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Vox gasta unos 77.000 euros de dinero público del Ministerio de Cultura en un documental a favor de la extrema derecha

A través de la fundación Disenso, un think tank vinculado a Vox y del que Santiago Abascal es presidente y patrono vitalicio, ha sufragado la financiación de un documental contra el Foro de Säo Paulo, una organización que representa a diferentes partidos políticos y líderes de la izquierda latinoamericana de distinto signo y que es objeto de la extrema derecha de todo tipo de teorías de la conspiración. La financiación proviene, a su vez, de las subvenciones que recibe del Ministerio de Cultura y Deporte: un total de 77.762,98 euros en 2021 y 112.342 euros que se esperan para 2022, según sus propias previsiones.

Esta subvención se obtiene dentro de una previsión de medio millón que el Ministerio de Cultura ofrece para «fomento de las actividades de estudio y desarrollo del pensamiento político, social y cultural que realicen las fundaciones y asociaciones vinculadas con partidos políticos», una ayuda pública pensada precisamente para think tanks. Detrás de PP y PSOE, Vox fue el partido político más beneficiado.

Además, Disenso obtuvo en 2021 34.580 euros del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación para estudiar las consecuencias negativas de la Agenda 2030 bajo el concepto de «actividades en el marco del Plan Director de la Cooperación española a fundaciones y asociaciones dependientes de partidos».

Documental contra Lula Da Silva

El documental financiado, que dura unos 23 minutos, recopila diferentes entrevistas de líderes y miembros de Vox, entre ellos Santiago Abascal, y de personalidades de la ultraderecha latinoamericana, aliados del partido de extrema derecha, como es Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro y diputado con quien guarda muy buenas relaciones.

En dicho documental, se carga muy duramente contra Innácio Lula Da Silva que, quien tras cumplir las sentencias de los casos de corrupción que pesaban sobre él (sentencias decretadas por un juez que después fue ministro de Justicia de Bolsonaro), más tarde anuladas por la Corte Suprema de Brasil, se ha vuelto a postular a la candidatura del país que ya gobernó entre 2003 y 2010 para las elecciones de este octubre. Y los sondeos indican que ganará con bastante ventaja.

Pero Lula no es el único damnificado. El documental, además de atacar al Foro de Säo Paulo, también ha guardado espacio para atacar al Gobierno de España, a Pedro Sánchez y a Podemos.

Apoyo al negacionsimo del cambio climático

En cuanto al dinero obtenido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Disenso ha sufragado un informe para atacar a la Agenda 2030, unas líneas de mínimos acordadas por la ONU para lograr el desarrollo sostenible del planeta de cara a 2030 y que habla de cuestiones como educación y sanidad universales, igualdad, no discriminación o frenar el cambio climático.

La Agenda 2030 se ha convertido en otro de los hombres de paja de la extrema derecha. A la Agenda 2030 se le atribuyen todo tipo de males, desde que promueve políticas nefastas para favorecer a las «élites globalistas», hasta que es el primer paso hacia algún tipo de Nuevo Orden Mundial dictatorial y totalitario justificado sobre la base de una agenda progresista o incluso comunista oculta.

Pues bien, en este informe elaborado por Disenso, se critica los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU indicados en la Agenda 2030 asegurando por ejemplo que, los dos primeros, acabar con la pobreza y el hambre, «destilan en sus metas e indicadores un tufo a comunismo y expropiación bastante detectable».

Pero se carga con especial dureza contra las propuestas medioambientales para frenar el cambio climático. En este sentido, el informe indica que el «aumento de 1 grado centígrado» de temperatura media del planeta «ha sido favorable para la humanidad» y que «posiblemente un grado más resultaría todavía ventajoso». «Nuestros tatarabuelos sobrevivieron a las glaciaciones y nuestros bisnietos de 2100 solventarán un calentamiento de dos grados», añade.

Es decir, Vox ha utilizado dinero público teóricamente orientado al desarrollo sostenible precisamente para criticarlo.

Disenso, el chiringuito de Vox

De las cuentas de Disenso, el think tank de Vox que se dedica a la divulgación de la guerra cultural contra la izquierda a través de diferentes cursos de formación, charlas, seminarios, viajes y su propio periódico, La Gaceta de la Iberosfera, se deduce una buena salud económica. Y es que, analizando los datos que ellos mismos publican, en 2022 prevén gastar 2,7 millones de euros aproximadamente, de los cuales 112.342 euros provienen de las subvenciones señaladas anteriormente y que se han incrementado en un 20%).

El resto de las aportaciones son privadas, viniendo el grueso de Vox, que este mismo año ha dotado a su fundación de 2,5 millones de euros, si bien aproximadamente el 65% de los ingresos de Vox provienen de fondos públicos, por lo que podría decirse que, indirectamente, Disenso se financia también gracias al dinero público.

Cuanto menos curioso que una formación que se jacta de señalar los «chiringuitos» y los despilfarros del resto de partidos, y que saque pecho tras recortar las subvenciones a la mitad para sindicatos en Castilla y León, sin embargo no haya renunciado a ninguno de los gastos políticos y que, de hecho, los haya aumentado.

Vox gasta unos 77.000 euros de dinero público del Ministerio de Cultura en un documental a favor de la extrema derecha

Adrián Juste

Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.

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