Felpudo VI: la extrema derecha carga contra el rey por proponer a Sánchez intentar la investidura
La fallida toma de posesión del líder del PP Alberto Núñez Feijóo ha hecho que decayera su candidatura y que el Rey Felipe VI nombrase a Pedro Sánchez como nuevo encargado de formar gobierno. Una reacción que ha enfadado a la extrema derecha patria, que ha viralizado el hashtag “Felpudo VI”.
De esta manera ante el nombramiento de Pedro Sánchez, las redes se han llenado de memes y vídeos en contra del monarca, agrupados bajo el insultante nick “Felpudo VI”. Estos memes vienen acompañados de frases hirientes donde rechazan al rey, como la esta cuenta con iconografía de origen ultra basada en Pepe The Frog.
Estas frases se han repetido, como las mostradas por este conocido perfil de Vox. Algunas han ido más allá, acusando al rey de España nada más y nada menos que de “comunista”.
Este sentimiento de traición sobre las acciones del monarca ha llegado a otras plataformas como TikTok, donde diversas personas han renegado de “Felpudo VI”, diciendo que desde hoy ya no son monárquicas.
Otra de las imágenes popularizadas es la de bandera, que ha sufrido un notable retoque, retirando la corona de logo.
Los comunicadores e influencers de la extrema derecha se unen
Esto por supuesto también ha llegado a algunos de los principales comunicadores de la extrema derecha, que con enfado, indignación o sorna, han criticado las acciones de Felipe VI.
Uno de los casos es el de Javier Negre, que ha comentado en diversos tuits las acciones del monarca y la necesidad de que dé una explicación.
En un tono de enfado se ha pronunciado Bertrand Ndongo, quién ha exclamado que el Rey no sirve para nada de nada!” recibiendo cierto aplauso de sus seguidores, aunque también críticas que justificaban la actuación del monarca.
En una línea crítica se ha expresado también el youtuber conocido como “Un abogado contra la demagogia”, nombrando con cariz conspiracionista a la Agenda 2030.
Las posibilidades del rey
La extrema derecha no ha entendido sobre todo el papel del rey como árbitro neutral sobre la política partidista que le otorga la constitución. Y en este caso, la realidad es que las potestades del rey están limitadas, según el artículo 99 de la Constitución. Este artículo, como la propia Casa Real ha comunicado, marca el procedimiento para nombrar candidato. Habiendo decaído la posibilidad de la candidatura de Feijóo, era el momento de otro candidato que tuviera posibilidades.
Y aquí es donde parte de la derecha ha interpretado erróneamente el papel del rey o su capacidad para juzgar a un candidato. En muchos casos se ha esgrimido que Pedro Sánchez no ha certificado sus votos ante el monarca, contando con tan solo 121 votos. La realidad es que el rey no necesita certificar estos votos para dar el apoyo porque es consciente del contexto partidista. La propia Constitución establece mecanismos para informar al rey que en muchos casos son informales y en los que teóricamente se mantiene al día de lo ocurrido sobre los asuntos de Estado. Así Felipe VI es plenamente consciente de que Pedro Sánchez es el candidato con más posibilidades lograr a apoyos, si bien la Casa Real decidió utilizando “la costumbre” nombrar a Feijóo.
La posibilidad de que el rey no nombrase a Sánchez y directamente convocase elecciones sería un acto autoritario y partidista, motivado por una ideología afín a la derecha, algo que contradice el papel del monarca y que la extrema derecha no es capaz de entender.
Felpudo VI: el origen del apodo del rey en medio de la polémica por los indultos del ‘Procés’
El mote de Felpudo VI no es nuevo, si no que se remonta a hace dos años. El 22 de junio de 2021 el Consejo de Ministros aprobó los indultos para los nueve líderes independentistas catalanes condenados por su papel en el referéndum de autodeterminación de 2017 en Catalunya. Aunque los indultos fueron parciales, manteniendo la inhabilitación de los cargos y estableciendo un período de seguridad, la decisión desencadenó una intensa reacción por parte de la derecha española, en especial de la extrema derecha representada por Vox y su líder Santiago Abascal. Este rechazo se manifestó en protestas, declaraciones públicas y enérgicas quejas en las redes sociales, calificando la medida como un «golpe de estado» o «ilegal».
Y en este episodio se puso en duda el papel del monarca. El 13 de junio, en una masiva manifestación en Colón, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, planteó una pregunta retórica que resonaría en las redes sociales: «¿Qué va a hacer el Rey de España a partir de ahora? ¿Va a firmar esos indultos? ¿Le van a hacer cómplice de esto?».
Este comentario de Ayuso se convirtió en el punto focal de las críticas a Felipe VI, ya que algunos sectores de la extrema derecha comenzaron a presionar al Rey para que no firmara los indultos. Sin embargo, es importante destacar que, según la ministra portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, el Rey desempeña un papel institucional y no político en este proceso y está obligado a firmar los documentos aprobados en el Consejo de Ministros o el Congreso de los Diputados.
Fue durante esta controversia cuando surgió el apodo «Felpudo VI». El término fue acuñado por el tuitero @m_maiev en respuesta a un anuncio de la firma de los indultos por parte del Rey. Pronto, cuentas afiliadas a la derecha comenzaron a retuitear y utilizar el apodo que se volvió viral en las redes sociales, llegando incluso a convertirse en un trending topic en Twitter. La Reina Letizia no quedó exenta de la burla, recibiendo el apodo de «Ficticia».
Este apodo, que se burla del papel aparentemente pasivo del Rey en la decisión de los indultos, se ha convertido en un símbolo de la crítica de la extrema derecha hacia Felipe VI, recordando incluso a epítetos históricos como «rey felón» aplicados a Fernando VII. Una critica que pone en seria viabilidad el futuro de la corona al perder el apoyo del principal sector que la sustenta.
Director de Al Descubierto. Estudiante de Ciencias Políticas y máster en Política Mediática. Apasionado del estudio y análisis del hecho político, con especial interés en el fenómeno de la extrema derecha, sobre la que llevo formándome desde 2012. Firme defensor de que en política no todo es opinable y los datos, fuentes y teorías de la ciencia social y política deben acompañar cualquier análisis.
