¿Qué es Manos Limpias? el polémico “sindicato” de ultraderecha que ha denunciado a Begoña Gómez

El sindicato Manos Limpias ha presentado una querella contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, por supuestos delitos de tráfico de influencias. Esta acción judicial ha puesto nuevamente en el foco mediático en esta controvertida organización. Pero ¿Qué es Manos Limpias y por qué se ha erigido como acusación en este caso?¿Por qué muchos medios lo llaman “pseudosindicato”?

Manos Limpias, cuyo nombre completo es «Colectivos de Funcionarios Públicos Manos Limpias», es un sindicato que, aunque oficialmente representa a empleados del sector público, ha ganado notoriedad por su activismo judicial en lugar de su labor sindical tradicional, es decir, por poner denuncias contra determinadas personalidades u organizaciones políticas, una acción que caracteriza a otros colectivos como Abogados Cristianos.

Fundado en la década de 1990 por el abogado y ex político ultraderechista Miguel Bernad, Manos Limpias ha asumido un papel singular en el panorama sindical español. Aunque su nombre sugiere transparencia y honestidad (como suele serlo en este tipo de organizaciones), su historial está marcado por una serie de denuncias controvertidas y querellas que no siempre han prosperado, además de escándalos propios.

Una historia que empieza en los años 90

La génesis de Manos Limpias se remonta a 1995, cuando Miguel Bernad estableció esta organización con la intención inicial de representar a los trabajadores del sector público. Sin embargo, su enfoque pronto se desvió hacia la participación como acusación en casos judiciales de gran repercusión mediática.

Así, desde sus inicios, Manos Limpias ha estado vinculado a la ultraderecha española, con Bernad habiendo tenido previamente una incursión en la política de la mano del político franquista Blas Piñar: fue secretario general y se presentó a las elecciones al Parlamento Europeo de 1987 y 1989. Tras el fracaso de la formación, creó el partido Derecha Española, que tuvo aún menos éxito.

La participación de Manos Limpias en casos judiciales ha sido extensa y controvertida. Desde denuncias relacionadas con los atentados del 11-M hasta querellas contra figuras prominentes como el juez Baltasar Garzón, el sindicato ha presentado una variedad de acciones legales que abarcan desde corrupción hasta temas relacionados con la homosexualidad y la política. A pesar de su frecuente activismo judicial, muchas de estas denuncias no han tenido éxito en los tribunales.

La asociación ha experimentado altibajos a lo largo de su historia, enfrentando críticas tanto por sus métodos como por sus motivaciones políticas. De hecho y a pesar de su afirmación de ser un sindicato, Manos Limpias ha sido objeto de escrutinio sobre su verdadera naturaleza y legitimidad como representante de los trabajadores. La Audiencia Provincial de Barcelona ha cuestionado su estatus público y ha señalado su actividad centrada en el sector de la administración.

Si bien ha participado en casos judiciales notablemente mediáticos, su efectividad ha quedado puesta en tela de juicio en numerosas ocasiones por el bajo éxito de sus demandas.

Casos polémicos

A lo largo de su existencia, Manos Limpias ha protagonizado numerosas acciones legales controvertidas. Desde su participación en los juicios posteriores al atentado del 11-M hasta su intervención en casos como el Caso Nóos, que involucra a la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín, la organización ha buscado destacarse como una figura contra la corrupción institucional.

Pero, junto a estos casos, Manos Limpias ha llevado a cabo una serie de denuncias contra políticos nacionales y partidos políticos, persiguiendo especialmente a los políticos y organizaciones de la izquierda, así como a los políticos independentistas. Han sido comunes las denuncias al PSOE, así como a Podemos, a quién Manos Limpias ha denunciado en un sinfín de ocasiones, sea al partido o sus líderes de manera individual.

Sus acciones legales no han abarcado solo la corrupción, si no que han entrado en temas de carácter social, denunciando casos por cuestiones relacionadas con la homosexualidad, como el caso de los Loonies, demostrando sus tendencias de ultraderecha.  

Sin embargo, la mayoría de sus denuncias no han tenido éxito, por lo que se ha acusado a la organización de obstruir la justicia y utilizar los tribunales como plataforma política. Por ello, además de tildarlo como “pseudosindicato” por su actividad más bien jurídica y añejada de las acciones típicas de una organización sindical, ha enfrentado críticas por su enfoque selectivo en cuantos a lo denunciados y su asociación con posturas políticas de extrema derecha, siendo señalado por realizar denuncias como un medio para promover su agenda política.

Como añadido, se le ha cuestionado por su falta de transparencia interna, incluida la ausencia de asambleas y la falta de representación en lugares de trabajo, lo que ha reforzado todavía más el apelativo de «pseudosindicato».

Manos Limpias: investigaciones y escándalos

Por si lo anterior descrito no fuera poco, Manos Limpias ha estado involucrado en varias investigaciones legales, incluidas acusaciones de apropiación indebida y blanqueo de capitales.

Así, la Fiscalía y la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) ha investigado al sindicato por presunta extorsión en asociación con Ausbanc y varios de sus líderes han sido detenidos y procesados por delitos relacionados con estas acusaciones. Finalmente, el Tribunal Supremo absolvió tanto a Luis Pineda como a Bernad de 8 y 4 años de cárcel, respectivamente, siendo Pineda líder de Ausbanc y Bernad de Manos Limpias.

Investigaciones por presunta corrupción

El sindicato ha estado en el centro de varias investigaciones relacionadas con presunta corrupción y actividades delictivas.

Una de las más destacadas fue la investigación por parte de la Fiscalía de Delitos Económicos de Madrid, que involucró al líder del sindicato, Miguel Bernad, y a la abogada Virginia López Negrete. Se les acusó de apropiación indebida y blanqueo de capitales, específicamente por el presunto reparto de fondos recaudados de los afectados por la estafa del Fórum Filatélico y Afinsa. Estas acusaciones llevaron a la apertura de diligencias de investigación y a la admisión de la querella contra ambos.

Acusaciones de abuso procesal

En otra instancia, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo español abrió una investigación sobre Manos Limpias por posible abuso procesal.

Se cuestionó la presentación de querellas sin fundamento suficiente, lo hecho que ha seguido persiguiendo la actividad del sindicato y poniendo en duda la efectividad de sus acciones.

Presuntas implicaciones en caso de extorsión

Una de las investigaciones más controvertidas involucró a Manos Limpias y Ausbanc, acusados de coordinarse para interponer querellas contra empresas e instituciones y luego exigir grandes sumas de dinero para retirarlas.

La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional lideró la investigación, que resultó en la detención de líderes de ambos grupos, incluyendo a Miguel Bernad. Se alegó que esta trama de extorsión afectaba a una amplia variedad de sectores y que Manos Limpias estaba involucrado en la retirada de denuncias judiciales a cambio de pagos.

Estas investigaciones culminaron en procesamientos y acciones legales contra los líderes de Manos Limpias. La Fiscalía solicitó penas de cárcel significativas y la disolución del sindicato, junto con otras organizaciones relacionadas, por una variedad de delitos que incluían estafa, blanqueo de capitales, extorsión y pertenencia a organización criminal. Estas acciones legales tuvieron un impacto significativo en la reputación del sindicato, que pese a todo ha conseguido sobrevivir con altibajos

El futuro del caso contra Begoña

Ahora mismo, el caso contra Begoña Gómez cubre las portadas de los medios en un ambiente de polarización. El anuncio de Pedro Sánchez sobre la apertura de un periodo para pensar en si dimite, que anunciará el día 29, ha sido respondido con posiciones dispares. Por un lado, la derecha y especialmente la extrema derecha, han pedido la dimisión del presidente. Por otro, la totalidad de la izquierda, desde la socialdemocracia hasta el comunismo, se han volcado con el presidente del gobierno, tachando lo ocurrido con Manos Limpias como una “cacería política” y un caso más de lawfare, como fueron los casos contra Mónica Oltra, Vicky Rosell o contra la cúpula de Podemos.

Además, la demanda de Manos Limpias parece tener pocos visos de sostenerse en el tiempo. Su líder, Miguel Bernard, ha reconocido que quizás su denuncia se base en hechos falsos. Lo ha hecho asegurando que esta se basa en lo publicado por ciertos medios y que estos medios podrían estar mintiendo, por lo que ha pedido que comparezcan ante la justicia para aportar pruebas.

Unas informaciones que unido al historial del Manos Limpias con querellas imposibles, se anticipa como un nuevo fracaso del “pseudosindicato” ultraderechista. Pero lo suficiente como para romper la escena política española y causar un escándalo de orden internacional, aunque el proceso parezca muerto antes de nacer.