Crisis en Finlandia: revelados mensajes de la vicepresidenta ultraderechista pidiendo “escupir a mendigos” y “patear niños negros”
El Gobierno de Finlandia se enfrenta a una nueva crisis después de que salieran a la luz una serie de comentarios violentos y racistas escritos por Riikka Purra, ministra de finanzas y líder del partido ultraderechista Partido de los Finlandes (PS), ante conocido como Verdaderos Finlandeses.
En los comentarios en un blog Purra se refiere a las personas de raza negra con el término despectivo «neekerit», a los musulmanes los llama «penes de moka» y a los inmigrantes de Turquía los llama «monos turcos». Además, uno de los comentarios más impactantes dice: «Si alguno estáis en Helsinki, ¿alguien se apunta a escupir a mendigos y golpear a niños negros?».
Estos mensajes racistas y violentos fueron difundidos en 2008 en el blog del exlíder de la ultraderecha y actual presidente del Parlamento finlandés, Jussi Halla-aho, quien también ha sido condenado en el pasado por opiniones antiislámicas. La prensa finlandesa ha atribuido estos textos a Purra debido a las similitudes en los detalles personales entre la autora de los comentarios y la líder ultraderechista.
Tras la revelación de estos comentarios, Purra reconoció haber escrito numerosos comentarios en el blog de Halla-aho en ese momento, pero no admitió ni desmintió haberlos firmado como «riikka». Sin embargo, la ministra se disculpó por los comentarios, calificándolos de «estúpidos», y afirmó que ya no piensa de la misma manera que en ese entonces.
El escándalo ha provocado fuertes críticas tanto dentro como fuera del gobierno finlandés. El presidente finlandés, Sauli Niinistö, ha instado al gobierno a adoptar una postura clara de tolerancia cero hacia el racismo. Mientras tanto, el primer ministro, el conservador Petteri Orpo, ha asegurado que no acepta el racismo en ninguna de sus formas.
No solo Riikka Purra, su antecesor dimitió hace 2 semanas por vínculos neonazis
La crisis en el gobierno finlandés se agrava aún más sabiendo que su predecesor en el ministerio de finanzas Vilhelm Junnila, dimitió hace dos semanas debido a la controversia generada por sus presuntos vínculos con grupos neonazis. Junnila, también miembro del PS, renunció después de sobrevivir por estrecho margen a una moción de censura en su contra presentada por la oposición de centroizquierda.
Durante su breve mandato de diez días, recibió el apoyo de conservadores, la ultraderecha y cristianodemócratas, pero enfrentó la oposición de la izquierda. La moción de censura, que acusaba a Junnila de hacer referencias nazis, fue rechazada por 95 votos contra 86. Sin embargo, su dimisión fue inevitable debido a la necesidad de preservar la continuidad del gobierno y la reputación de Finlandia.
Durante la campaña electoral, se revelaron comentarios polémicos de Junnila, incluyendo elogios a un compañero de partido por su número de candidato, el «88», un símbolo neonazi asociado al saludo «Heil Hitler». Estos comentarios y sus vínculos con grupos neonazis, como el Movimiento de Resistencia Nórdico, ilegalizado en 2020, generaron acusaciones de simpatías hacia la extrema derecha.
El primer ministro finlandés, Petteri Orpo, ha defendido a Junnila afirmando que este se ha disculpado por sus comentarios y se ha distanciado de los grupos extremistas. Sin embargo, el incidente ha puesto en evidencia la fragilidad del gobierno finlandés, considerado el más de derechas en la historia reciente del país y ha generado preocupación sobre la tolerancia hacia el racismo y el extremismo en Finlandia.
En solo dos semanas los máximos dirigentes de Verdaderos Finlandeses se han revelado como motores de odio y con vínculos con grupos neonazis. Ante esto, la derecha clásica ha cerrado filas intentando defenderlos.
Es evidente el odio que entra en las instituciones cuando se permite entrar a la extrema derecha.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.