La izquierdista Luisa González vence en las elecciones de Ecuador y se enfrentará a Daniel Noboa en la segunda vuelta

El pasado domingo 20 de agosto se celebraron las elecciones de Ecuador, presidenciales y legislativas, en las cuales Luisa González, la candidata por la plataforma correísta Revolución Ciudadana (RC), ha vencido con amplia ventaja con un 33.47% sobre su inmediato rival, el candidato de la coalición derechista Acción Democrática Nacional (ADN), Daniel Noboa, quien obtuvo el 24.48% de los sufragios.

En tercer lugar, ha quedado Christian Gustavo Zurita Ron de Movimiento Construye (MC25), una escisión de derecha liberal del correísmo, con un 16.51% de los votos; y en cuarto lugar Jan Tomislav Topić del Partido Social Cristiano (PSC) bajo la coalición Por Un País Sin Miedo con un 14.68% de los votos. El resto de candidaturas han obtenido resultados testimoniales, destacando al progresista Otto Ramón Sonnenholzner de la coalición Actuemos (7.05%) y el indigenista Yaku Sacha Pérez de la coalición Claro Que Se Puede (3.97%).

De esta forma, Luisa González y Daniel Noboa se disputarán la presidencia de Ecuador en una segunda vuelta, que se celebrará el próximo 15 de octubre. Un enfrentamiento electoral cuyo resultado está todavía por determinar, si bien es cierto que la suma de votos de las fuerzas de derecha y centro derecha superan la barrera del 50% con un 56.52% frente a un 44.49% de las candidaturas progresistas, por lo que será vital la movilización de la abstención.

Por otro lado, también se celebraron elecciones legislativas para determinar los escaños de la Asamblea Nacional que, con más del 90% del escrutinio realizado, arroja un resultado muy favorable para Revolución Ciudadana, que obtendría 53 asambleístas de un total de 137, con Pierina Correa, hermana de Rafael Correa, como portavoz parlamentaria.

El Movimiento Construye obtendría el segundo puesto con 30 asientos, seguido de Acción Democrática Nacional (coalición entre Movimiento MOVER y Pueblo, Igualdad y Democracia) con 14 escaños; el Partido Social Cristiano (PSC) con otros 14 asientos; la coalición Actuemos (Avanza y SUMA) con 7 escaños; y otros 13 repartidos entre pequeños partidos políticos, además de los 6 destinados a los movimientos provinciales.

En la cámara legislativa, las fuerzas progresistas obtendrían 69 asientos (sin contar los posibles apoyos de las fuerzas provinciales), lo que supondría una mayoría suficiente para condicionar las toma de decisiones de la misma.

Elecciones de Ecuador: una campaña marcada por el miedo

Las elecciones de Ecuador se convocaron tras la crisis política del conservador Guillermo Lasso, que decidió disolver la Asamblea Nacional y convocar elecciones antes de finalizar su mandato en 2025. Lasso estuvo a lo largo del año 2022 enfrentándose a una profunda crisis por el Paro Nacional convocado por movimientos sociales e indígenas, duramente reprimidos, ante el descontento por sus políticas, la situación del país y la corrupción del llamado Caso Encuentro y que salpicaba a su gobierno.

Finalmente, mientras la Asamblea Nacional celebraba un juicio político, a petición de fuerzas políticas de distinto signo, Lasso convocó unas elecciones a las que decidió no presentarse, dejando Ecuador ante un futuro un tanto incierto.

Por desgracia, si por algo se caracterizaron estas elecciones, fue por el clima de seguridad y de violencia, llegando al punto del asesinato de Fernando Villavicencio a la salida de un mitin, candidato entonces de Movimiento Construye, presuntamente por sicarios colombianos, lo que hizo que Christian Zurita tomase el relevo de su candidatura entre amenazas de muerte.

Zurita, que no pudo participar en el debate electoral que marca la ley en Ecuador, dejando la tribuna de su candidatura vacía por una cuestión legal (ya que no tuvo tiempo de registrar su candidatura), tuvo que votar en medio de un fuerte operativo policial y militar. De hecho, según fuentes oficiales, se desplegaron alrededor de 60.000 policías con el apoyo del ejército para custodiar los colegios electorales del país.

Pero no fueron los únicos incidentes. En la previa del cierre de campaña del candidato Daniel Noboa, su caravana fue interrumpida por disparos, obligando al dirigente a refugiarse en un vehículo, apenas una semana después del asesinato de Villavicencio.

Según la Policía local, un total de 945 personas fueron detenidas durante las elecciones de Ecuador, además de 271 detenciones por órdenes judiciales, entre otros delitos menores.

Daniel Naboa, la sorpresa

El 9 de agosto fue el último día en el que Ecuador publicó sondeos electorales. Entonces, Daniel Naboa, candidato por ADN, se encontraba en séptimo lugar con poco más del 3.7% de la intención de voto. Por su parte, a Fernando Villavicencio apenas le otorgaban el 8.2% de los sufragios, con lo que la ventaja se situaba sobre Luisa González, con entre un 30 y un 40% del voto, seguido de Jan Topic con entre un 15 y un 11%. En ese momento, hasta Otto Sonnenholzner, en coalición con uno de los partidos que apoyó el gobierno de Lasso, tenía posibilidades de ir a la segunda vuelta.

Sin embargo, analistas apuntan que tanto el asesinato de Villavicencio como el debate electoral provocaron un drástico cambio en la percepción de una parte importante del electorado, proyectando a Naboa y a Zurita en detrimento del resto de candidaturas y condicionando seriamente la segunda vuelta y las posibilidades de la candidata izquierdista Luisa González para alcanzar la presidencia de Ecuador.

Revolución Ciudadana, el proyecto que encabeza González, fue reorganizado en 2021 para acoger a los sectores correístas, esto es, seguidores del ex presidente Rafael Correa, actualmente viviendo en Bélgica en estatus de asilo político tras su condena a 8 años de prisión por el Caso Sobornos, un caso que éste considera fabricado mediante falsedad documental.

Tras su fallido intento de presentarse a la vicepresidencia en 2021, Luisa González, ex asambleísta que asumió diferentes cargos en el gobierno de Rafael Correa y algunos en el de Lenín Moreno, encabezando un proyecto de oposición a las tesis económicas neoliberales, al conservadurismo y a las políticas tanto de éste (que se alejó del correísmo) último como del gobierno de Lasso.

De esta forma, González ha sido señalada por su continuismo de las políticas de Rafael Correa, así como por varias controversias con respecto a algunas posturas conservadoras. No obstante, su victoria constata un rechazo de la sociedad ecuatoriana a las políticas derechistas que han caracterizado los últimos gobiernos en el país.