La extrema derecha de Le Pen gana la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia
Agrupación Nacional (RN), la formación de extrema derecha liderada por Marine Le Pen, junto a varias fuerzas aliadas, ha obtenido el 33,15% de los votos en la primera vuelta de las elecciones legislativas en Francia, celebradas el pasado domingo 30 de junio, según los datos todavía provisionales. Así, por primera vez en su historia, la ultraderecha queda en primer lugar en este tipo de comicios, doblando sus resultados de 2022 con 10 millones y medio de votos aproximadamente y desterrando el liderazgo del presidente Emmanuel Macron.
En segundo lugar ha quedado Nuevo Frente Popular, una amplia coalición de izquierdas que ha reunido a 22 formaciones políticas incluyendo la Francia Insumisa deJean-Luc Mélenchon, con un 28,14% de los votos. A pesar de no haber quedado en primer lugar, también ha duplicado resultados con respecto a la coalición predecesora, Nueva Unión Popular Ecológica y Social.
Por su parte, la coalición centrista de Emmanuel Macron, Juntos, ha obtenido el 21.27% de los resultados, quedando en tercera posición. Esto representa una caída del 17% y una pérdida de un millón de votos, aproximadamente. En cuarto lugar ha quedado Los Republicanos (LR), con un 6,57% de los votos, perdiendo la mitad de los apoyos con respecto a 2022. Así, la que fuera la principal formación de la derecha tradicional, cuyo líder además ha sido recientemente expulsado del partido por mostrar simpatías públicas a Le Pen, confirma su caída progresiva a la irrelevancia política francesa en virtud de la extrema derecha.
Destacar que ¡Reconquista!, la formación de Eric Zemmour, ha obtenido únicamente el 0,75% de los resultados, lo que también es reflejo de su rápida pérdida de popularidad a pesar de sus resultados en las elecciones europeas.
Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon: el nuevo panorama político francés
«Las urnas han borrado prácticamente al bloque macronista», ha celebrado Marine Le Pen, que ha comparecido desde Hénin Beaumont, en Pas de Calais, sabedora de su triunfo. Jordan Bardella, candidato a primer ministro de Agrupación Nacional, ha advertido que la votación de la semana que viene será «una de las más determinantes de la historia de la V República».
Sin embargo, ¿cómo de cerca está la extrema derecha de gobernar en Francia?
Los resultados de las elecciones europeas ya reflejaron un cambio que llevaba años dándose en la sociedad francesa. Y es que el partido de Le Pen obtuvo en estos comicios un 32,4% de los resultados, mientras que los de Macron bajaron hasta el 15,2%. Esto es lo que llevó al presidente de la República a convocar elecciones legislativas anticipadas. Aunque ha mejorado notablemente sus resultados, no ha servido para poder disputar su hegemonía.
Debido a que ninguna formación ha obtenido mayoría absoluta, se deberá incurrir en una segunda vuelta, lo que le da tanto a Marine Le Pen como a Jean-Luc Mélenchon la posibilidad de hacer historia en Francia: nunca la extrema derecha quedado en primer lugar en unas elecciones legislativas, pero tampoco lo ha conseguido una coalición como la del Nuevo Frente Popular, ha excepción del periodo comprendido entre 1936 y 1938 con el Frente Popular.
Así, a pesar de haber quedado en primer lugar, esta segunda vuelta podría cambiar las tornas. Cualquiera de las dos formaciones que logre la mayoría, podría condicionar el futuro ejecutivo francés. Si Le Pen consigue revalidar su victoria, pasaría a ser junto a Italia y a Hungría uno de los países gobernados por la extrema derecha, que durante estos últimos años ha ido cosechando éxitos con un discurso ultranacionalista, tradicionalista, xenófobo y homófobo basado en teorías de la conspiración sostenidas por bulos y fake news.
Negociaciones hacia un «frente republicano»
El sistema electoral francés establece que pasarán a segunda vuelta todas las candidaturas que pasen del 12,5% de los resultados, lo que no sucedía tampoco desde los años 80. Así, no solo Agrupación Nacional y el Nuevo Frente Popular pasan a segunda vuelta, sino también Juntos, la formación de Macron. Esto le da una oportunidad de oro a Le Pen, ya que la movilización del voto en contra podría dispersarse demasiado entre las otras dos candidaturas y terminar con la extrema derecha con la mayoría absoluta e imponiendo su candidato a primer ministro, Jordan Bardella, llevando al gobierno del Elíseo a un posible bloqueo.
Sin embargo, todo indica que Le Pen no cuenta con los apoyos suficientes, ya que buena parte del resto de candidaturas han declarado un frente conjunto contra la extrema derecha. Y no únicamente los partidos que se quedan fuera de la segunda vuelta: las fuerzas alrededor de Macron y de Mélenchon ya se han mostrado dispuestas a renunciar a presentar candidaturas a diputados en las circunscripciones donde hayan quedado en tercer lugar para concentrar el voto en una de las candidaturas.
El primero en hablar ha sido el propio Emmanuel Macron, que ha pedido en un comunicado una «amplia unión democrática y republicana de cara a la segunda vuelta para hacer frente a RN». Igualmente contundente se ha mostrado Gabriel Attal, primer ministro del gobierno francés, que ha declarado que «Nunca, en la historia de nuestra democracia, la Asamblea Nacional ha corrido el riesgo, como esta tarde, de ser dominada por la extrema derecha». «Lo digo con la fuerza que el momento exige a cada uno de nuestros votantes: ni un solo voto debe ir a Agrupación Nacional«, ha sentenciado.
A pesar de todas las tensiones que han existido entre macristas y los del NFP, Attal pidió la retirada de los candidatos de la coalición presidencial cuya presencia podría favorecer la elección de un diputado de Agrupación Nacional. En ese caso, deberían desistir en favor un candidato de otro partido “que defienda los valores republicanos”. Si bien, su equipo más tarde precisó que se revisará el perfil de cada candidato según circunscripción para “verificar si es compatible con los valores republicanos del parlamentarismo, el universalismo y contra el antisemitismo”.
Sobre esto, Mélenchon ha sido bastante más claro. “De acuerdo con nuestros principios y nuestras posiciones, en ningún lugar permitiremos ganar a Agrupación Nacional; por eso en la hipótesis de que lleguen en cabeza y nosotros en tercera posición, retiraremos nuestra candidatura”, declaró, llamando a dar una “mayoría absoluta” al Nuevo Frente Popular. «La consigna es clara: No más escaños para Agrupación Nacional». El socialista Raphael Glucksmann ha pedido también «votar al candidato que sea que permita hacer frente a la extrema derecha». «No nos equivoquemos de enemigo», ha dicho.
Este planteamiento también ha tenido en cuenta la posibilidad de que Le Pen no obtenga mayoría absoluta, pero sí tenga mayoría simple de escaños en la Asamblea Nacional. En este sentido, se está barajando la opción de que representantes políticos de la cámara legislativa se pongan de acuerdo en un nombramiento de primer ministro que haga frente a la propuesta de la extrema derecha. De hecho, la posibilidad de que la izquierda alternativa y el centro macrista deban cohabitar para hacer frente a Le Pen es cada vez más probable. La alternativa sería un bloqueo permanente al gobierno francés en el mejor de los casos, o una extrema derecha en el poder en el peor de ellos.
La alianza, llamada «frente republicano», no deja de ser, por otro lado, una reedición del «cordón sanitario» que históricamente se ha llevado a cabo en Francia para evitar que la extrema derecha toque poder, que consiste en apoyar la candidatura opuesta, independientemente de la ideología.
La derecha francesa tampoco ha decidido apoyar a Le Pen. En un comunicado oficial de Los Republicanos, han criticado a ambas fuerzas políticas, tanto a «una extrema izquierda dominada por La Francia Insumisa que ha venido a demoler nuestras instituciones, destruir nuestra civilización y que representa un peligro absoluto» como a Agrupación Nacional, que «no es la solución para Francia», argumentando que «su programa demagógico traerá caos y empobrecimiento».
Así, han decidido «no dar ninguna consigna» a los franceses, considerando que «los electores son libres de elegir».
Julen Aubert, vicepresidente del partido, ha recalcado que los resultados conducirán a Francia a la ingobernabilidad parlamentaria, sin pronunciarse tampoco a favor de ningún candidato. Quien no se ha pronunciado hasta ahora ha sido Annie Genevard, secretaria general del partido y candidata a primera ministra en las elecciones.
De hecho, parece que ninguna fuerza política de especial relevancia ha declarado su apoyo explícito a Le Pen. De forma velada lo ha hecho Eric Zemmour, que en un discurso público ha pedido «a todos los franceses que aman a nuestro país que derroten a los candidatos de Jean-Luc Mélenchon, este conglomerado de enemigos de Francia. No dejemos que nos islamicen, que nos reemplacen. ¡Ninguna abstención! ¡Oponerse en todas las circunstancias!».
Una movilización histórica
Se ha destacado la participación ha histórica, que ha sido del 66,71%, un 19,2% más que en 2022. No se registraba una participación así desde los años 80, lo que los analistas han señalado como una fuerte movilización por parte de la izquierda para evitar que Le Pen logre imponerse en la Asamblea Nacional de Francia.
Poco después de la victoria inicial de la extrema derecha, ha habido movilizaciones masivas en las calles de las ciudades más importantes en Francia. En Lyon, la manifestación terminó en disturbios, levantamiento de barricadas y disparos de botes de humo en la plaza Bellecour.
Así, la segunda vuelta de estas elecciones, donde se eligen los 577 de la Asamblea Nacional, se celebrará el próximo domingo 7 de julio y será la prueba definitiva para dos proyectos de país totalmente antagónicos y donde las fuerzas políticas más moderadas deberán decantarse por una u otra opción ante el empate técnico de las tres principales opciones políticas de Francia.
De no conseguirse este acuerdo contra Le Pen, Francia podría encaminarse a una situación de bloqueo político o incluso saldarse con la victoria de Marine Le Pen, sumando una victoria más a la extrema derecha europea.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.