Vox miente sobre su gasto político: no ha dejado de aumentarlo desde 2018
Desde que saltó a la arena política, Vox ha prometido como parte de sus compromisos políticos la reducción del gasto político, esto es, asesores, cargos de confianza, retribuciones económicas… junto a acusaciones al resto de partidos políticos de despilfarrar en este sentido. Este punto es, de hecho, el número 35 de su famoso programa electoral de «100 medidas urgentes para España», donde promete una «drástica reducción del gasto público». La realidad es que esto se ha quedado en cualquier caso en un mero discurso, ya que no han dejado de aumentar su gasto allí donde ha conseguido representación.
Entre uno de esos gastos se encuentra la eliminación de las subvenciones públicas a partidos políticos. No solo no lo han cumplido, sino que es la principal vía de financiación de Vox y a partir de la cual obtuvieron 9,7 millones de euros solo en 2021. Esto se aplica también a Solidaridad, el sindicato de Vox: a pesar de denunciar constantemente que CCOO y UGT se benefician de subvenciones públicas y que Solidaridad solo se financiará con las cuotas, en sus Estatutos reflejan como una de las fuentes de financiación estas mismas subvenciones.
Tampoco han adoptado absolutamente ninguna medida de recorte de gasto a nivel salarial, de asesores, de dietas o de otros privilegios, lo que contrasta con otras fuerzas políticas a las que precisamente criticaban por su despilfarro. Por ejemplo, Unidas Podemos tiene fijados límites salariales y de indemnizaciones por asistencia a órganos colegiados y, junto a Ciudadanos, renunciaron a usar coches, bono taxi o línea ADSL en casa. En este sentido, a lo único que ha renunciado Vox es a coches oficiales y al bono taxi.
Gasto político, sueldos y chiringuitos
Vox no solo no ha recortado en este salarios o asesores, sino que ha intentado copar todas retribuciones económicas y puestos de confianza posibles. Macarena Olona, por su empadronamiento en el municipio de Salobreña, será indemnizada por 24.000 euros al año, un empadronamiento sobre el que hubo polémica ya que se realizó en el domicilio del secretario de Vox de Granada, quien aseguró que ella no vivía allí.
Otro ejemplo reciente es el de Castilla y León. El pacto de gobierno entre PP y Vox en la región ha supuesto un aumento de 93 a 99 personas en el Ejecutivo y el gasto en asesores aumentó un 33% al cubrirse los 44 puestos donde se coloca a jefes de prensa, exsenadores y familiares de políticos. Esto supondrá un gasto de 6,8 millones de euros.
Antiguos cargos y concejales del partido de extrema derecha han denunciado incluso que, desde los cursos de formación interna de Vox, se les instaba siempre a coger el máximo número de cargos de confianza posible.
Otro de los mantras de Vox ha sido la eliminación de subvenciones y de gasto político o público a lo que denominan «chiringuitos», esto es, organizaciones con o sin ánimo de lucro que realicen servicios sociales o públicos que, a su juicio, servirían de red clientelar para ciertos partidos políticos. Sin embargo, la realidad es que Vox ha apostado por utilizar dinero público para organizaciones que le son afines.
Por ejemplo, durante los meses más duros de la pandemia, la mayoría de partidos políticos donaron parte de su sueldo, pero Vox lo donó a organizaciones y asociaciones contra la COVID19… que precisamente había sido creada por gente afiliada o cercana al partido. Una de ellas fue la Asociación Nacional de Víctimas y Afectados por el Coronavirus (ANVAC), cuyo presidente fue número 3 por la lista electoral de Santander en 2019.
Las asociaciones antiabortistas también han sido beneficiadas por dinero público gracias a acuerdos con Vox. En Andalucía, por ejemplo, acordaron destinar 104.413,04 euros para Red Madre, que cuenta entre sus patronos a Alberto Ruiz Gallardón y Benigno Blanco. En la Comunidad de Madrid, también acordado con Vox, la Fundación Madrina recibió unos 200.000 euros en 2021.
Sin embargo, cabe añadir que Vox no solo se nutre de fondos públicos, sino que existe toda una red de financiación también desde lo privado que convierte al partido liderado por Santiago Abascal en el que más donaciones privadas recibe: 1,5 millones de euros solo en 2019, más donaciones que los principales partidos políticos juntos, incluyendo PP, PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos.
Donaciones que, a raíz de los 17.000 documentos filtrados por WikiLeaks, provienen no solo de grandes empresarios, sino de asociaciones ultraconservadoras como Hazte Oír, pantalla de la secta El Yunque, además de la financiación que recibieron en 2014 de los terroristas Muyahidines del Pueblo de Irán, organización armada además apoyada por Israel.
En definitiva tras su discurso de ahorro, Vox no rechaza sueldos, asesores, subvenciones o privilegios. Vox no parece traer ningún ahorro para el erario público, más bien al contrario, absorbiendo todo dinero público o privado para sus cargos y su guerra cultural.
Dos ejemplos de otros tantos, que se pierden en la maraña de un problema creciente alimentado por el discurso de la extrema derecha.
Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.