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La ONU aprueba por gran mayoría el fin del bloqueo a Cuba con los votos en contra de EEUU e Israel

Aplausos tras la resolución. Así ha sido recibido el resultado de la última votación de la Asamblea General de la ONU que ha exigido masivamente el fin del bloqueo a Cuba.

187 países de todo el mundo han pedido del fin del bloqueo a Cuba, con los votos en contra de solo dos países: Estados Unidos e Israel. A este se ha sumado la única abstención de Ucrania. La soledad de la posición estadounidense se ha remarcado en el último año: en la anterior resolución, fueron 3 los países que se abstuvieron.

Esto es más llamativo aún sabiendo que la práctica totalidad de los socios de Estados Unidos y el bloque occidental han votado a favor del fin del bloqueo a Cuba, siendo los únicos que han compartido la posición estadounidense los países dependientes en material militar de Estados Unidos, como Israel, enfangada en la guerra contra Gaza o Ucrania, casi totalmente dependiente del dinero estadounidense para mantener el pulso contra Rusia.

Desde Cuba se ha celebrado el resultado, tachándolo de victoria política. El embajador de Cuba en la ONU, Bruno Rodríguez Parrilla, ha escrito en este sentido: “Esto confirma el aislamiento total de Estados Unidos debido a su política ilegal, abusiva y moralmente insostenible”.

Hay que recordar que el rechazo al embargo sobre Cuba ha ido perdiendo adeptos desde su aprobación por castigar principalmente a la población del país e impedir su desarrollo económico. Se considera una medida extraterritorial que viola la soberanía nacional de terceros y que no ha sido aprobada por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Por su parte EEUU considera que el bloqueo es una medida para condicionar el gobierno del país y luchar por la “democracia”. Las distintas condenas al bloqueo pese a todo, no han afectado a la política norteamericana.

Historia del embargo y el grito desesperado de “fin del bloqueo”

El bloqueo a Cuba tal y como conoce actualmente fue aprobado en 1962 por la administración de Dwight D.Eisenhower, candidato del Partido Republicano y ex general estadounidense, contra el gobierno revolucionario de Fidel Castro, si bien hubieron embargos más sectoriales impuestos en Cuba tanto en 1958 como en 1960. Fue en 1962 cuando el embargo afectaría a la totalidad de productos, incluyendo comida y medicinas.

El bloqueo a Cuba afecta a la totalidad viabilidad de la economía cubana, ya que prácticamente obliga a las empresas a elegir hacer negocios con Cuba o con Estados Unidos, la única de las dos superpotencias tras la II Guerra Mundial y única tras la caída de la URSS.

Resultado de la votación de la Asamblea General de la ONU donde piden el fin del bloqueo a Cuba.
Resultado de la votación de la Asamblea General de la ONU donde piden acabar con el embargo a Cuba. Fuente: ONU.

El bloqueo a Cuba impide al país utilizar el sistema financiero estadounidense, hacer transacciones en dólares, limita la actuación de empresas extranjeras o comercializar productor utilizados en Estados Unidos (si al menos un 10% ha sido elaborado en el país), entre muchos otros. Este embargo ha ido a peor con los años, ensañándose con la inversión extranjera (Ley Helms-Burton, 1996) o las múltiples actuaciones bajo la administración Trump: como la restricción de los viajes entre Cuba y EEUU a todos los niveles (civiles, económicos y educativos) o la reincoporación a Cuba a la Lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo.

Desde 1962, el bloqueo a Cuba habría causado una perdida de 159.000 millones a la pequeña isla caribeña, siendo de casi 5.000 millones en el último año, según datos del gobierno cubano.

https://twitter.com/HoyPalestina/status/1716817443740647886 

Juan Francisco Albert

Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.

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