PP, Vox y Ciudadanos cierran filas frente al espionaje de Pegasus
Paz Esteban, la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de España, compadeció ayer jueves 5 de mayo frente a la comisión de secretos oficiales para dar explicaciones sobre el uso de Pegasus, un software de espionaje desarrollado por la empresa israelí NSO y que el CNI habría utilizado para espiar a más de 60 políticos independentistas catalanes. La derecha y la extrema derecha, representada por PP, Ciudadanos y Vox, han declarado que las explicaciones son «del todo suficientes» y que debe continuar en su puesto.
La comisión ha durado aproximadamente cuatro horas y los diferentes partidos presentes han podido consultar la documentación durante aproximadamente 15 minutos. Sin embargo, no han podido extraer absolutamente ninguno de estos documentos, al considerarse secreto oficial. De hecho, los diputados no podían llevar ni teléfonos móviles: solo papel y bolígrafo.
Por parte del PP, la portavoz del grupo parlamentario Cuca Gamarra considera que no hay «ninguna duda» de que el CNI no hizo nada ilegal. En cuanto a Ciudadanos, Edmundo Bal también mostró su apoyo a Paz Esteban y que el CNI actuó «rotundamente conforme al Estado de Derecho». Por último, Iván Espinosa de los Monteros, portavoz parlamentario de Vox, también se posicionó de la misma manera y dijo que consideraba una mala noticia que la directora del CNI pueda ser un «chivo expiatorio» y que había demostrado de sobra «capacidad, competencia y muchos conocimientos técnicos».
Así, los principales partidos de la oposición cierran filas frente al espionaje de Pegasus, pero sin revelar absolutamente nada de lo tratado en la comisión, de cuales son los detalles y de qué documentación supuestamente habría acreditado la buena praxis del CNI, algo que han criticado desde los grupos catalanes.
Por su parte, el PSOE ha valorado la comisión como «muy positiva». En consecuencia, el portavoz socialista ha expresado el respaldo absoluto al Gobierno, a la ministra de Defensa y a la directora de los servicios de inteligencia.
Una profunda brecha por Pegasus
Los partidos políticos catalanes, principalmente Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), pero también el principal socio de gobierno del PSOE, Unidas Podemos, han calificado de insuficientes estas explicaciones. En esta línea, han pedido la apertura de una investigación y la depuración de responsabilidades, con el punto de mira fijo en la ministra Margarita Robles y en la directora del CNI.
PP, PSOE, Ciudadanos y Vox ya votaron en contra de la apertura de una comisión de investigación sobre el espionaje el pasado 2 de mayo, una petición apoyada por 10 de los partidos de la cámara. “Quien crea que esto se va a tapar y no se va a cargar la legislatura no está evaluando lo que tiene enfrente. Esto es un escandalazo a nivel internacional que está llegando a mesas de ministerios y de diputados”, aseguró entonces Gabriel Rufián, portavoz parlamentario de ERC.
No obstante, sí que hubo votos suficientes para forzar una comparecencia al respecto por parte de Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, debido al apoyo de PP y de Vox. Esto provocó que desde el PSOE se acusara de deslealtad al PP por dudar de la versión oficial ofrecida por el caso.
Según las informaciones vertidas en los medios, no obstante, Paz Esteban habría acreditado al menos las autorizaciones judiciales de espionajes de al menos 18 líderes del independentismo catalán. En la lista de 18 personas habría gente vinculada al expresident Carles Puigdemont como Josep Lluís Alay o Josep Maria Matamla; de la CUP, como Carles Riera; o con un papel destacado en entidades soberanistas, como Marcel Mauri, de Òmnium. También está Pere Aragonés, actual president de la Generalitat de Catalunya.
Por su parte, el Gobierno ha intentado desvincularse de lo sucedido en 2019, que es cuando supuestamente se dio luz verde desde los servicios secretos a estos espionajes. Aunque reconoce que es probablemente la crisis más dura de toda la legislatura, ya que el PSOE depende de Unidas Podemos y de los partidos vascos y catalanes para poder gobernar, han explicado que el Ejecutivo no recibe información detallada de los servicios secretos, sino que los informes presentan conclusiones de las operaciones que ha llevado a cabo, pero no cómo se han desarrollado.
Una profunda crisis, ya llamada Catalangate, que no ha hecho más que agravarse, especialmente tras las revelaciones de la comisión del pasado jueves, y que comenzó con la revelación de Citizen Lab a través de un informe publicado en The New Yorker donde se reflejaba que más de 60 políticos de partidos como ERC, Junts y las CUP habían sido espiados por Pegasus.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.