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El ultraderechista Alex Jones condenado a pagar 4,1 millones de dólares por propagar teorías conspirativas

El presentador radiofónico, teórico de la conspiración y ultraderechista Alex Jones, conocido por ser el fundador del portal InfoWars, ha sido condenado a un pago de 4,1 millones de dólares a la familia de una de las víctimas de la masacre en la escuela de Primaria de Sandy Hook. El jurado le ha encontrado culpable y deberá pagar esta sanción en concepto de compensación por daños por sus discursos sobre este tiroteo.

La masacre de Sandy Hook fue un violento episodio dentro de los cada vez más comunes tiroteos en escuelas. En 2012, un joven de 20 años entró en la escuela de Sandy Hook y empezó a disparar a los que encontraba. Murieron un total de 20 niños y 6 educadores del centro. Uno de esos niños era Jesse Heslin, de tan solo 6 años.

Alex Jones utilizó su podcast para mentir sobre el tiroteo, difundiendo la teoría de la conspiración que era un atentado de falsa bandera motivado por razones políticas. Intentó convencer a su público que la masacre fue irreal, protagonizada por actores, movida por fuerzas progresistas para atacar intereses conservadores, todo mezclado con otras teorías de la conspiración como el Nuevo Orden Mundial. Algo muy habitual en el contenido de Alex Jones, pionero en este tipo de contenido en Internet.

Durante años siguió repitiendo estas mentiras. Ya hartos, los padres de las víctimas empezaron a demandarle.

Solo entonces, cuando las demandas llegaron a su programa, el presentador radiofónico cambió su discurso y reconoció que se había equivocado, lo que no evitó posteriores años de sufrimiento a la familia. Hay que recordar que Alex Jones contaba (y cuenta) con millones de personas entre su audiencia y que su capacidad de influencia, especialmente en aquel momento, era muy notable.

Así, Neil Heslin y Scarlett Lewis, padre de Jesse Heslin, fueron unos de los demandantes y han seguido adelante con este proceso, por el que pedían una compensación de 150 millones de dólares que se ha reducido a los 4,1 millones.

El jurado aún debe considerar si Jones debe pagar por la angustia emocional y el daño reputacional hecho a la familia.

El dolor de una familia rota

“Que le disparen a un niño de 6 años frente a su salón de clases es insoportable y no crees que vas a sobrevivir y luego que alguien encima de eso perpetúe una mentira de que fue un engaño, que fue una bandera falsa… No creo que entiendas el miedo que perpetúas, no solo a la familia de la víctima, sino a nuestra familia, a nuestros amigos y a cualquier sobreviviente de esa escuela”. Con estas duras palabras se refería Scarlett Lewis a Alex Jones durante el juicio.

Y es que no solo fue la teoría de la conspiración ampliamente propagada, sino el acoso y derribo de los seguidores de Jones sometieron a la familia durante años.

Y es que en 2017 Neil Heslin apareció en el programa Sunday Night With Megyn Kelly de NBC, defendiendo la realidad del tiroteo y negando el discurso de Alex Jones: “sostuve a mi hijo con un agujero de bala en la cabeza”.

Desde su podcast, Jones y sus colaboradores dijeron que Heslin había mentido, dirigiendo la furia de sus seguidores contra él.

Alex Jones ha pedido perdón, diciendo que no quería causar daños emocionales y que se equivocó al seguir información falsa. Pero esto no le ha movido en un paso en sus postulados negacionistas. De hecho Jones celebraba la pena de 4,1 millones frente a los 150 millones iniciales diciendo que esto era una “gran victoria contra los tiranos y el Nuevo Orden Mundial”.

Su mismo abogado, Andino Reynald, ha mostrado este tinte conspiracionista, sugiriendo múltiples veces durante el juicio que el tiroteo fue un engaño.

Pese a esta “victoria”, su empresa, Free Spech Systems, se ha declarado en bancarrota.

Alex Jones e InfoWars

InfoWars y Alex Jones son uno de los portales primigenios de la extrema derecha donde se desataron las teorías de la conspiración. Este espacio se creó en el año 1999 bajo la empresa antes citada, Free Spech Systems.

Desde este espacio, Alex Jones empezó a sembrar todo tipo de teorías de la conspiración.

En algunos casos rescató teorías antiguas movidas en círculos neonazis. En otros casos sirvió para lanzar nuevas teorías que se movían en la marginalidad. La clave es que la mayor parte del lenguaje, teorías y discursos que hoy son populares pasaron por InfoWars, uno de los espacios claves de la ultraderecha americana.

Y es que no hay que olvidar que las teorías de la conspiración y la extrema derecha tienen una relación simbiótica, si es que no vamos más allá y podemos decir que han pertenecido al mismo espacio siempre. De hecho, no se puede compartir el discurso ultraderechista sin adoptar postulados negacionistas.

Sin ninguna casualidad, la mayor parte de teorías conspiracionistas actuales señalan a fuerzas con tendencias progresistas.

Hablamos del Nuevo Orden Mundial, donde el rival es una “elite progresista”, la Agenda 2030, con un gobierno mundial cuasi comunista, el Pizzagate o Q’Annon, que señalan a los demócratas, las teorías sobre el magnate George Soros, señalado por apoyar causas progresistas cuando son mayoritariamente los multimillonarios conservadores los que donan dinero, etc.

Todo un panorama movido por la extrema derecha, que necesita las teorías de la conspiración para formar no solo sus discursos si no rellanar sus esquemas mentales.

A esto se han sumado viejas teorías conspirativas como las que hablan de la masonería, el judaísmo o el Plan Kalergi. Todas ellas vienen del ultraconservadurismo religioso o directamente del nazismo.

Una simbiosis que no debemos olvidar para evitar ser engañados por lo que son, en su amplísima mayoría, ficciones inventadas con un interés político.

El ultraderechista Alex Jones condenado a pagar 4,1 millones de dólares por propagar teorías conspirativas

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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