Un orador de la gran reunión conservadora de EEUU llama a erradicar a los transgénero
El pasado fin de semana se celebraron los eventos de la CPAC 2023, unas Conferencia Política de Acción Conservadora que reúnen anualmente a activistas conservadores y representantes políticos estadounidenses. Este año tuvieron como gran objetivo a los transgénero.
Entre los discursos contra los trans, destacó el de Michel Knowles, un comentarista político, que realizó un discurso en el que llamaba a la “erradicación” del transgenerismo de la vida pública.
“Por el bien de la sociedad… el transexualismo debe ser erradicado por completo de la vida pública, toda la ridícula ideología, en todos los niveles”.
Estas palabras fueron aclaradas por Knowles cuando se le presentaron en diferentes publicaciones, tras lo cual declaró que no se refería a la erradicación de las propias personas trans, sino del transgenerismo.
“Llamé a prohibir el transgenerismo por completo… Dijeron que estaba pidiendo el exterminio de las personas transgénero. Dijeron que estaba llamando a un genocidio… Uno, no sé cómo podría haber un genocidio de personas transgénero porque el genocidio se refiere a los genes, se refiere a la genética, se refiere a la biología”, declaró Knowles. “Hay personas que piensan que son del sexo equivocado, pero se equivocan. Están trabajando bajo un engaño. Y por eso tenemos que corregir ese engaño”.
En el propio Daily Wire, donde trabaja Knowles y otros activistas conservadores, no solo se habla de excluir a las personas trans de la vida pública, sino de hacerlo activamente, privándoles de derechos básicos como la atención médica e incluso prohibiendo el uso de baños públicos.
Es conocido que las políticas apoyadas por activistas como Knowles están en consonancia con las de los políticos republicanos, que incluyen acciones como la prohibición de actuaciones drag queen, restricciones en cuanto a la atención médica de las personas transgénero y leyes como la de Florida, que prohíbe hablar sobre la orientación sexual o identidad de género en la enseñanza.
En su intervención, Knowles dijo que no puede haber un término medio para lidiar con el transgenerismo: “Si el transexualismo es cierto, si los hombres realmente pueden convertirse en mujeres, entonces es cierto para todas las personas de todas las edades. Si el transexualismo es falso, como lo es, si los hombres realmente no pueden convertirse en mujeres, como no pueden, entonces también es falso para todos. Y si es falso, entonces no debemos consentirlo, especialmente cuando esa indulgencia requiere quitar los derechos y costumbres de muchas personas. Si es falso, entonces por el bien de la sociedad, y especialmente por el bien de las personas pobres que han caído presa de esta confusión, entonces el transgenerismo debe ser erradicado de la vida pública por completo, toda la ridícula ideología, en todos los niveles”.
La eliminación del transgenerismo es la eliminación de lo transgénero
Pese a las matizaciones de Knowles, no se ha escapado a nadie que la eliminación del “transgenerismo” de la vida pública supone la eliminación efectiva de los trans de la vida pública.
Esta línea que apoya supondría acabar con la ayuda para que estas personas transicionen y además revertir, eliminar o marginar a las que ya han transicionado, por lo que hablar de genocidio es de lo más acertado.
Geoff Wetrosky, activista por los derechos humanos y director de campaña nacional de HRC, comentó que el discurso de la CPAC intenta atraer a una audiencia de extrema derecha y que su discurso pone en riesgo a las personas trans y a la comunidad LGBTQ+.
El discurso de Knowles ha sido criticado por diversos activistas y defensores de los derechos humanos, que lo consideran un ataque a la comunidad LGBTQ+.
La postura ultraconservadora que promueve la erradicación del transgenerismo de la vida pública es una de las principales que ha surgido en Estados Unidos, en una ola denominada “antiwoke” que pretende destruir derechos.
La legislatura de Trump comenzó este camino. La radicalización del Partido Republicano ha seguido con ello, encarnándose en la figura del Gobernador de Florida, Ron Desantis, que promete una lucha total contra estos colectivos y ha desarrollado políticas antiderechos como la ley Don’t say gay, que prohíbe hablar de la orientación sexual en las escuelas junto a algunas leyes contra la igualdad de género o la teoría crítica de la raza.
Guerra cultural y batalla contra lo trans
En los últimos años, el Partido Republicano en Estados Unidos ha implementado políticas y medidas en contra de las personas transgénero y drag.
Una de las políticas más conocidas es la prohibición de personas transgénero en el servicio militar, implementada por el expresidente Donald Trump en 2019. Esta medida limitó las oportunidades laborales para las personas trans y las discriminó injustamente en el ámbito militar.
Asimismo, en algunos estados del país se han presentado iniciativas para restringir los derechos de las personas trans, especialmente en el acceso a los servicios de atención médica. Por ejemplo, en Arkansas se aprobó una ley en 2021 que prohíbe a los menores trans recibir tratamientos médicos como la terapia hormonal o la cirugía de reasignación de género, lo que ha sido calificado como una violación a sus derechos fundamentales.
Además, algunas políticas impulsadas por la extrema derecha han buscado restringir los derechos de las personas drag. En Texas, por ejemplo, se presentó una iniciativa en 2021 que buscaba prohibir la participación de menores en espectáculos de drag queen adaptados, lo que fue criticado como una forma de discriminación y de limitar la libertad de expresión. Arkansas planea condenar a 30 días de cárcel a quién use un baño o vestuario del que no sea su sexo de nacimiento.
La figura de Ron Desantis ha crecido en EEUU al calor de estas polémicas, convirtiéndose en el principal rival de Donald Trump.
Mientras la extrema derecha extraparlamentaria, a través de milicias neofascistas como Proud Boys u Oath Keepers, ha acudido a actividades trans o actuaciones drag a boicotearlas.
Estos boicots consisten en el despliegue de decenas de militantes armados, obligando a suspender cientos de espectáculos por todo el país al no poder garantizar la seguridad de los asistentes.
Unas actuaciones que no deberían permitirse y que están generado reacciones de adhesión, con la aparición de manifestantes proLGTB o incluso milicias armadas, sean antirracistas, feministas o LGTB que intentan pararle los pies a los militantes neofascistas ante la inacción de las autoridades.
Pese a que han tenido éxito, las milicias de extrema derecha multiplican varias veces en número (y agresividad) a las iniciativas contrarias. Ante esto, hace falta la actuación del Estado y la administración Biden para garantizar los derechos de libertad de expresión, reunión y la vida de las personas trans y las actividades de los drag queen.
Licenciado en Ciencias Ambientales y Brew Master Assistant, trabajador en hostelería y bastante tiempo precario. Freak hasta la médula, interesado en política, historia, ciencia… Busco en la divulgación y el activismo una manera de aportar a la sociedad.