Europa

Giorgia Meloni lleva a los tribunales al escritor Roberto Saviano por llamarla «bastarda» en un ejercicio de censura e intimidación

Roberto Saviano, escritor de la exitosa novela Gomorra (2006), afronta desde el pasado martes un proceso judicial que podría acarrearle penas de prisión por catalogar públicamente a Giorgia Meloni, primera ministra ultraderechista italiana, así como a miembros de su Gobierno, como “bastardos”.

Las declaraciones datan de diciembre del año 2020, momento en el que recientemente había fallecido en alta mar un bebé guineano, Joseph, de solo seis meses de vida, durante el naufragio del barco de socorro Open Arms, suceso que acabó internacionalizándose por el incesante pulso entre la ONG y Salvini en torno a su desembarco en tierra italiana.

El periodista y escritor italiano señaló públicamente en un programa de televisión a Matteo Salvini, por ese entonces ministro de Interior del país, y a Meloni, quién utilizaba políticamente el trágico episodio para esparcir su discurso xenófobo y antinmigración: “Os habrá venido a la memoria toda la basura lanzada contra las ONG, a las que llaman “taxis del mar” o “cruceros”. Solo me sale decir: bastardos. A Meloni y Salvini, bastardos, ¿cómo podéis?”, afirmaba acaloradamente.

Tanto Meloni como Salvini y Gennaro Sangiuliano, titular de la cartera de cultura, han acusado a Roberto Saviano (quién desde hace años se encuentra bajo protección policial a causa de las continuas amenazas de la mafia italiana contra su vida) de un posible delito de injurias, hecho tipificado con penas de hasta 3 años de prisión en el país.

Organizaciones en defensa de la libertad de prensa y expresión (como IFEX), activistas pro derechos fundamentales, así como intelectuales y periodistas del país se han solidarizado en redes sociales con Saviano, exigiendo a Meloni que retire su acusación contra el escritor de 43 años de edad.

Saviano afirma que esta no es sino una nueva estrategia de intimidación contra su persona y contra los activistas críticos: “Intimidar a uno para intimidar a cien”, comentaba en una entrevista con la AFP, declaraciones que reiteran PEN Internacional, organización internacional de periodistas y escritores: “Seguir con esa acción judicial envía un mensaje alarmante a todos los periodistas y escritores del país, quienes van a dejar de habar libremente por temor a las represalias”, denunciaban públicamente estos días.

La acusación contra Saviano, fruto de un Gobierno y una ley igualmente controvertidos

La legislación que ampara la acusación del Gobierno de ultraderecha contra el escritor italiano ha sido criticada en reiteradas ocasiones por especialista de la libertad de expresión, quienes la consideran especialmente punitiva. El propio Tribunal Constitucional italiano instaba en 2020 y 2021 a los legisladores a su modificación, ya que la inclusión de penas de cárcel como castigo al ejercicio de la libertad de expresión según el tribunal es directamente inconstitucional, recomendando su aplicación exclusivamente para supuestos de “gravedad excepcional”.

Y es que al amparo de esta legislación se pone en cuestión el ejercicio de la libertad de expresión y prensa de periodistas y activistas italianos, llegando a situaciones absurdas como la vivida en el año 2017, cuando se tramitaron hasta 9.5000 denuncias por difamación contra periodistas; un 60% de ellas quedaron sobreseídas, pero un 6,6% si que llegaron a juicio.

Sin lugar a duda, la existencia de una ley como la descrita limita de manera radical el libre ejercicio de la libertad de expresión para personas pertenecientes a sectores críticos de la sociedad: “El derecho de todo intelectual es utilizar palabras incluso feroces y fuertes contra el poder, es un derecho imprescindible”, remarcaba el propio Saviano en relación con lo anteriormente expuesto.

Además, la persecución, ahora judicial, contra el escritor italiano no parece ser un episodio anecdótico, sino que se presenta como declaración de intenciones del nuevo Gobierno ultraderechista de Italia, quién paralelamente va desarrollando medidas restrictivas en otros ámbitos.

Así, por ejemplo, a través de la justificación de poner fin a las raves en el país, Meloni anunció la creación de un nuevo tipo penal para reforzar la “seguridad pública” italiana: el delito de “invasión por reuniones peligrosas”, que castigará con penas económica y de prisión las invasiones “de terrenos o edificios para reuniones de más de 50 personas que sean peligrosas para el orden público o la seguridad pública o la salud pública”.

Esta reforma del código penal ha sido catalogada por la oposición como una excusa para perseguir y reprimir con mayor facilidad concentraciones y protestas ciudadanas y estudiantiles (las cuáles se prevén numerosas a lo largo del periodo de legislatura ultraderechista), lo que unido a la decisión de cerrar todos los puertos italianos a los barcos de rescate de refugiados y náufragos en alta mar solo parece indicar el inicio de un largo e inevitable camino hacia una política interna autoritaria.

Giorgia Meloni lleva a los tribunales al escritor Roberto Saviano por llamarla "bastarda" en un ejercicio de censura e intimidación

Valentín Pozo

Articulista. Estudiante de cuarto de Ciencias Políticas y apasionado de la investigación. Experiencia en movimientos estudiantiles y sociales. En mis artículos intento ofrecer un enfoque analítico más orientado a las ideologías y teoría política.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *