Empieza el juicio a Donald Trump en nueva York con 34 cargos en su contra
Donald Trump ha hecho historia al convertirse en el primer expresidente de los Estados Unidos en sentarse en el banquillo. Hoy ha tenido lugar el inicio de su juicio en Nueva York, donde se enfrenta a un total de 34 cargos.
Los cargos están relacionados con el caso de Stormy Daniels, en el que se le acusa de haber pagado a la actriz porno para que mantuviera en secreto su presunta relación sexual con ella. Pero las acusaciones van más allá, ya que también se le acusa de haber creado un esquema de financiación oculta para las elecciones de 2016.
Trump ha intentado sacar provecho de este caso, presentándose como víctima de una operación política en su contra. Como resultado, ha llamado a sus seguidores a manifestarse en su apoyo, aunque sin éxito.
Por ello, la ciudad de Nueva York ha amanecido llena de periodistas, helicópteros y reporteros esperando al magnate, así como de dos manifestaciones de baja intensidad: una a favor del ex presidente y otra más multitudinaria en contra.
El movimiento MAGA intentó crear una gran manifestación en apoyo a Trump, incluso amenazando con simular los graves eventos del 6 de enero durante el Asalto al Capitolio, pero fracasó.
Trump entró en el juzgado esta mañana para declarar, mostrando una cara de enfado al escuchar los cargos en su contra. Posteriormente, respondió con su habitual tono de ira y furia, acusando a los representantes de la justicia de perseguirlo políticamente y tratando de vincularlos con la clase política. También ha señalado al FBI y al presidente Joe Biden.
Después de todo esto, Trump se ha declarado no culpable. Sin embargo, el juez ha lanzado una dura reprimenda a Trump por algunas de sus palabras, entre ellas, le ha pedido que no llame a la violencia.
Tras el primer día de juicio, Trump se ha retirado a su mansión en Mar-a-lago.
El caso Stormy Daniels y el meollo legal
Stormy Daniels es una actriz porno nacida en Luisiana con el nombre de Stephanie Gregory Clifford. La actriz afirma que mantuvo una relación sexual con Donald Trump en 2006, un año después de que él se casara con su actual esposa.
Reveló que un abogado del magnate, Michael D. Cohen, le pagó 130.000 dólares (unos 120.000 euros) para que guardara silencio sobre esta relación en 2016, cuando Trump se postuló a la presidencia.
Lo curioso del caso es que tanto el pago como el contrato no son ilegales. Lo que es ilegal es que el pago de los honorarios se hizo bajo el concepto de honorarios legales. Según los fiscales de Nueva York, esto supone un delito de falsificación de registros comerciales.
Este delito solo implicaría una multa en sí, pero se interpreta como una violación de la ley electoral, al considerar que Trump intentó pagar para que sus votantes no supieran del caso. Por lo tanto, si se demostrara la falsificación de registros bajo esta interpretación, resultaría en un delito muy grave.
¿34 casos en contra o alegrías? Trump en el centro de los focos
Por supuesto, el hecho de que una causa judicial pudiera inhabilitarlo fue aprovechado por el expresidente.
Desde 2016, Trump no recibía la atención de los medios de comunicación ni las miradas del Partido Republicano, y lo ha aprovechado. Ha utilizado estos momentos para declararse víctima de una cruzada política destinada a destruirlo a él y a los valores que representa. Esto ha causado un efecto revulsivo en sus seguidores.
Después de unas encuestas para primarias reñidas, donde Donald Trump solo aventajaba a su principal competidor, Ron DeSantis, por un 8%, esa ventaja ha subido hasta el 26%. El Partido Republicano ha comprado totalmente su relato de víctima, y la parte más radical del partido ha pedido su total absolución e incluso la condena de los jueces que lo juzgan.
Trump es consciente de todo esto, y se teme que siga aprovechándolo en su resurrección mediática. De hecho, se espera que intente alguna artimaña judicial, como pedir un cambio de juez o de ubicación, para retrasar el juicio lo máximo posible y que se produzca durante las elecciones presidenciales de 2024.
Es toda una estrategia para mantenerse en el foco y superar a sus rivales internos mientras utiliza la retórica de la guerra contra el establishment, cuando en realidad está siendo juzgado por sus crímenes.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.