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Interceptados neonazis que pretendían emular los disturbios de Dublín en Francia

Vecinos de Romans-sur-Isère, municipio francés, interceptaron el pasado 25 de noviembre a dos miembros de un grupo neonazi implicado en varios incidentes violentos y que, al tenor de los mensajes filtrados de sus teléfonos móviles y expuestos en las redes sociales, habrían intentado provocar disturbios similares a los vividos la pasada semana en Dublín, Irlanda.

Los hechos sucedieron en el marco de diversos encontronazos donde se enfrentaron diversos grupúsculos de extrema derecha con personas migrantes, presuntamente de origen magrebí, después de que el sábado 18 de noviembre fuera asesinado a cuchilladas Thomas, un joven de 16 años al finalizar un acto festivo en el pequeño pueblo de Crépol, al trascender que algunas de las nueve personas detenidas como sospechosas eran hijos de personas migrantes, si bien es una información que la prensa francesa no ha confirmado. Además, en dicha fiesta también fueron heridas varias personas más por arma blanca.

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Y es que, tras el terrible asesinato, varios grupos radicales de derecha llamaron a salir a protestar a las calles. Se sucedieron varias protestas en todo el país, siendo la más numerosa en Lyon, en principio pacíficas, pero la que se convocó en Crépol, donde se congregaron al menos 80 militantes de extrema derecha al grito de «el Islam fuera de Europa», devino en violencia.

Encapuchados y armados de garrotes, bastones y bates de béisbol, se pasearon por municipios y poblaciones vecinas, empezando por Romans-sur-Isère, en busca de confrontación y conflicto y realizando consignas racistas, xenófobas y agresivas, como «¡Francia es nuestra!». Estos terminaron enfrentándose a grupos juveniles antifascistas de origen diverso, con inusitada violencia, saldándose con una veintena de detenciones y generando todo un polvorín político. Una violencia que también se tradujo en vandalismo, con pintadas con consignas racistas y simbología nazi.

Si bien incluso los propios padres de la víctima hicieron declaraciones públicas para evitar convertir el crimen en una cuestión política o en una confrontación más grave, líderes de ultraderecha como Marine Le Pen (Agrupación Nacional) o Eric Zemmour (Reconquista!) realizaron declaraciones.

Neonazis pretendían emular a Dublín

En este contexto, dos de los neonazis que estaban promoviendo esta violencia fueron interceptados en Romans-sur-Isère cuando estaban huyendo después de un choque con otro grupo con el que se había iniciado una confrontación, y los chats internos de su grupo fueron expuestos. Según lo publicado en las redes sociales, el grupo habría intentado organizar un tiroteo masivo y desencadenar una violencia similar a la vivida en Dublín, Irlanda.

Debido a la interceptación de estos mensajes, las identidades de parte de los militantes de este grupo neonazi fueron expuestas. Así es cómo se pudo saber que las personas interceptadas pertenecen a un grupo denominado Division Martel, donde hacen apología de simbología, ideas y discurso abiertamente nacionalsocialista.

Uno de ellos, de hecho, aparece en una fotografía con un uniforme nazi y un brazalete con una esvástica. Estas dos personas, identificadas como Léo R. y Maxime L., serían las dos principales personas instigadoras de la violencia ultraderechista. De hecho, Léo R. ya había sido detenido en 2022 por presunto intento de atentado en París y se le había incautado en su domicilio objetos decorados con esvásticas. Toda esta información fue también expuesta a través de la red social Twitter.

Tras el frustrado intento de que la violencia escalase, tanto por las actuaciones policiales como por grupos vecinales y antifascistas que hicieron frente a los militantes neonazis, surgieron vídeos de otros simpatizantes animando a regresar a las calles para continuar con lo que denominan «acciones para recuperar Francia».

Los mensajes filtrados de estos militantes, así como de canales de Telegram donde se organizan, han continuado buscando formas de organizar nuevas convocatorias, donde han llegado a llamar a atacar a «madres o adolescentes aisladas», presumiblemente de personas migrantes.

Gran parte de la información reflejada procede de la plataforma comunitaria Tajmaât Service, dedica a proteger los derechos de la diáspora magrebí en Francia, que está realizando un seguimiento de los incidentes a través de sus redes sociales.

Por el momento, la mayoría de los grandes medios de comunicación franceses han optado por una posición de cautela, incluso algunos de corte conservador como CNews directamente han negado que los altercados violentos fueran provocados por militantes de extrema derecha o que buscaran organizar un tiroteo y/o actos de gran calado como los sucedidos en Dublín. Por el momento, las autoridades policiales se encuentran investigando y no han añadido más detalles.

La violencia en Dublín

A lo largo del pasado viernes, una turba de lo que las autoridades policiales han definido como «facciones lunáticas de los hooligans» que agitaron consignas racistas y xenófobas, desataron la violencia y el vandalismo por las calles de Dublín, en Irlanda, donde los aproximadamente 400 agentes de policía desplegados perdieron el control de la situación durante horas en las que se produjeron incendios a mobiliario urbano, ataques a policías e incluso a un hotel donde se alojaban personas migrantes.

Estos incidentes con motivaciones racistas y xenófobas se sucedieron después del asesinato con arma blanca de un hombre de unos 50 años en la entrada a la escuela primaria Choláisye Mhuire, donde resultaron heridos otros dos adultos y tres niños y dos adultos resultaron heridos. Si bien el agresor fue reducido por un grupo de personas y detenido por la policía, la nacionalidad y procedencia del mismo fue objeto de desinformación por las redes sociales, donde se difundió el bulo de que era de origen extranjero, lo que motivó a que grupos de extrema derecha organizaran protestas en las calles que acabaron en violencia.

El comisario jefe de Dublín, Drew Harris, declaró que «los disturbios han sido causados por gente radicalizada a través de las redes sociales y de Internet».

Declaraciones no muy diferentes a las que se vivieron en Francia. Sacha Houlié, diputado próximo a Emmanuel Macron, culpa de la crisis, en curso, a la «demagogia política» de la extrema derecha: «El partido de Marine Le Pen tiene una grave responsabilidad en la multiplicación de incidentes que perturban el orden público». Un análisis repetido por otros políticos y partidos de la escena francesa.

Así, la violencia de extrema derecha, que se apoya o bien sobre bulos y desinformación, o bien sobre sucesos concretos, vuelve a cobrar protagonismo en un escenario político azotado por la polarización ideológica y la crispación social y política, auspiciada por organizaciones de ultraderecha, medios de comunicación y según qué creadores de contenido.

Interceptados neonazis que pretendían emular los disturbios de Dublín en Francia

Adrián Juste

Jefe de Redacción de Al Descubierto. Psicólogo especializado en neuropsicología infantil, recursos humanos, educador social y activista, participando en movimientos sociales y abogando por un mundo igualitario, con justicia social y ambiental. Luchando por utopías.

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