Vox escoge como Vicepresidente y Conseller de Cultura a Vicente Barrera, torero que elogia el fascismo

La retirada pactada de Carlos Flores Juberías, candidato de Vox a la Generalitat Valenciana condenado por violencia de género, ha convertido en vicepresidente y conseller de Cultura a Vicente Barrera Simó. La elección de este valenciano de 55 años ha sido polémica desde sus inicios: torero conocido por las exaltaciones en defensa la tauromaquia, de familia adinerada, siempre cercano a las élites de la derecha valenciana y sin apego al mundo de la cultura.

Pero la situación se ha vuelto aún más estrambótica al descubrirse múltiples publicaciones en sus redes sociales a favor del fascismo. Una de las más llamativas ha sido una publicación realizada por Vicente Barrera el 1 de enero de 2021 donde muestra sus simpatías por la extrema derecha más radical: “Acabo de adquirir este caballo. Aunque lo tengo caso decidido, quería saber vuestra opinión sobre los cuatro posibles nombre que barajo para su bautismo. Votar

1. Viriato
2. Caudillo
3. Escipión
4. Duce (se pronuncia Duche)”

Efectivamente, dos de los nombres son en referencia a dos dictadores fascistas: el General Francisco Franco, “Caudillo” de España, y Benito Mussolini, el Duce, líder de la Italia fascista.

Este no es el único ejemplo que tiene en sus redes en alabanza al fascismo.

En una publicación de 2020 de documental de HBO Max Franco, vida y muerte del dictador, Vicente Barrera alababa la guerra de “esa media España que se reveló (sic)” comprando el relato sobre que la Segunda República iba a implantar el comunismo. Llamativo ese grave falta al usar “reveló” que tiene otro significado (lo correcto sería “rebeló”) y que parece poco apropìada para un Consejero de Cultura.

Por si no estaba claro, en otra extensa publicación responde al polémico periodista Salvador Sostres. En el texto publicado en 2020, Vicente Barrera se sentía orgulloso de descender de los golpistas, “los nietos de los que ganaron la Guerra”.

En esta línea, Barrera alaba el “franquismo” diciendo que trajo la democracia a España (pese a que impidió la democracia durante 40 años y solo la permitió a la caída del régimen) y pidió a los políticos de derechas sacudirse del lastre del “antifranquismo”. De hecho dice que la clase política del franquismo fue “brillante” refiriéndose a las clases nobles, adineradas y aristocráticas que el franquismo eligió para el poder.

Todo esto revela como Vicente Barrera Simó es un amante del fascismo, afín a esa ideología, algo que por otra parte es común en Vox.

Vicente Barrera: torero, empresas heredadas y amigo de Camps

Vicente Barrera nació en una familia privilegiada del mundo taurino, siendo nieto de Vicente Barrera Cambra, uno de los toreros más destacados de España. Aunque inicialmente estudió Derecho en la Universidad de Valencia, su verdadera pasión era el toreo, una vocación que su familia desaprobaba. Sin embargo, una vez finalizados sus estudios, pudo finalmente embarcarse en el mundo, debutando el 15 de agosto de 1992.

Aunque se retiró hace ya 12 años, Barrera ha gozado de una vida cómoda gracias a la fortuna familiar, lo cual le ha permitido mantener su estilo de vida sin preocupaciones. Su abuelo materno, un destacado empresario textil en Ontinyent, le abrió las puertas al mundo empresarial y actualmente ostenta el cargo de administrador en dos empresas inmobiliarias: Edificaciones Formabil y Naves Industriales Viator. Además, ha incursionado en negocios internacionales relacionados con la comercialización de atún proveniente del Golfo de México y con una empresa vinícola de la denominación de origen Rioja.

A lo largo de su trayectoria, Vicente Barrera ha demostrado su adhesión al mundo de la tauromaquia, convirtiéndose en un activista político y mostrando su interés en la esfera política. Barrera ha mantenido estrechos vínculos con la derecha política valenciana, frecuentando círculos elitistas y demostrando su apoyo a figuras como Francisco Camps, a quien recibió efusivamente tras ser absuelto en los juzgados.

En 2018, Vicente Barrera se afilió a Vox, convirtiéndose en un miembro activo de la estructura interna del partido. Poco después de unirse, fue nombrado coordinador de zona en Ontinyent (Valencia), donde ha coordinado 17 municipios en los últimos cuatro años.

Vox y la Comunidad Valenciana: el programa del retroceso

Vox y el PP han acordado un plan que representa una enmienda no solo a la gestión de los últimos 8 años del “Govern del Botànic”, sino incluso al gobierno estatal de José Luis Rodríguez Zapatero.

En un principio, PP-Vox publicaron un avance que sorprendió tanto a propios como a extraños debido a su simplicidad y mala redacción.

En este punto, ya se conocían varias áreas y cargos que el PP había cedido a Vox: la Vicepresidencia de la Generalitat, la presidencia de Les Corts, las consejerías de Agricultura, Cultura y Justicia, Interior y Gobernación. Originalmente se anunció que Vox se haría con la consejería de Asuntos Sociales, probablemente un “globo sonda” para evaluar la reacción de los valencianos.

Posteriormente, ampliaron lo publicado con las 50 medidas para la Comunidad Valenciana, un conjunto de medidas poco concretas y vagas que abarcan diversos sectores.

Entre estas medidas destacan las de carácter ideológico, que buscan modificar todas las medidas culturales ya arraigadas. En su defensa e imposición del español sobre el valenciano, PP-Vox critican el “pancatalanismo”, refiriéndose al reconocimiento más que aceptado y académico de que el valenciano es un dialecto del catalán, una obviedad que ha servido de espantajo a las derechas para hablar de este peligro. De esta forma, pretenden eliminar cualquier tipo de apoyo o subvención a entidades que promuevan el «pancatalanismo», lo que posiblemente resulte en la supresión de organizaciones en defensa del valenciano y su sustitución por grupos culturales de escaso valor académico y menor arraigo.

Dentro de esta guerra cultural se incluye por supuesto la Ley de Memoria Democrática valenciana, planteando su eliminación. Además, PP-Vox han acordado proponer la censura parental para vetar contenidos extracurriculares para menores.

Sorprendentemente, el plan menciona la mejora del sistema de salud pública, algo que suele contradecir la práctica política del PP en la mayoría de los territorios que gobierna, caracterizada por recortes presupuestarios y privatizaciones. Sin embargo, el pacto no explica de dónde obtendrán los fondos para dicha mejora, ya que la única medida de ahorro presupuestario es mínima en términos de gastos, aunque populista (reducción de consejerías y cargos políticos), mientras que propone una reducción de impuestos que beneficia principalmente a las élites económicas (sucesiones y patrimonio), lo que afectará negativamente las arcas públicas.

En definitiva, este gobierno busca imponer normas conservadoras e ideologizadas en el ámbito cultural, junto con un plan económico neoliberal de recortes en los servicios y reducción de impuestos para los más privilegiados.