Camioneros de Brasil cortan carreteras pidiendo un golpe del ejército tras la victoria de Lula
Camioneros de Brasil han cortado multitud de carreteras en señal de rechazo por la victoria de Luiz Ignacio Lula Da Silva el domingo.
Al menos 200 carreteras han sido cortadas en más de 20 estados de Brasil. Estos bloqueos empezaron a las pocas horas de la victoria de Lula y se han extendido estos días.
Los camioneros de Brasil han bloqueado diversas rutas y han usado llantas quemadas, vehículos y piquetes para bloquear las carreteras.
Las principales organizaciones de trabajadores del gremio como la Confederación Nacional de Trabajadores del Transporte y la Logística, el Frente Parlamentario Mixto en Defensa de los Camioneros o la Asociación Nacional de Transportes de Brasil han denunciado estas prácticas como antidemocráticas.
Estos camioneros de Brasil se niegan a aceptar los resultados, denuncian un fraude electoral sin aportar pruebas y piden un golpe de Estado del ejército a favor de Bolsonaro.
Estos cortes han sido más comunes en los estado favorables a Bolsonaro.
Así en el estado agrícola de Mato Grosso, donde Bolsonaro obtuvo una amplia victoria, se han bloqueado multitud de puntos y varias arterias de tráficos del Brasil. De manera similar ha ocurrido en Santa Catarina (sur) donde Bolsonaro obtuvo el apoyo del 70% de la población.
También se han bloqueado varias carreteras que unen grandes ciudades y regiones, como el trayecto Río de Janeiro a Sao Paulo.
Estos cortes están afectado al suministro de productos y a los vueltos, bloqueando carreteras de acceso a aeropuertos.
Estas manifestaciones no han sido solo protagonizadas por camineros de Brasil si no que también han ocurrido en distintas grandes ciudades donde Bolsonaro obtuvo un amplio respaldo como Santa Catarina o Brasilia.
Estos manifestantes piden la intervención del ejército y denuncian un supuesto fraude electoral.
¿Las autoridades actúan o ayudan?
Pese al empeño de los camioneros de Brasil, el poder judicial intenta actuar diligentemente para solucionar este conflicto.
El magistrado del Tribunal Supremo Federal y presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) , Alexandre de Moraes, ha ordenado a la policía actuar para levantar inmediatamente los bloqueos, exigiendo desde el TSF. la “desobstrucción de las carreteras y vías públicas” en un comunicado.
De esta manera han ordenado a la Policía Federal de Carreteras (PRF) la toma de “todas las medidas” necesarias para liberar las carreteras.
También ha actuado el Ministro de Justicia, que ha estipulado una multa de 100.000 reales por hora para los propietarios de camiones.
La nota peligrosa de todo esto lamentablemente la está poniendo la PRF.
Medios y personas anónimas están denunciando la falta de cumplimiento del deber de los agentes de la autoridad
En este sentido se ha viralizado este vídeo en el estado de Santa Catarina donde la policía llamada a disolver las manifestaciones anunciaba su apoyo a los manifestantes bolsonaristas.
La justicia ha tomado carta en el asunto y ha exigido a la PRF información sobre las actuaciones para liberar la carretera del bloqueo de los camioneros de Brasil y las posibles obstrucciones u omisión.
Alexandre de Moraes ha amenazado con multas o prisión a los desobedientes, señalado en especial a su director general, Silveni Vasques.
No hay que olvidar que los sectores policiales fueron uno de los principales apoyos de Bolsonaro junto a evangélicos y al ejército.
De hecho estos sectores organizaron bloqueos ilegales de vehículos en estados favorables a Lula para retrasar o impedir la votación.
Más allá de los camioneros de Brasil: el peligro de la narrativa de fraude
Culpar a los camioneros de Brasil congregados en carreteras y ciudades del caos es algo obvio. Pero no hay que olvidar lo que los mueve, que es la peligrosa narrativa de fraude electoral esgrimida por la extrema derecha y defendida por Bolsonaro las últimas semanas. Máxime en una campaña con tanta violencia ultraderechista.
El actual presidente sigue encerrado en el Palacio de Planalto, negándose a hablar con los medios y reconocer su derrota ante Lula.
Esta falsa narrativa del fraude es capaz de partir sociedades, haciendo que la parte representada por la extrema derecha se niegue a aceptar la derrota democrática e intente tomar acciones para anular el resultado, como ya se vio en EEUU con Trump y el Asalto al Capitolio.
Una narrativa carente no solo de datos, si no de lógica, siendo derrotados presidentes en ejercicio con el poder del Estado cuando años antes habían ganado sin tener ningún poder.
En este sentido, al poco de declarar las autoridades a Lula como ganador de las elecciones, apareció el juez Alexandre de Morares anunciando que no existía indicios de irregularidades.
Pero en este caso y de manera claramente disuasoria, buena parte de la comunidad internacional ha actuado para sofocar la idea del golpe de Estado de la mente de Bolsonaro.
Uno de los primeros comunicados mandados fue el de La Casa Blanca del Presidente de los Estados Unidos de América Joe Biden, donde ha felicitado a Lula por su victoria.
El resto del continente también ha felicitado al virtual presidente brasileño. Así ha recibido el apoyo de los máximos lideres de la izquierda latinoamericana como el Presidente de Colombia Gustavo Petro, el Presidente de Chile Gabriel Boric o el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, entre otros mandatarios de la región.
También el apoyo del Primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
En Europa, el máximo líder de la diplomacia europea, Josep Borrell, también ha felicitado a Lula. Lo mismo que el Presidente de Francia Emmanuel Macron; el Presidente del Gobierno Español Pedro Sánchez o el Canciller de Alemania Olaf Scholz, entre otros líderes europeos.
Todo un ejercicio de solidaridad con la democracia brasileña, que ha demostrado lo solo que se quedaría Bolsonaro en un futurible intento de golpe de Estado.
Mientras tanto, el líder ultraderechista guarda silencio. Fuentes cercanas han anunciado que hoy mismo lo romperá para hablar ante los medios.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.