Programado para el 22 de junio el juicio de inhabilitación política contra Jair Bolsonaro

El 22 de junio es la fecha fijada para el juicio de inhabilitación política contra Jair Bolsonaro por “abuso de poder y uso indebido de medios de comunicación”.  

La denuncia, promovida por el partido Democrático Laborista y avalada por la Fiscalía Electoral, afirmaba que meses antes de las elecciones de 2022 el entonces presidente Jair Bolsonaro lanzó afirmaciones falsas sobre el sistema de votación durante una reunión con diplomáticos extranjeros el 18 de julio de 2022, así como a través de los medios de comunicación. En su discurso, afirmaba que las elecciones en las que Dilma Rousseff habría salido victoriosa en 2014 y las elecciones en segunda vuelta en las que él mismo habría ganado en 2018 no fueron «totalmente transparentes».

«Constantemente me acusan de ser un golpista… Cuestiono esto porque tenemos tiempo para resolver el problema, con la participación de las Fuerzas Armadas», declaró Jair Bolsonaro en referencia al sistema electoral.

Tras estos hechos, el partido Democrático Laborista acusó al presidente de abuso de poder y la Fiscalía Electoral se manifestó a favor de dicha acusación, argumentando que el discurso tenía la intención de socavar la confianza en las elecciones de Brasil.

Los abogados de Bolsonaro han argumentado que sus discursos contra la transparencia electoral eran simplemente «actos de gobierno» destinados a plantear preocupaciones legítimas sobre las elecciones.

Ahora, se enfrenta a un juicio que comenzará el 22 de junio, en el que siete jueces del tribunal electoral decidirán si el ex presidente será inhabilitado o no.

Inhabilitación política y fraude electoral

Aunque se haya iniciado un proceso judicial debido a las acciones de Bolsonaro, este ha criticado durante años el sistema de votación de Brasil, hablando de posibles manipulaciones por parte de sus rivales electorales debido a la vulnerabilidad del sistema. Al igual que Trump, ha recurrido a discursos conspiranoicos durante su mandato, acusando a los jueces del Supremo Tribunal Federal y al Tribunal Superior Electoral de favorecer “el amaño de las elecciones”. También ha cuestionado las máquinas de votación, argumentando que son vulnerables al fraude al no contar con respaldo en papel. Estas teorías conspiracionistas contra las maquinas de votación han hecho perder cientos de millones a cadenas ultraconservadoras como Fox.

Incluso la derecha española ha utilizado un discurso similar, alegando un posible «pucherazo» o fraude electoral en las últimas elecciones municipales celebradas el 28 de mayo. Huelga decir que una vez demostrada su holgada victoria, cualquier teoría de fraude se desvaneció.

Pese a estas dudas sobre las máquinas de votación, la realidad y las pruebas demuestran lo contrario. Los expertos en seguridad informática han afirmado que, si bien la auditoría del sistema es difícil debido a su diseño y a las diferentes capas de seguridad implementadas (sistema de huella dactilar, pruebas de las máquinas el mismo día, revisión del código fuente, además de la ausencia de conexión a internet), estas características dificultan las posibilidades de hackeo o manipulación. No existen evidencias de errores o fraudes desde la implementación del sistema, el cual ayudó a eliminar el fraude que solía ocurrir en las elecciones cuando se utilizaba el voto en papel.

A pesar de las evidencias y la falta de pruebas de fraude electoral, tanto los partidarios de Bolsonaro como el propio ex presidente continúan con un discurso basado en teorías de conspiración, alegando robo de votos por parte de las máquinas, manipulación y falsificación de las mismas, así como prevaricación por parte de los funcionarios.

De hecho, parte de su discurso se basa en un incidente ocurrido en 2018, cuando piratas informáticos infiltraron la red de la agencia electoral de Brasil. Sin embargo, debido a su diseño, las máquinas no tienen acceso a internet, y las investigaciones demostraron que era imposible cambiar los totales de votos.

El asalto al Congreso de Brasil y sus secuelas

Este discurso se suma a los hechos ocurridos una semana después de la toma de posesión de Lula da Silva, cuando miles de seguidores radicales de Bolsonaro invadieron y saquearon las sedes del poder en Brasil, incluyendo el Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo, exigiendo una intervención militar para derrocar al gobierno recién elegido de Lula. Como resultado de estos hechos, la policía detuvo a más de 1400 personas y se iniciaron procedimientos judiciales, mientras que Bolsonaro, antes de los acontecimientos, viajó a Estados Unidos.

Además de este proceso importante, Bolsonaro está involucrado en otros procedimientos que también podrían llevar a su inhabilitación política, como un proceso en el tribunal electoral por el uso indebido de fondos públicos para influir en la votación y llevar a cabo campañas de desinformación. Asimismo, el proceso penal federal relacionado con la invasión de edificios gubernamentales sigue su curso, por lo que habrá que esperar las implicaciones para el ex presidente.