Guerra interna en la derecha francesa tradicional por la alianza con la ultraderecha

El presidente de Los Republicanos (LR), Éric Ciotti, ha causado una tormenta política en Francia al proponer una alianza con la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen. En una reciente entrevista en TF1, el líder de la derecha francesa tradicional afirmó que esta alianza es necesaria para formar un «bloque nacional» en las próximas elecciones legislativas, argumentando que su partido es «demasiado débil» para enfrentarse a los otros grandes bloques políticos por sí solo. Su objetivo es defender «los valores de la derecha» y servir al país en un momento que él percibe como crítico.

Ciotti también mencionó haber discutido la alianza con los líderes del RN, Marine Le Pen y Jordan Bardella, con la esperanza de mantener un grupo potente en la Asamblea Nacional. Desde las elecciones de 2017, LR ha visto su influencia disminuir debido a la ascensión de la extrema derecha y el movimiento de centroderecha de Emmanuel Macron. Sin embargo, esta propuesta de alianza rompe con décadas de política del «cordón sanitario» que ha mantenido a la derecha tradicional alejada de cualquier pacto con la extrema derecha.

La filtración sobre las negociaciones con el RN ha generado una ola de reacciones negativas dentro de LR. Figuras destacadas del partido, incluyendo a presidentes regionales y varios diputados y senadores, han expresado su rechazo a esta propuesta. Valérie Pécresse, presidenta de la región de Isla de Francia y candidata presidencial en 2022, declaró categóricamente que «jamás aceptará un compromiso con los extremos». Olivier Marleix, presidente del grupo parlamentario en la Asamblea Nacional, afirmó que Ciotti «habla por sí mismo» y exigió su dimisión.

Reacciones dentro de Los Republicanos

La propuesta de Éric Ciotti ha expuesto profundas divisiones dentro de la derecha francesa institucional, llegando a algunos de los miembros más destacados de LR a pedir su dimisión. Florence Portelli, vicepresidenta del partido, se sumó a la petición de que Ciotti renuncie, advirtiendo sobre el riesgo de una implosión interna a menos de tres semanas de las elecciones legislativas. Esta crisis interna refleja la tensión entre las diferentes facciones del partido, con Ciotti representando el ala más derechista que compartes posturas cercanas al RN.

Laurent Wauquiez, exministro y figura influyente dentro de LR, junto con Valérie Pécresse y Bruno Retailleau, jefe de los senadores, han acusado a Ciotti de traición y de mentir sobre sus verdaderas intenciones. Ciotti había declarado en 2021 que Los Republicanos nunca harían una alianza con RN debido a divergencias ideológicas profundas, una postura totalmente enmendada por su reciente anuncio.

Marine Le Pen ha elogiado la «valiente elección» de Ciotti y ha expresado su esperanza de que más miembros de la derecha francesa tradicional lo sigan. Sin embargo, esta crisis ha llevado a algunas figuras prominentes dentro del partido a anunciar su salida, como los senadores Sophie Primas y Jean-François Husson. Así la reacción general dentro de LR ha sido de condena y descontento, con muchos miembros del partido publicando artículos en medios como Le Figaro, afirmando que la decisión de Ciotti es un «callejón sin salida».

La inédita ruptura del cordón sanitario por la derecha francesa y el seísmo en la política gala

El impacto de la propuesta de Ciotti y la posible alianza con RN va más allá de Los Republicanos. El partido de Le Pen fue primera fuerza en las elecciones europeas, con el apoyo de un tercio de los franceses que votó por Jordan Bardella y consiguió doblar al partido de Macron. Así, la posibilidad de que la extrema derecha llegue al poder en Francia ya no es una idea descabellada.

La izquierda francesa, también fragmentada, parece estar logrando articular una respuesta unificada a esta amenaza. Aunque con divisiones internas entre ecologistas, socialistas, comunistas y La Francia Insumisa, se ha lanzado un preacuerdo para formar un Frente Popular para frenar a Le Pen. Pese a esto sigue habiendo voces discordantes en este pacto como la de Raphael Glucksmann, candidato socialista, quién ha expresado su reticencia a vincularse con La Francia Insumisa de Jean-Luc Mélenchon.

Mientras tanto, el presidente Emmanuel Macron enfrenta una presión creciente. En una entrevista con Le Figaro Magazine, Macron dejó claro que no planea dimitir, independientemente del resultado de las elecciones legislativas. Esta postura firme podría ser puesta a prueba si la extrema derecha logra una mayoría en la Asamblea Nacional, lo que abriría la puerta a Jordan Bardella como primer ministro.

En este clima de incertidumbre y tensión, los sindicatos han convocado movilizaciones contra la extrema derecha, con el apoyo de la izquierda política. Manifestaciones espontáneas ya han tenido lugar en varias ciudades, y se esperan más protestas en los próximos días. La situación política en Francia está en un punto de inflexión, y el resultado de las elecciones legislativas podría redefinir el panorama político del país en los años venideros.