La dirección de Vox se sube el sueldo un 25% y transfiere otros 3,5 millones a la fundación que preside Abascal

Las cuentas anuales correspondientes al año 2023 han revelado que la dirección de Vox ha decidido incrementar sus retribuciones en un 25%. El presupuesto destinado a las remuneraciones de los dirigentes nacionales ha pasado de 517.052 euros en 2022 a 646.522,19 euros en 2023, lo que supone un aumento de 129.470 euros. Este notable crecimiento no se debe a un incremento significativo en el número de dirigentes, ya que solo se ha añadido un miembro más a la cúpula, pasando de 12 a 13.

A pesar de este aumento, las cuentas de Vox no especifican cuánto cobra cada directivo de manera individual. Sin embargo, al menos nueve de ellos reciben también un salario público como diputados nacionales, europeos o autonómicos, entre ellos Santiago Abascal, Ignacio Garriga y Javier Ortega. Esto implica que las retribuciones del partido se suman a sus sueldos públicos. Por ejemplo, Abascal declaró haber recibido 37.000 euros como presidente de Vox en 2022, además de sus ingresos del Congreso y del grupo parlamentario. No obstante, otros dirigentes no han hecho público su sobresueldo, lo que ha generado críticas tanto externas como internas.

La dirección de Vox se sube el sueldo en un contexto “delicado”

El aumento de las retribuciones de la dirección de Vox no se produce en un momento boyante de la economía de Vox si no delicado. Por primera vez, el partido ha registrado una reducción en sus ingresos privados y un incremento en los gastos de personal. Los ingresos privados disminuyeron de 5,6 a 4,9 millones de euros, un 12,9%, y las cuotas de los afiliados cayeron en medio millón, de cinco millones a 4,5 millones de euros, un 10% menos. A pesar de que el número de empleados se redujo de 127 a 118, el coste de personal aumentó un 12%, hasta 5,4 millones de euros.

El tesorero de Vox, Pablo Sáez, atribuyó los resultados negativos a varios factores, entre ellos la reducción de los ingresos privados, el aumento de los gastos de personal, el impacto de las partidas preelectorales y los intereses de la financiación bancaria. Además, señaló que a 31 de diciembre de 2023, el partido contaba con 66.949 afiliados, de los cuales solo 35.901 estaban al corriente del pago de sus cuotas, representando el 53,6% del total. Por otro lado, las donaciones y legados aumentaron significativamente, de 150.262 euros a 351.787 euros.

Transferencias a la Fundación Disenso

Uno de los aspectos más controvertidos de las cuentas de Vox junto a la subida de sueldo de la dirección de Vox es la transferencia de fondos a la Fundación Disenso. En 2023, Vox transfirió 2,5 millones de euros a la fundación, la misma cantidad que en 2022, y hasta junio de 2024 ya se había transferido otro millón de euros. En total, Disenso ha recibido 8,9 millones de euros del partido en solo cuatro años. Estas transferencias han generado tensiones dentro del partido y críticas por parte de figuras como Alvise Pérez y Macarena Olona, quienes han cuestionado la transparencia y el destino de estos fondos.

Disenso se fundó en 2020 con objetivos como la promoción de la defensa de la vida y la familia y la reivindicación de la herencia de la civilización occidental, es decir, como un think tank para hacer la guerra cultural. Desde su creación, ha recibido importantes sumas de dinero de Vox, lo que ha suscitado dudas sobre el uso de los fondos y el fin de la fundación. Vox ha defendido el trabajo de la fundación, de la que es presidente vitalicio Santiago Abascal.

Comparativa con otras fundaciones políticas: el infinito gasto de Disenso

La financiación de Disenso por parte de Vox contrasta significativamente con la de otras fundaciones vinculadas a partidos políticos en España. Por ejemplo, el think tank del Partido Popular, Concordia y Libertad, gasta la mitad en personal en comparación con Disenso y recibe un millón de euros menos en subvenciones. La Fundación Pablo Iglesias, asociada al Partido Socialista Obrero Español, gasta medio millón en personal y recibe una quinta parte de las subvenciones que recibe Disenso.

El destino de los fondos transferidos a Disenso incluye gastos de personal, con una plantilla de 25 empleados y otros gastos de actividad, como contrataciones a empresas y pagos por servicios. Estas transferencias han sido justificadas por Vox como necesarias para la expansión internacional del partido y la construcción de alianzas en América Latina y Europa. Sin embargo, estas explicaciones no han apaciguado las críticas externas y actualmente ya, internas sobre la gestión financiera del partido y la fundación.