Hungría reúne a la extrema derecha mundial en un macroforo político
Hungría acoge un macroforo político de la extrema derecha mundial, una versión europea de la famosa Consevative Political Action Conference, o CPAC, norteamericana.
El evento arracó ayer, jueves día 4 de mayo, y reune a centenares de personalidades de la extrema derecha y la derecha radical de todo el mundo.
Algunos de los asistentes son el presidente georgiano Irakli Garibaashvili; el ex presidente checo Andrej Babis; el expresidente esloveno Janez Jansa; el lider del FPU austriaco, Herbert Kickl; Tucker Carlon, ex presentador de la Fox News recientemente despedido tras destaparse mensajes privados suyos de contenido racista y violento; o el eurodiputado de Vox, Jorge Buxadé.
Uno de los eventos principales, como no podría ser de otra manera, es la intervención del presidente húngaro, Víktor Orbán, quién arremetió contra la izquierda y los liberales, calificándolos de “virus” que afecta al mundo: “Todos estamos siendo atacados, tanto en Europa como en Estados Unidos. Tengo que decirles que este ataque no es de naturaleza económica. Se trata de un arma biológica, un virus desarrollado en laboratorios progresistas y liberales”, afirmó.
No faltaron ataques contra la “elite globalista” y George Soros, uno de los objetivos prioritarios del pensamiento conspiranoico de ultraderecha, a quienes vinculó con las políticas de izquierda, afirmando que ponen en peligro occidente.
“La ideología de género y el movimiento “woke” son como el comunismo y el marxismo, fragmentan artificalmente a varios grupos y por ende a la nación”, relataba. Además, sacó pecho de su política antimigración, de sus leyes anti LGTBI+, y de “oler a kilómetros” a los marxistas y progresistas.
Otra nota relevante de su intervención fue su alegato en defensa del ex presidente ultraderechista Donald Trump, a quién laureó, atreviéndose a afirmar que de haber permanecido en la Casa Blanca no hubiera sucedido la Guerra de Ucrania: “Vuelva, señor presidente, haga grande de nuevo a América y traíganos la paz”.
También tuvo referencias para España, señalando que se aproximan “prometedoras elecciones” para el país (en referencia a la posible entrada en un Gobierno de coalición junto al PP de Vox), abrazando la posibilidad de que el país se sume a la lista de países europeos regidos por el ultraconservadurismo, como Polonia, Italia o la propia Hungría.
Orbán: punta de lanza de la ultraderecha europea, faro de la extrema derecha mundial
Este foro tiene una doble finalidad: primero, posicionar a Hungría, y principalmente a Viktor Orban, como principales referentes y líderes de la reacción ultraconservadora y ultraderechista en territorio europeo; y segundo, como una estrategia de política exterior y de relaciones internacionales para el país. Muestra es la insistencia de Orbán en este foro, que se celebra en Hungría por segundo año consecutivo.
Tal y como explica Péter Krekó, director del Political Capital Institute y reconocido miembro del Center for European Policy Analysis, el evento “muestra que Hungría tiene un importante “poder blando” de influencia en los circulos de la extrema derecha mundial, llegando más allá includo del ámbito occidental”, en referencia a países como EEUU, donde Orban y sus políticas antiliberales han causado furor en circulos ultraconservadores.
Orbán ha denominado reiteradamente a Hungría como “el bastión de los valores cristianos en Europa”, discurso que ha calado fuertemente en la cosmovisión de muchos políticos ultraconservadores del Partido Republicano en EEUU, quién han empezado a ver a Orbán como un espejo donde mirarse. Diferentes miembros más moderados y liberales del Partido Republicano llevan meses denunciado un aumento de posturas y tácticas antidemocráticas dentro del partido, cambio influenciado sin duda por las experiencias ultraderechistas europeas.
Por otro lado, la conferencia también cumple la función de afianzar una alianza política contraria a la Unión Eupeea y al actual Washington, contra los que Orban ha cargado: “Los dos principales santuarios de la democracia moderna, Washington y Bruselas, siguen en manos liberales”.
Según Krekó, la conferencia ayuda a “animar a aquellos, como el Primer Ministro georgiano Irakli Garibashvili, que han dejado de apoyar al actual Gobierno de los EEUU, al igual que a aquellos que critican a las Unión Europea y cada vez se posicionan más cerca de Rusia”.
Finalmente, es necesario destacar que a pesar de que la Conferencia pretende sacar músculo y mostrar un movimiento ultraconservador unido y poderosos, la realidad es que la mayoría de sus participantes han sido alejados del poder, tanto político como mediático, quedando relegados a ser considerados como elementos externos al sistema, a diferencia de Orbán.