y Justicia (Polonia), conocido como nacionalpopulismo, no se lleva especialmente bien con el liberalismo económico.

Por no decir que, aunque el fascismo lanzaba en sus orígenes en los años 20 y 30 una propaganda de “anticomunismo y anticapitalismo”, combatió con brutalidad el comunismo (y a la izquierda en general), pero no el capitalismo, que siguió usando solo modificado por las reglas del corporativismo fascista, recibiendo los fascistas el apoyo de la alta burguesía de la época y conservando prácticamente todos sus privilegios una vez afianzados en el poder.

Es más, la Historia ha demostrado que la ultraderecha se ha llevado muy bien con las posturas capitalistas. No en vano, países orgullosos de su democracia liberal han pactado con dictaduras con la intención de preservar el libre mercado, como sucedió en América Latina en los años 70 con el llamado Plan Cóndor.

Y es que lo que une a estos movimientos de extrema derecha en la historia es la aplicación de una agenda política determinada y mantener el poder por encima de la preferencia por un modelo económico u otro que, al final, ha demostrado ser una cuestión secundaria en los gobiernos ultraderechistas.

La nueva extrema derecha está aquí para dar “la batalla cultural” y combatir las ideas de la izquierda. Si siguen con su giro iliberal, quizá se verá qué su diferencia con el fascismo clásico se reduzca considerablemente hasta acabar en nada.

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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